El Gobierno aplicará controles más estrictos luego de la difusión de grabaciones de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
Tras la filtración de audios de Karina Milei, el Ejecutivo dispuso un nuevo esquema de seguridad en la Casa Rosada. Desde ahora, Casa Militar pedirá los teléfonos celulares de los visitantes y realizará barridas electrónicas en los salones antes de cada encuentro.
Según información de TN, esta medida busca garantizar la confidencialidad de las reuniones oficiales y evitar que se repitan episodios de espionaje ilegal en el corazón del poder político.
Preocupación por la imagen internacional
Uno de los principales temores del oficialismo es que mandatarios extranjeros puedan sospechar que sus charlas en Balcarce 50 hayan sido registradas sin autorización. Por eso, las nuevas disposiciones también alcanzan a las reuniones de gabinete y a los encuentros presidenciales.
El Gobierno denunció que la difusión de los audios constituye una “operación de inteligencia” y presentó una causa judicial para esclarecer el origen de las grabaciones.
Tensiones en la seguridad presidencial
El episodio se suma a las diferencias ya existentes entre Casa Militar y la Policía Federal Argentina, encargada de la custodia de Javier Milei, tras los incidentes ocurridos en la caravana presidencial en Lomas de Zamora.
No obstante, desde el Ministerio de Seguridad aclararon que no se reforzará el operativo previsto para el cierre de campaña en Moreno, al que asistirá el Presidente junto a referentes de La Libertad Avanza.
Con estas medidas, el Gobierno busca blindar la seguridad en la Casa Rosada y transmitir un mensaje de control frente a la crisis generada por la filtración de audios.