La ciudad de Ginebra volvió a convertirse en escenario de intensa diplomacia internacional, luego de que delegaciones de Estados Unidos, Ucrania y países europeos se reunieran para debatir el plan de paz promovido por la Administración Trump
La propuesta, que intenta frenar el conflicto iniciado con la invasión rusa de 2022, generó fuertes reparos y abrió un nuevo foco de tensión en el continente. Parte de la información fue extraída del medio Radio3.
Un encuentro clave bajo un clima de cautela
Las negociaciones fueron encabezadas por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien llegó a Suiza acompañado por el enviado especial para misiones de paz, Steve Witkoff, y el secretario del Ejército, Dan Driscoll. Washington insiste en que su iniciativa de 28 puntos constituye un “marco para las negociaciones” y busca sumar respaldo internacional.
Sin embargo, tanto Ucrania como la Unión Europea mantienen una postura prudente frente al proyecto, especialmente ante condiciones que consideran inaceptables para una resolución justa del conflicto.
Las exigencias que profundizan la tensión internacional
El plan propuesto incorpora demandas históricas de Moscú, entre ellas la cesión de territorio ucraniano, la reducción de las Fuerzas Armadas del país y el compromiso de no avanzar en un futuro ingreso a la OTAN. Estas disposiciones fueron celebradas por el presidente ruso Vladimir Putin, lo que incrementó el malestar en Kiev y Bruselas.
Funcionarios ucranianos expresaron que aceptar dichas condiciones implicaría renunciar a la soberanía y seguridad nacional. La propuesta, por lo tanto, avanza en un terreno diplomático delicado y aún lejos del consenso.
La postura firme de Ucrania en plena revisión del plan
La delegación ucraniana estuvo encabezada por Andri Yermak, jefe de gabinete de Volodimir Zelenski, junto al jefe negociador Rustem Umérov. Zelenski remarcó que, mientras continúan las conversaciones, Ucrania debe “fortalecer su defensa” ante ataques rusos que calificó como “pérfidos”.
Si bien Kiev evaluará cada punto del documento, el mandatario descartó aceptar presiones que comprometan la integridad territorial del país. Por ahora, la propuesta seguirá bajo análisis.
Plazos flexibles y un futuro incierto
Trump había marcado originalmente el 27 de noviembre como fecha límite para recibir la respuesta oficial de Ucrania, aunque luego aclaró que el plan no constituye una “última oferta”. Las negociaciones continuarán en los próximos días en un ambiente cargado de incertidumbre y con la comunidad internacional atenta a cada movimiento.
La disputa diplomática en torno al plan de paz refuerza la complejidad del conflicto y refleja la distancia entre las expectativas de las potencias involucradas. Mientras tanto, Ginebra permanece como sede de intensos debates en busca de una salida que aún parece lejana.




