La Patagonia decidió no esperar más. Neuquén, Río Negro y Chubut avanzan en la creación del Comando Conjunto Patagónico, un organismo interprovincial pensado para dar respuesta inmediata frente a incendios forestales en un escenario cada vez más exigente por sequías y temperaturas extremas.
La iniciativa surgió desde la Secretaría de Emergencias de Neuquén, bajo la conducción de Luciana Ortiz Luna, y busca coordinar a más de 600 brigadistas desplegados en las tres provincias. El objetivo es anticiparse al fuego, actuar en las primeras horas críticas y evitar que los focos se vuelvan incontrolables.
La Patagonia arma su propio comando contra incendios y gana autonomía ante la crisis
De acuerdo con LU17. El plan se apoya en protocolos unificados y en un comando regional único, lo que permitirá aplicar procedimientos comunes y activar respuestas conjuntas sin dilaciones. “Lo que aprendimos del incendio en Valle Magdalena fue determinante”, señaló Ortiz Luna, recordando el siniestro que entre enero y abril arrasó 23.000 hectáreas en el Parque Nacional Lanín.
Ese fuego no solo golpeó al ecosistema neuquino, también obligó a evacuar comunidades mapuches y puso en jaque la capacidad de respuesta de los equipos locales. La funcionaria subrayó que “esa experiencia se está transformando en protocolos concretos de acción temprana que nos permitirán responder de manera unificada y eficaz”.
Durante la temporada 2025/26, se prevé avanzar en la instalación de bases de coordinación, la integración de sistemas de comunicación y la realización de entrenamientos conjuntos entre brigadistas. La meta es consolidar un sistema regional que priorice prevención y reacción inmediata.
La estrategia del comando contempla tres ejes centrales: atacar de forma prioritaria los incendios que amenacen viviendas, movilizar rápidamente a los brigadistas sin depender de autorizaciones nacionales y coordinar el uso de medios aéreos entre las provincias.
Neuquén ya licitó la contratación de tres aviones y un helicóptero, mientras que Río Negro y Chubut alquilarán dos helicópteros pesados cada una. Además, se espera la incorporación de un avión y un helicóptero con financiamiento del Banco Mundial, aunque esa compra recién se concretaría el próximo año.
a decisión de avanzar con autonomía responde también a la crisis de recursos nacionales. Hoy existen apenas 19 medios aéreos para todo el país, lo que limita gravemente la capacidad de reacción frente a múltiples focos simultáneos.
“La situación de los brigadistas de Parques Nacionales también es compleja. Necesitamos que las provincias puedan actuar con autonomía, sin depender de una estructura nacional sobrecargada”, sostuvo Ortiz Luna.
El proyecto no se limita a la reacción. La funcionaria insistió en que la prevención es igual de importante. “Cada fogón mal apagado, cada quema irresponsable, puede convertirse en una tragedia. Vamos a impulsar sanciones más duras para quienes provoquen incendios”, advirtió.
En paralelo, el comando prevé impulsar campañas de concienciación, educación ambiental y control territorial, con la idea de reducir los riesgos desde la raíz y comprometer a la comunidad en la protección del entorno.
La creación de este espacio interprovincial marca un punto de inflexión en la gestión de riesgos de la región. En lugar de depender de refuerzos que llegan tarde desde Buenos Aires, las provincias deciden organizarse en forma horizontal y con autonomía.
“Estamos construyendo un sistema de protección regional que prioriza la vida, los ecosistemas y la capacidad de respuesta local. Es una apuesta por la resiliencia territorial”, concluyó Ortiz Luna.
De cara a la próxima temporada de incendios, el desafío será afinar protocolos, garantizar recursos y sostener la cooperación entre brigadistas y autoridades. El mensaje es claro: la Patagonia se organiza para proteger sus paisajes y a su gente con decisión, rapidez y trabajo conjunto.