El Supremo Tribunal Federal comenzó a juzgar al expresidente, acusado de planear un golpe de Estado tras su derrota electoral de 2022.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil inició el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de tramar un golpe de Estado luego de perder las elecciones presidenciales de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro, de 70 años, no estuvo presente en la sala debido a problemas de salud, según informó su defensa. El exmandatario permanece bajo arresto domiciliario, con un monitor electrónico en el tobillo, y enfrenta cargos por “abolición violenta del Estado democrático de derecho” y “golpe de Estado”.
De ser declarado culpable, podría recibir una condena de más de 40 años de prisión, lo que marcaría un hito en la historia judicial del país.
Las acusaciones contra Bolsonaro
La fiscalía sostiene que Bolsonaro, junto a siete colaboradores de su círculo íntimo, ideó un plan para desconocer los resultados de las urnas, involucrar a las fuerzas armadas e incluso atentar contra la vida de Lula.
El exmandatario niega haber planeado un golpe o un atentado, aunque en audiencias previas reconoció haber “explorado mecanismos previstos en la Constitución” para permanecer en el poder tras la derrota.
Según The New York Times , los magistrados ya escucharon a más de 50 testigos y analizan un cúmulo de pruebas que podría inclinar el fallo en contra del expresidente.
Seguridad reforzada y tensión internacional
El juicio se desarrolla bajo un fuerte operativo de seguridad en Brasilia, con perros rastreadores, drones policiales y planes de evacuación de emergencia para proteger a los jueces.
En paralelo, el proceso ha provocado tensiones diplomáticas, ya que Donald Trump expresó su apoyo a Bolsonaro y amenazó con sanciones comerciales contra Brasil, acusando de “persecución política” al tribunal.
El magistrado Alexandre de Moraes, a cargo del caso, advirtió en su alegato inicial que “la impunidad no es una opción” y condenó los intentos de presión externa sobre la Justicia brasileña.
Lo que se espera en las próximas semanas
La fase final del juicio podría extenderse dos semanas, con un veredicto previsto a partir del 12 de septiembre. En Brasil, país que atravesó una dictadura militar entre 1964 y 1985, este proceso es visto como una prueba de la fortaleza democrática.
Con un escenario cargado de tensiones políticas y diplomáticas, el juicio a Bolsonaro se convierte en un capítulo crucial para la democracia brasileña y para la estabilidad regional.