El vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Emiliano Yacobitti, respondió a las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien cuestionó públicamente el monto de su salario en medio del debate por el financiamiento universitario.
Todo comenzó con un mensaje en redes sociales de Caputo, donde aseguró que Yacobitti cobraba 18 millones de pesos en la UBA, seis veces más que cualquier ministro del Ejecutivo. El ministro utilizó esa acusación para cuestionar la defensa del sistema universitario en el marco de la marcha federal educativa.
El vicerrector rechazó las declaraciones y aseguró que se trató de un intento de “ensuciar” a quienes apoyan la universidad pública. “Esas cosas no se pueden hacer. Caputo tiene todos los datos a su disposición y usar esa información para agredir está mal”, declaró Yacobitti en diálogo con TN.
Los recibos en mano
Para respaldar sus palabras, el vicerrector difundió sus recibos de sueldo de agosto de 2025. Según detalló, percibió $1.817.751,34 netos por su cargo en el Rectorado y Consejo Superior de la UBA, y $461.090,95 como docente en la Facultad de Ciencias Económicas.
“Lo que ocurrió fue que se intentó desviar la discusión y hacer una campaña en contra de quienes estábamos defendiendo a las universidades”, agregó.
El trasfondo político
El cruce se da en un contexto marcado por el rechazo de la Cámara de Diputados al veto presidencial sobre la ley de financiamiento universitario. “La primera sensación fue de alivio y agradecimiento. Para todo el sistema universitario y la sociedad es fundamental que se nos haya escuchado”, sostuvo Yacobitti.
Caputo, por su parte, redobló la apuesta y respondió en redes: “Hasta que no se vayan los tipos como vos este país no va a cambiar nunca”. Incluso agregó un mensaje con tono electoral: “El país que se quiera construir en los próximos 20 años depende del voto de la gente. Ya conocemos el modelo que propone esta gente, es el que heredamos en 2023”.
Debate abierto
El enfrentamiento entre ambos dirigentes expone la tensión política que rodea al financiamiento educativo y deja en evidencia cómo los temas salariales y de gestión universitaria son utilizados en la disputa pública.