La tensión en el suroeste de Colombia volvió a escalar este domingo, cuando comunidades campesinas del departamento del Cauca retuvieron a 45 militares durante una operación contra el grupo armado Carlos Patiño.
Vinculado al Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las antiguas FARC.
Los hechos ocurrieron en la vereda El Tigre, municipio de El Tambo, donde tropas del Ejército fueron interceptadas por unas 600 personas que, según la institución, actuaron bajo la influencia del grupo armado. La multitud impidió el desarrollo de la operación militar, desplegada con más de 300 uniformados desde mediados de agosto para recuperar el control de zonas estratégicas para el narcotráfico.
De acuerdo con Radio3, los soldados fueron rodeados en medio de un operativo dirigido al cañón del Micay, corredor clave para la producción de coca y la salida de droga hacia el Pacífico.
Llamado de Petro a la liberación
El presidente Gustavo Petro pidió públicamente la liberación inmediata de los soldados, apelando al diálogo y a la sustitución pacífica de cultivos ilícitos.
“Dejen libres a los soldados, pueden ser sus hijos. Los hijos de Colombia deben abrazarse y sobrevivir a sus padres”, expresó el mandatario.
Petro también insistió en que su gobierno busca “liberar el territorio nacional de las mafias”, reforzando la idea de que la transformación en las comunidades rurales debe pasar por abandonar el cultivo de coca.
Acusaciones de delitos y antecedentes
El Ejército colombiano denunció que, además de la retención, se están cometiendo delitos como secuestro, concierto para delinquir, violencia contra servidor público y obstrucción a la función pública. Según Teleamazonas, inicialmente fueron retenidos 72 militares, de los cuales 27 fueron liberados de inmediato.
No es el primer caso de este tipo en la región: un mes atrás, otros 33 uniformados fueron retenidos en Guaviare y liberados tras la intervención de organismos humanitarios.
Una región bajo presión armada
El grupo Carlos Patiño mantiene su bastión en el cañón del Micay, donde confluyen el narcotráfico y la minería ilegal. Desde 2021, el Ministerio de Defensa ha registrado más de un centenar de asonadas contra las fuerzas militares en distintas zonas del país, lo que evidencia la compleja relación entre comunidades, economías ilegales y presencia estatal en territorios disputados por grupos armados.
Incertidumbre sobre los soldados retenidos
Mientras continúan las gestiones para liberar a los uniformados, la situación en el Cauca refleja uno de los mayores desafíos del gobierno colombiano: recuperar la autoridad en regiones dominadas por economías ilícitas, sin desatar nuevas crisis humanitarias.




