El Gobierno Nacional negocia con los gobernadores los votos para las reformas; los proyectos deberán ser tratados por la nueva conformación legislativa tras la renovación de diciembre.
El presidente Javier Milei encomendó a su flamante ministro del Interior, Diego Santilli, la negociación con los gobernadores para tener aprobado este año el proyecto de Presupuesto 2026. Las negociaciones siguen abiertas y el ministro se sienta mano a mano con los mandatarios provinciales. En cambio, lo relativo a las reformas impositivas y laborales ya estarán en la definición del nuevo Congreso con la asunción, el 10 de diciembre, de senadores y diputados electos el pasado 26 de octubre.
En ese nuevo Congreso, estarán los chubutenses Maira Frías (La Libertad Avanza) y Juan Pablo Luque (Unidos Podemos-PJ), quienes resultaron primera y segundo en las elecciones legislativas. Reemplazarán a Ana Clara Romero y María Eugenia Alianiello.
De ese modo, en la Cámara de Diputados de la Nación la provincia del Chubut estará representada por los libertarios César Treffinger y Maira Frías; los justicialistas José Glinski y Juan Pablo Luque; y Jorge “Loma” Avila que llegó por Despierta Chubut. Hay que recordar que en el Senado los chubutenses son la radical “nachista” Edith Terenzi; Andrea Cristina, quien responde al PRO; y el justicialista Carlos Linares.
Si bien el futuro de las reformas laboral, impositiva y del Código Penal que impulsa presidente Javier Milei está en manos de los gobernadores, en el caso puntual de Ignacio Torres tiene para ofrecer la voluntad de Terenzi en el Senado y de “Loma” Avila en Diputados. De todos modos, en lo ajustado de la cuenta cada voto suma para las pretensiones del Gobierno.
Hay que decir que los gobernadores ya hicieron saber que no acompañarán las leyes de reforma a libro cerrado. A cambio de sumar los votos de sus legisladores piden que el Ejecutivo les conceda fondos y obras en la letra chica del Presupuesto 2026. Claro que aquellos que tienen más representación en el Congreso cuenta con mayor poder de fuego a la hora de negociar.
Claro que el mapa pintado de violeta casi en su totalidad el pasado 26 de octubre, le dio al Gobierno nacional otra fuerza representativa en el Congreso y, además, un modo triunfalista para sentarse a hablar con los gobernadores. De hecho, Milei postergó para después del recambio parlamentario el debate por el Presupuesto 2026. Con la renovación parcial, en el Senado el oficialismo pasa a tener 18 bancas propias, mientras que en Diputados, incluyendo el salto de legisladores PRO, el bloque que preside Gabriel Bornoroni reúne 88 bancas. Es decir, más de un tercio de la Cámara.
En ambos casos, los libertarios pelean palmo a palmo la primera minoría con Unión por la Patria. Es decir que, aunque con mucho más representación que antes, el gobierno de Milei requiere de consensos para, primero, reunir el quorum y poner en marcha cualquier sesión. Y, segundo, lograr la aprobación de los proyectos que le interesan. Con los propios, o incluso sumando los aliados incondicionales, no le alcanza. Información extraída de Canal 12.




