La reciente elección en Buenos Aires volvió a poner bajo la lupa la política económica argentina y su vínculo con los organismos internacionales.
En este marco, el Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró su respaldo al Gobierno, aunque con exigencias claras: equilibrio fiscal, acumulación de reservas y previsibilidad cambiaria.
Desde Washington, la vocera del organismo, Julie Kozack, subrayó que el FMI mantiene contacto constante con las autoridades nacionales. “El Fondo trabaja estrechamente con el Gobierno de Argentina para consolidar la estabilidad y fortalecer la economía”, expresó en conferencia de prensa.
Según La17, uno de los aspectos más valorados por el organismo fue el cumplimiento de las metas fiscales. En agosto, los superávits primarios fueron destacados como un avance positivo, al igual que la política monetaria estricta que logró mantener la inflación por debajo del 2% durante cuatro meses consecutivos.
Presupuesto 2026, un paso decisivo
El debate económico ahora se traslada al Congreso, donde se espera la presentación del Presupuesto 2026. Para el FMI, esta instancia será clave para “sentar las bases de reformas fiscales necesarias y consolidar lo alcanzado”. El organismo observa con atención la discusión legislativa, que marcará el rumbo económico tras el proceso electoral.
Reservas y estabilidad cambiaria
La cuestión cambiaria también estuvo en el centro de las advertencias. El FMI reconoció las intervenciones del Tesoro para contener la volatilidad, pero recordó que se trata de medidas transitorias. El pedido central es avanzar hacia un esquema transparente y previsible que fortalezca la confianza en el peso.
La acumulación de reservas, remarcaron, resulta indispensable para reducir brechas, respaldar la moneda local y mejorar el acceso al financiamiento internacional. Este punto adquiere aún más relevancia después de las tensiones cambiarias registradas en la recta final de la campaña.
Contacto político y mirada internacional
En paralelo, se confirmó la comunicación entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. Ambos analizaron la implementación del programa vigente y se espera la presencia de Caputo en las reuniones anuales de octubre.
El Fondo envió un mensaje doble: apoyo político al rumbo económico, pero también una firme exigencia de medidas que garanticen estabilidad. Con la mirada internacional puesta en el Presupuesto y en la estrategia cambiaria, Argentina enfrenta semanas decisivas para sostener la confianza.