Encuesta revela cómo valoran los argentinos a sus jefes.
Una reciente encuesta de Randstad, con más de 4.000 participantes, reveló que el 58% de los trabajadores argentinos se siente valorado por su jefe, aunque casi un tercio asegura no recibir reconocimiento por sus logros. La información se extrajo de Noticias Argentinas.
Reconocimiento laboral: un desafío pendiente
El relevamiento indicó que solo el 22% de los empleados siente que su jefe siempre reconoce sus logros, mientras que un 46% recibe reconocimiento ocasionalmente. Casi un tercio (32%) nunca ha sido reconocido, evidenciando un área de mejora significativa en las organizaciones argentinas.
Andrea Avila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó: “El reconocimiento de logros y el feedback oportuno son herramientas simples, de bajo costo y alto impacto, pero aún subutilizadas”.
Relación y comunicación con los jefes
El 37% de los trabajadores argentinos asegura que su jefe siempre los escucha y tiene en cuenta sus opiniones. Por otro lado, el 43% indicó que solo algunas veces se les considera, y un 20% asegura que nunca se les consulta.
A nivel regional, Chile lidera en percepción de escucha (41%), seguida por Uruguay (38%) y Argentina (37%). Esta dinámica refleja cómo la comunicación efectiva impacta directamente en la satisfacción laboral.
Tipo de trato y satisfacción general
Más de la mitad de los trabajadores (56%) afirma nunca haber sido maltratado por su jefe. Sin embargo, el 33% admitió haberse sentido alguna vez maltratado: 9% muchas veces y 2% siempre.
Respecto a la relación con su superior, el 46% se declaró muy satisfecho, el 41% neutro, y el 13% descontento en algún grado. Estos datos muestran la relevancia de construir relaciones laborales positivas y respetuosas para fomentar un buen clima organizacional.
Impacto de las redes sociales en la relación jefe-empleado
El estudio también indagó sobre la cercanía digital: el 30% de los argentinos encuestados tendría a su jefe entre sus contactos en redes sociales. Esto refleja la influencia de millennials y centennials en la desdibujada línea entre lo personal y laboral, promoviendo vínculos más horizontales y cercanos.
Andrea Avila concluyó: “Gestionar las relaciones y el ambiente laboral, equilibrando exigencia y resultados con vínculos y bienestar, es una habilidad central que los líderes deben desarrollar para asegurar ámbitos laborales más humanos”.




