El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que la segunda etapa del plan de paz en Gaza incluirá un “desarme” de Hamás.
Tras el anuncio de alto al fuego, el mandatario destacó que “el mundo se unió” para lograr el fin de la guerra entre Israel y el grupo islamista, aunque aún restan negociaciones clave sobre el futuro de la Franja.
La segunda fase del acuerdo: desarme y retiro militar
En declaraciones a la prensa, Trump anticipó que la nueva etapa del acuerdo contempla el desarme de Hamás y una retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza. “No voy a hablar sobre eso porque ustedes ya saben qué es la segunda fase. Pero… habrá un desarme”, afirmó el presidente estadounidense.
El mandatario también expresó que espera que los rehenes sean liberados en los próximos días, y reconoció que algunas víctimas mortales podrían ser más difíciles de recuperar. “Es terrible hablar sobre ello. Lo haremos lo mejor que podamos”, añadió.
Trump celebró el respaldo internacional al pacto, destacando que “el mundo se unió para esto”, incluso entre naciones que históricamente no mantenían buenas relaciones. Según C5N, el acuerdo fue posible gracias a la mediación conjunta de Estados Unidos, Egipto y Catar.
Hamás confirma el fin total del conflicto
El jefe negociador de Hamás, Jalil Al Haya, declaró oficialmente que la guerra con Israel “ha terminado por completo”, tras recibir garantías internacionales sobre el cumplimiento de las condiciones pactadas. Entre ellas se incluye el cese definitivo de los bombardeos en Gaza, la apertura del paso de Rafah y la liberación de unos 2.000 prisioneros palestinos.
“Hemos recibido garantías oficiales de los mediadores y del gobierno estadounidense de que la guerra ha terminado por completo”, aseguró Al Haya en conferencia de prensa. También confirmó que el grupo islamista continuará las conversaciones en Egipto para abordar el futuro político y administrativo de Gaza.
Un acuerdo histórico con desafíos pendientes
El plan impulsado por Trump contiene veinte puntos que buscan consolidar la paz entre Israel y Hamás. Sin embargo, su aplicación enfrenta obstáculos, especialmente en lo relativo al desarme total y al control de la Franja.
Hamás sostiene que mantendrá la “resistencia política” mientras no se garantice la creación de un Estado palestino independiente con Jerusalén como capital. Por su parte, el gobierno israelí aún no confirmó oficialmente los términos de la retirada militar.
El acuerdo, de concretarse plenamente, marcaría el fin de uno de los conflictos más prolongados y sangrientos del siglo XXI, aunque la comunidad internacional advierte que el proceso será gradual y sujeto a verificación constante.