El precio internacional del petróleo cae, pero el combustible local no acompaña.
Los automovilistas argentinos siguen sorprendidos por el precio de la nafta en los surtidores. Mientras el barril de crudo retrocede en el mercado internacional, en el país la baja no se refleja con la misma intensidad, generando malestar y dudas entre los consumidores.
El “costo argentino” detrás de la diferencia
Luis Navas, asesor legal de la Asociación de Estaciones de Servicio de la República Argentina (AESERA), explicó que no existe una relación automática entre el valor del petróleo y lo que pagan los usuarios en las estaciones de servicio.
“Acá ha bajado hace unos meses el precio del crudo y el precio en surtidor también bajó. El asunto es que no se traslada directamente por el famoso costo argentino”, señaló en declaraciones a Radio Rivadavia.
Comparación con Estados Unidos y otros mercados
En economías como la estadounidense, la variación del petróleo impacta casi de forma inmediata en el precio de la nafta. Sin embargo, en Argentina intervienen múltiples factores internos que modifican esa relación. Impuestos, costos de logística, variaciones del tipo de cambio y retrasos en la actualización de tarifas influyen en el valor final que paga el consumidor.
Distorsiones que todavía pesan en la economía
Según Navas, la estructura de costos argentina arrastra “muchos factores distorsivos” que todavía se están corrigiendo. “Nosotros tenemos muchos factores en la economía que recién se están arreglando. Hubo muchas diferencias en precios relativos”, explicó, marcando que la transición llevará tiempo antes de que los valores en surtidor reflejen de manera más fiel las bajas internacionales.
El precio de los combustibles en Argentina seguirá condicionado por el “costo argentino” y las distorsiones internas, lo que impide una correlación directa con la caída del barril de crudo. Según informó El Día, este desfase continuará siendo una fuente de preocupación para los automovilistas en el corto plazo.