El aumento de vasectomías en Comodoro Rivadavia refleja un cambio cultural y sanitario histórico.
El crecimiento de las vasectomías en Comodoro Rivadavia dejó de ser una percepción y se convirtió en un fenómeno medible: clínicas locales reportan un incremento que supera el 1.000% en pocos años. Cambios culturales, mayor información y procedimientos quirúrgicos rápidos impulsan esta tendencia entre los hombres de 35 a 45 años. La información se extrajo de LM Neuquén.
Un cambio cultural que impulsa la decisión
El urólogo Marcelo Ruffini, de la Clínica del Valle, explicó que hace algunos años realizaban “una o dos vasectomías por mes, tres como mucho”. Hoy, el panorama es radicalmente distinto: “Estamos haciendo entre tres y seis por semana”, afirmó. Esto representa un promedio de veinte procedimientos mensuales y un incremento superior al mil por ciento.
Según Ruffini, la mayoría de los pacientes llega con la decisión tomada y con la conversación previa resuelta dentro de la pareja. El acceso a información confiable en internet —Google, videos y contenidos en redes sociales— y la experiencia compartida por conocidos que ya se sometieron a la intervención son factores clave en este cambio de comportamiento.
Una tendencia que se replica en todo el país
El fenómeno no se limita a Comodoro Rivadavia. “Se nota en todo el país. Es una demanda creciente, un cambio cultural asociado a nuevas formas de vincularse y a una planificación familiar más equitativa”, señaló el especialista.
En cuanto al perfil de quienes consultan, Ruffini indicó que la franja predominante va de los 35 a los 45 años. Si bien algunos hombres mayores de 50 o 60 continúan eligiendo esta opción, su presencia es minoritaria. Lo que sí se mantiene estable es la cantidad de hijos: la mayoría de los pacientes ya es padre y no desea ampliar la familia.
Un procedimiento simple, rápido y sin internación
Uno de los elementos que ayudan a consolidar la tendencia es la claridad sobre cómo funciona la intervención. La vasectomía es una cirugía breve, que dura entre 10 y 15 minutos y puede realizarse bajo sedación o solo con anestesia local.
“Después el paciente pasa una hora u hora y media en recuperación y se va a su casa. A las 24 horas puede retomar sus actividades normales, evitando grandes esfuerzos”, explicó Ruffini.
El urólogo también desmintió persistentes mitos: “No afecta la virilidad, la erección ni el deseo. Tampoco modifica el volumen de la eyaculación. Solo impide que haya espermatozoides en el semen”.
Más información, menos tabúes
Para Ruffini, el aumento sostenido de consultas se explica también por un clima social distinto: menos prejuicios, más diálogo en pareja y una comprensión más amplia de la responsabilidad reproductiva compartida.
“Antes había más miedo y desconocimiento; ahora hay naturalidad y confianza. Ya no se vive como algo extremo, sino como un paso lógico dentro de una planificación familiar responsable”, sostuvo.




