El organismo internacional proyecta una baja del 7% en 2025 y otro 7% en 2026. Los valores de granos, metales y energía volverían a niveles previos a la pandemia.
El más reciente informe de Perspectivas de los Mercados de Commodities del Banco Mundial encendió las alarmas en América del Sur. El organismo advirtió que los precios internacionales de las materias primas caerán por cuarto año consecutivo, con una reducción promedio del 7% en 2025 y otra similar en 2026, alcanzando su nivel más bajo en seis años.
Según publicó El Observador esta caída se explica por el menor crecimiento global, el superávit de oferta petrolera y la incertidumbre económica internacional, además del posible regreso del fenómeno La Niña, que afectaría las cosechas hacia fin de año.
Preocupación en el agro argentino y uruguayo
El informe advierte que Argentina y Uruguay serán dos de los países más golpeados por la baja de precios, dado que sus economías dependen en buena medida del sector agroexportador. La caída de los valores internacionales podría impactar en las cuentas fiscales y los ingresos por exportación, justo cuando Argentina intenta consolidar su equilibrio macroeconómico.
En el caso argentino, los analistas señalan que la rentabilidad del campo se verá presionada por un doble frente: menores precios internacionales y altos costos internos debido a la inflación, los impuestos y las tarifas energéticas. Según el Banco Mundial, la única salida será mejorar los rendimientos productivos y acelerar la adopción tecnológica en el agro.
Soja y alimentos: el desafío de producir con precios en baja
El Banco Mundial proyecta una caída del 6,1% en los precios de los alimentos para 2025 y del 0,3% para 2026, con la soja como principal afectada. La sobreoferta global, la desaceleración económica de China y las tensiones geopolíticas explican el descenso.
De acuerdo con el organismo, los valores podrían recién estabilizarse hacia 2027, cuando la demanda internacional se recupere parcialmente.
A esto se suma un factor de peso: el aumento del 21% en los precios internacionales de los fertilizantes, impulsado por el encarecimiento de los insumos energéticos y las restricciones comerciales.
En este escenario, los márgenes del agro argentino podrían reducirse aún más, sobre todo si se confirma la llegada de un nuevo evento de La Niña a fines de 2025.
Energía y metales: señales mixtas para el futuro económico
El reporte también prevé que los precios del gas y del petróleo seguirán en descenso durante los próximos dos años. El crudo podría ubicarse en torno a USD 68 por barril en 2025 y USD 60 en 2026, los valores más bajos de los últimos cinco años.
La tendencia obedece a una sobreoferta global de crudo y al avance de las energías alternativas, sumado al enfriamiento de la demanda china y el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos.
Para Argentina, que apuesta a proyectos como Vaca Muerta y la explotación del litio en el norte, el panorama es de “oportunidad moderada”: las inversiones energéticas seguirán siendo esenciales, pero los ingresos en divisas podrían ser menores a lo esperado si los precios internacionales no repuntan.
El Banco Mundial recomienda prudencia fiscal y resiliencia climática
El organismo internacional aconsejó a los países exportadores de materias primas “mantener políticas fiscales prudentes y reforzar la resiliencia climática”, con el fin de enfrentar la volatilidad económica y la desaceleración global.
El futuro inmediato se perfila desafiante para el Cono Sur: más producción, menor rentabilidad y un escenario climático incierto.
Tanto Argentina como Uruguay deberán fortalecer su competitividad y adaptar sus estrategias económicas ante un nuevo ciclo de precios bajos.




