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Los precios de los combustibles registrarán un nuevo aumento, esta vez del casi 5%, a partir del primero de abril en todas las estaciones de servicios del país. Este incremento se debe a la entrada en vigencia de una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), dispuesta por el Gobierno nacional.

La noticia ha generado preocupación entre los empresarios estacioneros, quienes advierten por la caída de las ventas, especialmente en provincias limítrofes. Según datos oficiales, la demanda de combustible ha disminuido hasta un 23% en enero último, mientras que en provincias limítrofes esta caída alcanza hasta el 25%.

La crisis económica y los constantes aumentos en los precios de los combustibles han llevado a muchos automovilistas a optar por la nafta súper en lugar de la premium, a pesar de las recomendaciones. La situación ha impactado negativamente en las ventas de nafta premium, que en enero último registraron una caída del 23% respecto al mismo período del año anterior.

En este contexto, la provincia de Misiones ha sido una de las más afectadas, con la mayor merma en las ventas de combustibles. Esto se explica en parte por la equiparación de los precios locales con los internacionales, lo que ha reducido la demanda en los puntos fronterizos.

La empresa YPF resaltó que todavía falta un aumento del 10% en el precio de la nafta y el gasoil en surtidores para alcanzar el objetivo de un precio de “paridad de importación”.

Además, en los primeros días de abril se estima un “ajuste” debido a las actualizaciones previstas del impuesto a los combustibles y el traslado de la devaluación, con un deslizamiento del tipo de cambio oficial del 2% mensual, por lo que se sumaría a la cuenta de nuevos incrementos.

El precio de los combustibles líquidos en todas las estaciones de servicio del país aumentó un 7,5% promedio desde este viernes a la medianoche, por el impacto de la actualización impositiva dispuesta por el Gobierno y el incremento de los márgenes de rentabilidad dispuesto por las petroleras.

Tal como estaba previsto, desde este mes se implementa la segunda etapa de cuatro para la actualización gradual de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono sobre las naftas y el gasoil, para lo que dispuso un esquema de traslado de los cargos pendientes desde el tercer trimestre de 2021 hasta el mismo período de 2023.

Esta actualización impacta en el precio en un 4%, por lo que el resto del aumento corresponde al aumento de los biocombustibles, la variación del tipo de cambio y el precio del crudo internacional.

Con estas variables, se decidió el incremento de 7,5% desde la medianoche de las principales operadores YPF, Shell (cuya licencia en el país es operada por Raizen), Axion y Puma, que controlan el 95% del mercado.

De esta manera, los precios de referencia que se toman por el valor del litro de combustibles en las estaciones de YF en la ciudad de Buenos Aires desde hoy son $800 para la nafta súper, $987 para la nafta premium, $914 para el diesel ultra y $1073 para el diesel premium.

La corrección impositiva se completará el 1 de abril y el 1 de mayo, para luego en junio volver a actualizarse de acuerdo con eI Indice de Precios al Consumidor del Indec del primer trimestre de 2024, de acuerdo con la legislación del tributo que establece pauta trimestral.

Desde mediados de diciembre, los aumentos de combustibles alcanzan cerca del 95% de acuerdo con las distintas ciudades del país y producto, lo que contribuyó a una fuerte caída de la demanda en enero que registró caídas de hasta 25% en los productos premium de algunas compañías.

En ese primer mes las ventas totales de naftas y gasoil registraron unos 1.466.484 m3, lo que reflejó una merma del 5,7% frente a los 1.556.128 m3 de enero de 2023 y de una disminución del 7,5% ante los 1.585.783 m3 expendidos en diciembre último, según la Secretaría de Energía.

El año pasado había concluido con un alza para los últimos doce meses de casi el 2% frente a 2022.

El Gobierno nacional dispuso un aumento gradual del impuesto a los combustibles que afecta directamente en el valor de la nafta y gasoil. Por este motivo, varios surtidores aumentaron alrededor del 6,5%. En Comodoro, la nafta Súper alcanzó los $638 pesos y nafta Infinia $810 pesos.

Tras conocerse la noticia que el 1° de febrero comenzaría con incrementos en los combustibles, varias filas se formaron en las estaciones de servicio con la intención de ahorrar algunos pesos.
La decisión del Ejecutivo fue actualizar el tributo congelado por los períodos 2021 y 2022, y postergar el correspondiente al ejercicio 2023, según indica el decreto 107/2024, publicado esta madrugada en el Boletín Oficial.

En la norma se establecieron los incrementos en los montos de los impuestos fijados para los combustibles, correspondientes al primer, segundo, tercer y cuarto trimestres del año 2023, debido a que estaban desactualizados.

De esta manera, el Gobierno fijó que el aumento del primer y segundo trimestre de 2023 tenga efecto para la nafta sin plomo, nafta virgen y el gasoil a partir del 1° de marzo de este año. Los demás incrementos están previstos para el 1° de abril y el 1° de mayo.

Este jueves, los nuevos montos ya se registraron en las carteleras de precios de Comodoro quedando de la siguiente manera:

Nafta Súper: $638

Nafta Infinia: $810

Diesel 500: $848

Infinia Diesel : $1020

El impuesto nacional a los combustibles ha estado congelado en $27,6 desde octubre de 2022, pero finalizó en enero.

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) sugiere que el precio de la nafta súper en surtidor podría aumentar hasta un 25% a partir de febrero. Esto se debe a la posible actualización del impuesto a los combustibles que vence el 1 de febrero.

El informe destaca que, si el gobierno decide actualizar el impuesto, el precio de la nafta súper podría pasar de $27,6 a $34,5. En dólares oficiales, este aumento implicaría un salto de $0,95 a $1,2. El IARAF señala que esto podría generar recursos adicionales para el gobierno, pero aumentaría los costos para los consumidores y los transportistas.

El impuesto nacional a los combustibles ha estado congelado en $27,6 desde octubre de 2022. El gobierno ha postergado la actualización para evitar aumentos bruscos en el precio de los combustibles, pero esta prórroga finaliza a fines de enero.

La carga tributaria sobre el valor final de la nafta súper en la ciudad de Córdoba podría pasar de un 24% a un 39% con la actualización del impuesto, según el informe. La no actualización del tributo significaría una pérdida de recaudación real para el gobierno, que ha experimentado un descenso significativo en la recaudación del impuesto a medida que su valor real disminuyó.

A una semana de un nuevo incremento de las naftas en todo el país, Axion decidió bajar levemente los precios en surtidores para no perder clientes debido a la reducción de la demanda.

Hace una semana, Raúl Castellanos, titular de la Cámara de Empresas de Combustibles, confirmó un incremento del 27% en el valor de las naftas. Se trató del primer aumento de 2024 y llevó el litro de nafta cerca del máximo histórico de un dólar.

Ante esta situación y ante la baja de la demandas por los altos costos, en algunas estaciones de servicio se comienza a observar un repliegue en los valores de la nafta en las últimas horas.

Axion decidió así en las últimas horas, bajar el precio de las naftas y la súper se negocia a $737 por litro, informó Ámbito.

Puma, por su parte, bajó sus precios al día siguiente del aumento para mantenerse competitivos. Al 3 de enero, la nafta súper cotizaba $665 el litro y la Premium, $831, mientras que ahora descendieron a $636 y a $789 respectivamente. En el caso de las dos versiones de diesel (grado 2 y 3) bajaron de $869 y $984 a $814 y $979, respectivamente.

Desde fines de noviembre, los números resultan alarmantes: un aumento del 141% en pesos (de $311 a $750); un 9% en dólares oficiales (junto a una considerable devaluación) y un 116% al precio del blue.

Sin embargo, más allá de la impresionante magnitud de este incremento, es esencial contextualizar estos valores en una perspectiva histórica más amplia, considerando el último decenio y las políticas económicas adoptadas.

A partir de este miércoles es más caro llenar el tanque del auto. Apenas transcurridos tres días de este 2024, un nuevo aumento en los combustibles, que esta vez será de 27%, se hará sentir en las estaciones de servicio de todo el país.

Así fue confirmado por fuentes del sector a LA NACION, al tiempo que las largas y acostumbradas colas comenzaban a formarse en los puntos de expendio. De esta manera, según las estimaciones de los estacioneros, el litro de nafta súper promediaría los $750, mientras que el de la premium en algunas estaciones superaría los $1000 y quedaría más cerca del valor del dólar paralelo –que este martes cerró a $1005–.

Raúl Castellanos, presidente de la Cámara de Empresarios de Combustible, comentó a LA NACION que durante 2023 el aumento promedio ponderado en estaciones de servicio YPF fue del 260%. “Contra una inflación estimada del 200% hubo una diferencia a favor de los combustibles de 60 puntos porcentuales, con lo que se cubrió el atraso que había con respecto de la inflación. El aumento de anoche ubica al combustible con mayor diferencia”, destacó.

El directivo agregó que “se puede hacer el cálculo de costos de producción, pero el Presidente ha dicho que los combustibles deben alcanzar la paridad de exportación o importación, para lo cual debería subir más sin tener en cuenta los costos de elaboración”.

El de anoche es el segundo aumento de combustibles desde que asumió Javier Milei, ya que tras la devaluación los precios subieron entre 35% y 45%. Ese incremento, a su vez, se había sumado al aplicado apenas una semana antes, el 8 de diciembre (todavía bajo el mandato de Alberto Fernández), en el que el ajuste había sido de entre 15% y 30%, dependiendo la marca y la zona geográfica.

Con el anterior incremento, en el caso de YPF en la ciudad de Buenos Aires, los valores habían quedado en $587 para el litro de nafta súper; $704 para el de nafta premium; $662 para el gasoil y $779 para el diésel premium.

En principio, serían solo las petroleras privadas las que aplicarían estas subas, pero ninguna de ellas confirmó el ajuste indicado por fuentes del sector. Tampoco desde la estatal YPF hicieron declaraciones, aunque, si se especula sobre la base de lo que fueron los últimos aumentos, lo más probable es que finalmente también se sume.

Luego del último incremento, del 8 de diciembre, los precios de los combustibles en la petrolera Raízen, licenciataria de la marca Shell, que tiene los valores más altos del mercado, habían quedado así: nafta súper, $617 (US$0,75); nafta premium, $750 (US$0,94); gasoil súper, $695 (US$0,87), y gasoil premium, $791 (US$0,99). A estas cifras habrá que sumarle ahora, un 27%, con lo que en algunos casos se llegaría al valor internacional de US$1 por litro.

Con este aumento se configura un alza posdevaluación de 84%, en línea con lo que reclamaban las petroleras, que aducían que el traslado a precios de la devaluación debía ser de entre 70% y 80%.

En respuesta a la reciente devaluación anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, las compañías petroleras están implementando un aumento promedio del 37% en los precios de los combustibles. Esta información, confirmada por fuentes del sector energético a medios de comunicación, ya está siendo comunicada a las estaciones de servicio en el área metropolitana.

Se espera que los ajustes comiencen en las estaciones de la ciudad de Buenos Aires, marcando el tercer incremento en las últimas tres semanas. Esta medida se lleva a cabo tras la validación de una devaluación del 54% del peso, lo que impulsó un aumento inmediato del 118% en la cotización del dólar oficial para el comercio exterior, pasando de $366 a $800.

La divisa estadounidense ha continuado su escalada durante esta semana, generando preocupación entre empresarios y ejecutivos, quienes expresaron su inquietud por el aumento de costos en una reunión por el Día del Petróleo. Fuentes confiables aseguran que se esperan incrementos en los valores de los combustibles en las próximas horas.

Se destaca que si bien la devaluación busca impulsar la competitividad de las exportaciones argentinas, también conlleva el riesgo de aumentar la inflación. El incremento en los precios de los combustibles, siendo un insumo clave para muchas industrias, podría acelerar este proceso inflacionario.

 

Las expectativas de muchos sectores que acumulan atrasos en sus precios y que pretenden ajustarlos dependían de cómo fuera el resultado electoral del domingo último. Pero el hecho de que el ministro y candidato por Unión por la Patria, Sergio Massa, haya sido el más votado y tenga altas chances de ser presidente hace que, por obvias razones, cualquier negociación de estas características se dilate hasta luego del balotaje.

En el caso del consumo masivo, en la última semana se publicó en el Boletín Oficial la resolución con la prórroga hasta diciembre del programa “Precios Justos”, que establece un sendero de ajuste mensual de 5% y beneficios fiscales para que las empresas compensen en parte la diferencia entre ese aumento y la inflación.

Funcionarios de la Secretaría de Comercio recibieron en los últimos días a los representantes de supermercados y da algunas empresas y les transmitieron que hasta el 19 de noviembre se mantendrá el statu quo (nada que las compañías no imaginasen) y que luego volverían a hablar.

Más allá de las diversas estrategias de las compañías para sortear el congelamiento, como el cambio de productos, el lanzamiento de nuevos o la mayor venta en el canal tradicional, que no tiene control, lo cierto es que esta realidad generó importantes problemas de escasez en las góndolas que se mantendrán hasta diciembre. Más aún con la expectativa de devaluación que hay tras el cambio de Gobierno.

También habían sido congelados, pos PASO, los servicios regulados. En el caso del transporte, tanto automotor como ferroviario, la tarifa había quedado congelada hasta diciembre ya en ese momento, a diferencia de otros rubros cuyos acuerdos vencían a fines de octubre. El boleto mínimo de colectivo hoy está en $55 y el de tren, $33. Antes de las primarias, el Gobierno venía permitiendo un ajuste mensual en línea con la variación del IPC del Indec, pero luego quedó congelado en esos valores. A ello se le suman los tres años de atraso que acumulan, ya que por la pandemia no hubo aumentos.

“Hoy estamos cubriendo el 85% del costo del transporte automotor y fuimos aumentando los subsidios. Pero el sector reclama más; afirman que el boleto debería costar $500 para cubrir los costos. En el caso del tren, absorbemos el 100%”, precisaron fuentes de la Secretaría de Transporte. Por otro lado, destacaron que ya se le empezó a otorgar el subsidio directamente a la demanda, por ahora a algunos sectores específicos con atributo social, pero el objetivo es que ése sea el mecanismo general a mediano plazo.

En el caso de los combustibles, las empresas habían acordado con el Gobierno un sendero de aumentos del 4% mensual a fines del año pasado. Y aunque fue fuerte la presión de las petroleras para aumentar por sobre ese porcentaje, especialmente a partir de que la inflación comenzó a dispararse, no hubo margen para subir demasiado. En algún caso, la suba mensual escaló al 6%, y luego de la devaluación pos PASO se les permitió ajustar 12,5%. En octubre, las compañías aumentaron ese 4% pero este acuerdo vence la semana próxima.

“La decisión la tienen Massa y Royón -Flavia, secretaria de Energía. La premisa de ella es que se siga manteniendo un sendero de precios.

“La semana próxima se sentarán las autoridades nacionales con las principales operadoras y definirán qué hacer, pero no imagino a las empresas resistiéndose demasiado en el actual momento político”, dijo una fuente de Energía.

Mientras tanto, los precios de los combustibles subieron la semana última entre 3% y 4%, exactamente pos elección, pero en la cartera energética explicaron que se debió al aumento de los biocombustibles de agosto que no había sido trasladado.

Servicios de luz y gas

Las tarifas de luz y gas tampoco tendrán cambios por el momento. Lo que tiene que definir el Gobierno en breve es si postergará las audiencias públicas previstas, en ambos casos, para noviembre. Pero en Energía creen que “todo se postergará hasta después del batotaje”.

En esas audiencias, debe comenzar a discutirse un aumento en el precio de la energía y del gas, que impactará en la boleta de todos los usuarios, independientemente de si reciben todavía subsidio o no. Hoy los únicos sectores que pagan la tarifa plena son los de altos ingresos y los que no se inscribieron en la solicitud para evitar que se los quiten, pero los medios y bajos siguen pagando la luz y el gas subsidiados.

Respecto de la cuota de las prepagas, si bien se sostiene hasta diciembre el congelamiento para aquellas familias que tengan ingresos por hasta $2 millones por mes, se dispuso para el resto de los afiliados un incremento de 10,98% a partir de noviembre. De hecho, ya fue comunicado por las empresas.

Según precisó el presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS), Claudio Belocopitt, “ese aumento acordado será aplicado para todos aquellos que tienen ingresos superiores y no se han presentado a pedir el tope. Es un porcentaje de entre 10% y 12% de los grupos familiares”. A su vez, cuando cese este congelamiento, en diciembre, vuelve a regir la suba diferencial para quienes generan cuatro salarios mínimos.

En diálogo con Infobae, Belocopitt aprovechó la oportunidad para recordar la gravedad por la que está atravesando el sistema de salud en materia de financiamiento y consideró muy necesario que el tema se incluya en el debate que tendrán los dos candidatos a presidente, Sergio Massa y Javier Milei.

“La medicina prepaga tiene una ley que dice claramente que automáticamente, cuando se genera el aumento de los costos, tiene que subir el precio. Fue sancionada en 2010 y nunca se cumplió. Cuando la situación se puso muy al límite, se estableció una fórmula, vigente hoy, pero que estaba preparada para índices de inflación más bajos y hoy nos genera un enorme problema financiero”, precisó el empresario.

Mientras que entre enero y septiembre 2023 la inflación fue del 103%, la actualización de las cuotas del sistema de salud fue de 77%. “Es una fórmula que refleja que capturás los aumentos con 60 días de atraso. Con los actuales niveles de inflación, para el sistema de salud, es muy crítico”, remarcó Claudio Belocopitt.

Lejos de normalizarse, el abastecimiento de combustible en Esquel sigue siendo un problema y este jueves nuevamente hay faltante.

En los últimos días el faltante de combustibles se volvió una constante en Esquel y, si bien llegaron camiones a abastecer las estaciones de servicio, la alta demanda hizo que se termine rápidamente.

Esta situación comenzó a registrarse el pasado fin de semana en la previa de las elecciones nacionales, cuando gran cantidad de automovilistas se abocaron a las estaciones de servicio previendo un posible aumento luego de los comicios, que finalmente se aplicó el día lunes.

Desde entonces se han observados largas filas de automóviles en las estaciones de servicio de la ciudad y a pesar de que este miércoles arribaron los camiones proveedores, se terminó rápidamente. La misma situación se vive en la vecina localidad de Trevelin.

Según pudo saber EQSnotas.com, aguardan nuevamente la llegada de los combustibles, que podría ocurrir en la tarde de este jueves o el día viernes por la mañana.