Más de un centenar de productores de la región participaron de un encuentro técnico en Las Golondrinas para analizar el potencial del cultivo de olivos, una actividad que promete diversificar la economía local con una mirada agroecológica.
El maestro oleario Víctor Tomaselli, a cargo de la charla, confirmó que las características de la Comarca Andina son favorables para la olivicultura. El olivo “no compite por los mejores suelos, sino que busca zonas pedregosas y de desecho”. Esto abre una puerta productiva para áreas afectadas por incendios o con limitaciones para la agricultura tradicional, transformando un problema en una oportunidad.
Hacia el primer aceite de oliva local
Tomaselli reveló que, tras recorrer diversas chacras, se encontraron con olivos preexistentes y en buen estado, lo que demuestra la viabilidad del ciclo productivo completo en la zona. “Eso nos confirma que es posible pensar en el primer aceite de la Comarca para fines de marzo del año que viene”, destacó el especialista, cuya información fue extraída del medio Radio 3.
Un proyecto serio y a largo plazo
El plan no apunta a iniciativas aisladas, sino a un desarrollo consensuado y seguro. “No es momento para hacer cosas a la marchanta”, expresó Tomaselli, subrayando la importancia de trabajar con plantas madre certificadas. Recientemente, el INASE autorizó un vivero propagador de olivos patrimoniales, un paso crucial para encarar un proceso serio y con visión de futuro.
Diversificación y potencial agroecológico
La Comarca reúne condiciones ideales para una olivicultura agroecológica, libre de herbicidas. Tomaselli remarcó que el olivo es una “planta de desierto” y que en la zona hay ejemplares que crecieron sin riego. El potencial no se limita al aceite o la aceituna de mesa; también incluye el aprovechamiento de las hojas, habilitadas desde 2023 como suplemento dietario.
Interés generalizado en la Comarca
El interés ya se ha traducido en acciones concretas. Productores de Cholila, El Maitén, Lago Puelo y otras localidades han solicitado evaluaciones de sus terrenos. “Todos los intendentes quieren apostar a esto porque ven una oportunidad real de desarrollo”, afirmó Tomaselli, citando especialmente el caso de Puynén, donde más de cien productores buscan reconstruir la actividad tras los incendios.
Tomaselli trazó un paralelismo con el desarrollo vitivinícola de Chubut, impensado hace dos décadas, sugiriendo que la olivicultura podría seguir el mismo camino exitoso en la Comarca Andina.




