Se trata de un proyecto comunitario e inclusivo, que funciona en la Escuela Municipal Nº 1.
“Es una nueva escuela de rugby, creada con el objetivo de generar una herramienta educativa y social, a través del deporte”, destacó el Intendente Gustavo Sastre
Hace un tiempo funciona en Madryn la Escuela de Rugby “Aonikenk RC”, nacida mediante el compromiso de familias madrynenses, con el fin de generar un espacio para todas las infancias y adolescencias “sin distinción de género, condición social o capacidad”, como reza su carta de presentación. El Intendente visitó a los chicos y chicas que entrenan en forma cotidiana, utilizando las instalaciones de la Escuela Municipal 1 “Víctor Morón”.
“Habíamos tenido la inquietud de las familias y del presidente de este club, Marcelo Melo, con respecto a buscar un lugar adecuado en el que se puedan desarrollar las prácticas, sobre todo en época de invierno y bajas temperaturas. Logramos conseguir un espacio en el SUM de la Escuela Municipal 1, hasta tanto Aonikenk RC pueda llevar adelante su etapa final de inscripción como institución, y avance en la gestión de un escenario propio para los entrenamientos, las reuniones y la coordinación de la escuela”, destacó Sastre.
Desde el club, indicaron que “el rugby se ha caracterizado por transmitir valores que consideramos fundamentales para la formación de nuestros niños, niñas y adolescentes, como el respeto, la disciplina, el trabajo en equipo, la solidaridad y deportividad. Estos son los pilares que guían cada entrenamiento y encuentro que realizamos”.
AONIKENK RC
Más adelante el Intendente comentó que “en cada reunión realizada con los representantes del club, ha quedado claro que lo que se busca es promover la inclusión social de infancias y juventudes de distintos barrios para poder brindar un espacio de contención y pertenencia a través del deporte como hilo conductor”.
Desde el club, además, indicaron que se busca “fomentar la vida saludable y la integración comunitaria, incorporando a niños y jóvenes con diferentes capacidades, bajo supervisión profesional.
Para Sastre “educar a través del deporte, es clave. Porque desde allí se promueven valores como el respeto, la disciplina, la solidaridad y empatía, formando mejores personas y ciudadanos comprometidos con su comunidad. Se trata de promover también la integración social de niños y adolescentes en un espacio comunitario”.
El club cuenta con coordinador infantil, profes de educación física, monitores, docentes que brindan apoyo escolar, charlas y talleres, y un trabajo en red con el CAPS Favaloro, ubicado en el cruce de las calles Río Senguer y El Maitén, en el Barrio Pujol.