Tokio envió a un alto funcionario a Pekín para intentar un acercamiento, en medio de crecientes roces luego de que la primera ministra japonesa insinuara una posible intervención militar
El gobierno de Japón afirmó este martes que mantiene su disposición al diálogo con China, pese a la escalada de tensiones diplomáticas entre ambos países vecinos por la cuestión de Taiwán. La declaración del vocero gubernamental se produce luego de que Tokio enviara a un emisario de la Cancillería a Pekín, en un intento por destrabar la creciente confrontación que ha generado incluso cancelaciones de vuelos y llamados a boicots comerciales.
La Apertura al Diálogo Bilateral
El vocero gubernamental japonés, Minoru Kihara, fue categórico al afirmar en rueda de prensa que «Japón está abierto a cualquier tipo de diálogo bilateral con China». Según informó la agencia DW, la declaración se produjo al ser consultado sobre la posibilidad de una reunión entre la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, y el primer ministro chino, Li Qiang, durante la cumbre del G20 que tendrá lugar este fin de semana en Sudáfrica. Kihara aclaró que aún no hay nada decidido al respecto, aunque el gobierno chino ya afirmó el lunes que Li no tiene ningún encuentro previsto con líderes japoneses.
La Misión del Emisario Japonés en Pekín
En un gesto concreto hacia el desescalamiento, Japón envió el lunes a China al director de la Oficina de Asuntos de Asia y Oceanía del Ministerio de Exteriores, Masaaki Kanai. Se espera que el alto funcionario se reúna este martes con oficiales chinos para subrayar que Tokio no ha modificado su postura de no reconocer a Taiwán como un gobierno legítimo. Esta misión diplomática busca calmar las aguas luego de las recientes declaraciones de la primera ministra Takaichi que generaron alarma en Pekín.
El Contexto de la Tensión Creciente
Las relaciones entre ambos países se han deteriorado notablemente desde que Takaichi, conocida por su línea dura en materia de defensa, insinuó recientemente en el Parlamento nacional que Tokio podría ejercer su derecho a la defensa colectiva y movilizar a su Ejército si Pekín ataca Taipéi. China, que considera a Taiwán una provincia rebelde que debe reunificar incluso por la fuerza, ha intensificado sus maniobras militares y presión sobre la isla, generando inquietud en Japón por la proximidad de Taiwán a la parte más meridional de su archipiélago.
Los comentarios de la mandataria japonesa han desatado un cruce de acusaciones entre los países vecinos y una campaña de descrédito en ambos territorios que ya ha tenido consecuencias concretas, incluyendo la cancelación de vuelos de aerolíneas chinas a Japón y llamamientos en redes sociales para boicotear productos y empresas japonesas.




