La megaoperación policial que tuvo lugar en las favelas de Río de Janeiro el martes 28 de octubre de 2025 dejó un saldo de más de 132 muertos, convirtiéndola en la más letal en la historia de Brasil.
La incursión, realizada para desarticular a la organización criminal Comando Vermelho, fue extremadamente violenta y se saldó con decenas de muertes, la mayoría de las cuales no figuraban en el balance oficial inicial.
Durante la madrugada del miércoles, los vecinos de las favelas encontraron al menos 70 cadáveres adicionales en un bosque cercano. Los cuerpos, alineados en el suelo y cubiertos con mantas, se colocaron en una plaza de la favela Vila Cruzeiro para que los familiares pudieran identificarlos. Con este hallazgo, el número total de muertos sube a 132, entre los que se incluyen cuatro policías.
Además, la operación dejó un saldo de 81 detenidos y el decomiso de 90 fusiles. Según las autoridades, los narcotraficantes del Comando Vermelho lanzaron granadas contra la policía desde drones, lo que demuestra el alto nivel de organización y violencia del grupo.
Río de Janeiro vive una jornada de terror: la ciudad en vilo tras el fuego cruzado
El miércoles, Río de Janeiro amaneció con una atmósfera gris y cargada de tensión. Unos 2.500 agentes policiales se desplegaron en los complejos de favelas que sirven como cuartel para el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil. Este grupo se enfrenta a la policía en una lucha por el control del narcotráfico, no solo en Río, sino también en varias otras regiones del país.
Fundado en los años 80 en Río de Janeiro, el Comando Vermelho ha sido históricamente uno de los actores más importantes del crimen organizado en Brasil. En su enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, los narcotraficantes no dudaron en utilizar drones para lanzar ataques, lo que muestra la creciente sofisticación de sus métodos.
Reacciones políticas y aumento de tensiones
La megaoperación policial en Río de Janeiro, llevada a cabo el martes 28 de octubre de 2025, dejó más de 132 muertos, convirtiéndola en la más letal en la historia de Brasil. En la madrugada del miércoles, los vecinos de las favelas donde ocurrió el asalto encontraron al menos 70 cadáveres adicionales en un bosque cercano. Los cuerpos fueron alineados en una plaza de la favela Vila Cruzeiro, donde los familiares pudieron identificarlos. Estos 70 muertos no estaban incluidos en el balance oficial inicial, que reportó 64 víctimas, entre ellas cuatro policías.
Además, la operación resultó en 81 detenidos y el decomiso de 90 fusiles. Los narcotraficantes utilizaron drones para lanzar granadas contra los agentes de policía, lo que demuestra la sofisticación del Comando Vermelho.
Al día siguiente, Río de Janeiro amaneció envuelta en una neblina gris, tras una jornada de terror marcada por un fuego cruzado entre policías y criminales. Un total de 2.500 agentes fueron desplegados en dos complejos de favelas, considerados el cuartel general del Comando Vermelho. Este grupo criminal es uno de los más poderosos del país, solo por detrás del Primer Comando de la Capital (PCC) de São Paulo.
Preocupación internacional por el uso de la fuerza policial
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos expresó su preocupación por la magnitud de la operación. La ONU ha instado al gobierno brasileño a investigar de manera efectiva y pronta las muertes ocurridas durante el asalto, recordando las obligaciones de Brasil bajo el derecho internacional. El alto comisionado de la ONU, Volker Türk, se pronunció en redes sociales, pidiendo que se esclarezca el uso de la fuerza en la operación.
La masacre también se produce en un momento particularmente delicado, ya que Brasil se prepara para la Cumbre Mundial del Clima de la ONU que tendrá lugar en Río de Janeiro la próxima semana. La violencia en las calles de la ciudad ha opacado este evento internacional, que reunirá a líderes globales para debatir sobre el cambio climático. Información extraída del medio El Pais.




