Los dos últimos detenidos por el brutal triple crimen narco de Florencio Varela serán indagados este lunes ante el fiscal Adrián Arribas, quien asumió la investigación del caso que conmocionó al país.
Se trata de Ariel Giménez, acusado de cavar la fosa donde aparecieron los cuerpos, y Lázaro Víctor Sotacuro, presunto conductor de la camioneta utilizada en el hecho.
Los roles clave en el triple homicidio
Según la investigación judicial, cada detenido cumplió una función específica en el crimen de Brenda Del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15). Giménez habría sido contratado expresamente para cavar el pozo séptico donde fueron enterradas las víctimas. Sotacuro, en cambio, es señalado como el conductor del vehículo que trasladó tanto a las jóvenes como a los integrantes de la banda narco la noche de su desaparición.
La captura internacional y el traslado
Sotacuro fue capturado en un hostal de Villazón, Bolivia, luego de comprobarse que había cruzado por un paso fronterizo ilegal. Tras su aprehensión, fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad en Jujuy y finalmente derivado a la provincia de Buenos Aires, donde permanece alojado en el penal de Ezeiza. Giménez, por su parte, fue detenido durante intensos operativos realizados en Florencio Varela.
La imputación por encubrimiento agravado
Ambos acusados enfrentarán la imputación formal por el delito de encubrimiento agravado, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae. Esta figura penal se aplica pese a los diversos roles que habrían cumplido en el crimen. La elección de esta calificación legal responde a la estrategia del fiscal Arribas, quien recientemente asumió la causa en reemplazo de su colega Gastón Duplaá.
La búsqueda de «Pequeño J» y otros cinco sospechosos
Mientras los dos detenidos enfrentan este lunes su indagatoria, las fuerzas de seguridad no detienen su operativo. La Policía mantiene activa una intensa búsqueda para capturar a otros seis sospechosos directamente vinculados con el crimen. Entre los prófugos más buscados aparece la figura de Tony Janzen Valverde Victoriano, un joven de apenas 20 años que responde al alias de «Pequeño J».
Las autoridades ya emitieron contra él un pedido de captura que trasciende las fronteras argentinas, con alertas internacionales activas. Las investigaciones lo señalan como el presunto líder de la banda narco que planificó y ejecutó el brutal triple homicidio de Florencio Varela. Su captura se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios para los investigadores, quienes creen que su testimonio podría revelar los motivos exactos detrás de los asesinatos y desentrañar por completo la estructura de la organización criminal.
El cambio en la fiscalía y los próximos pasos
La causa experimentó un cambio significativo con la designación del fiscal Adrián Arribas en lugar de Gastón Duplaá. Este relevo se produce en medio de críticas por el manejo inicial de la investigación. Se espera que las indagatorias de este lunes aporten nuevos elementos sobre la estructura de la banda y permitan avanzar en la búsqueda de los demás implicados.
Las indagatorias a Giménez y Sotacuro representan un avance crucial en la investigación del triple crimen que expuso las violentas dinámicas del narcotráfico en el conurbano bonaerense. Mientras la justicia busca reconstruir los hechos, la captura de «Pequeño J» y los demás fugados se mantiene como prioridad para desarticular completamente la banda criminal. Información extraída del medio Crónica.