Operativo complejo en Rocas Coloradas para localizar a Juana Morales y Pedro Kreder.
Desde el sábado 11 de octubre, Pedro Alberto Kreder (79) y Juana Inés Morales (69) permanecen desaparecidos en la extensa zona de Cañadón Visser y Rocas Coloradas, sobre la ruta que conecta Comodoro Rivadavia con Camarones.
La búsqueda, considerada una de las más prolongadas de los últimos años en la provincia, se intensifica bajo condiciones climáticas adversas y un terreno inhóspito.
Según informó Rivadavia AM 630, el Ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz, brindó detalles sobre el operativo en diálogo con Jonatan Viale en #PanYCirco, confirmando que hasta el momento no se ha tenido hallazgo que permita continuar la búsqueda con esperanzas de encontrarlos con vida.
«No hemos tenido ningún hallazgo que nos permita continuar la búsqueda con esperanzas de encontrarlos con vida».
Operativo terrestre y aéreo: estrategias ante un terreno difícil
El funcionario precisó que el rastrillaje se realiza a pie por el zanjón que conduce al mar, ya que se trata de una zona de pesca. Además, se sumará un helicóptero para ampliar el radio de búsqueda, dado que el terreno es muy complejo para caminar.
“Iturrioz precisó que en el área existen muchos puestos y lugares abandonados donde podrían haberse resguardado, y recordó que estaban a siete kilómetros de un refugio con víveres”.
El operativo cuenta con aproximadamente 60 efectivos, canes especializados, drones y equipos técnicos, distribuidos en cuadrículas desde la ubicación del vehículo hasta la zona costera.
Vehículo hallado intacto y condiciones climáticas adversas
Respecto al vehículo de la pareja, el ministro explicó: “Estaba cerrada, que no había sido violentada. Había muchas pertenencias personales, incluso dinero”. Añadió que se debió romper uno de los cristales para que trabajen los canes y que la camioneta no se ha retirado por la dificultad del terreno y las huellas borradas.
El clima y las condiciones naturales fueron señaladas como un obstáculo crucial: “El sábado hubo viento intenso y el domingo llovió, borrando cualquier tipo de huellas. El viento superó los 100 km/h”, destacó Iturrioz, subrayando la complejidad del rastrillaje.
Agua y supervivencia: la última esperanza
Sobre la posibilidad de encontrar a los jubilados con vida, Iturrioz indicó: “La única esperanza que tenemos es que haya algún lugar que tenga agua dulce, que hayan tenido algún alimento porque de hecho lo llevaban”. Destacó que el terreno es engañoso y seco en superficie, pero con corrientes subterráneas de agua que podrían haberles permitido sobrevivir.
El ministro admitió la dificultad del caso y la necesidad de mantener cautela en la comunicación: “Somos cautos con la información y entendemos el estado de desesperación y angustia de los familiares”.