En vísperas de la cumbre de la ASEAN que comenzará este domingo en Kuala Lumpur, Estados Unidos y China mantuvieron conversaciones calificadas como “muy constructivas” por ambas partes.
La reunión, que tuvo lugar en la torre Merdeka 118 —el segundo edificio más alto del mundo—, buscó descomprimir las tensiones comerciales entre las dos mayores economías globales antes del esperado encuentro entre Donald Trump y Xi Jinping previsto para la próxima semana en Corea del Sur. Los avances alcanzados abren una ventana de esperanza para reducir la guerra arancelaria que ha afectado al comercio internacional en los últimos años.
Un diálogo clave en la antesala de la cumbre ASEAN
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el vice primer ministro chino, He Lifeng, encabezaron las negociaciones en la capital malasia. De acuerdo con un portavoz del Tesoro, “las conversaciones han sido muy constructivas y esperamos que se reanuden por la mañana”, subrayando la voluntad de continuar el diálogo bilateral.
Ambas delegaciones coincidieron en la necesidad de mantener la estabilidad económica global, justo cuando la ASEAN se prepara para recibir a líderes mundiales como Trump, Lula da Silva y Sanae Takaichi, en una cita que podría redefinir el equilibrio comercial en Asia y el Pacífico.
La torre Merdeka 118, escenario de un encuentro estratégico
El simbólico escenario elegido para la reunión, la torre Merdeka 118, refleja la ambición de Malasia por posicionarse como mediador regional. Con más de 600 metros de altura, el rascacielos se convirtió en el punto de encuentro donde Washington y Pekín buscaron frenar una nueva escalada de la guerra arancelaria.
Según la agencia oficial Xinhua, las delegaciones “debatieron cuestiones económicas y comerciales” durante varias horas, en un clima que marcó un contraste con la tensión registrada meses atrás. Al finalizar, la comitiva china abandonó discretamente su hotel en Kuala Lumpur tras el extenso diálogo.
Trump busca un “buen acuerdo” con China
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró que espera alcanzar un “buen acuerdo” con su par chino, Xi Jinping, durante la reunión que se celebrará al margen del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), a partir del 31 de octubre.
Sin embargo, Trump también advirtió que podría cancelar el encuentro si no percibe avances concretos. La Casa Blanca ve en este acercamiento un paso clave para estabilizar los mercados internacionales y reducir la incertidumbre comercial.
De su lado, Pekín mantiene una postura cauta, pero valora el tono más conciliador mostrado por Washington en las últimas semanas.
Un paso hacia la distensión global
Aunque los resultados inmediatos no fueron divulgados, las conversaciones en Kuala Lumpur representan un avance diplomático significativo. Expertos aseguran que un entendimiento entre Washington y Pekín sería clave para el crecimiento económico del Sudeste Asiático, que se ha visto afectado por las fluctuaciones comerciales y tecnológicas derivadas del conflicto entre ambos gigantes.
Malasia, en tanto, consolida su rol como anfitrión de diálogo, demostrando que puede actuar como puente entre potencias enfrentadas y reforzar la centralidad de la región en el nuevo orden mundial.
La cita entre Scott Bessent y He Lifeng marca el inicio de una serie de contactos bilaterales destinados a redefinir las relaciones entre Estados Unidos y China. En un contexto de tensiones globales y con la ASEAN como plataforma regional, el desafío será transformar las palabras en compromisos reales. Los próximos días, con la reunión entre Trump y Xi, serán decisivos para determinar si el clima de distensión se mantiene o si el mundo vuelve a enfrentar una nueva ola de conflicto comercial. Información extraída del medio DW.




