El Banco Central anunció que el 1 de enero dará inicio a una nueva etapa de su plan, enfocada en fortalecer las reservas y remonetizar la economía de manera controlada.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmó este martes el inicio de la Fase 4 de su programa económico, que comenzará a regir a partir del próximo 1 de enero.
Según Noticias Argentinas (NA), esta nueva etapa tendrá como ejes centrales la compra sistemática de divisas y una inyección de pesos en el mercado, buscando continuar con la desaceleración inflacionaria y la acumulación de reservas internacionales.
Los dos pilares de la nueva fase: reservas y remonetización
El organismo que preside Santiago Bausili definió con claridad los objetivos de este nuevo capítulo. Por un lado, buscará «acumular reservas internacionales» mediante la compra de divisas en el mercado. El BCRA indicó que podrá adquirir hasta un 5% diario de lo que se negocie y también realizar compras en bloque por fuera de esa operatoria regular. Esta estrategia es clave de cara a los vencimientos de deuda que el Tesoro Nacional debe afrontar en enero, por unos 4.200 millones de dólares.
Por otro lado, se avanzará en la «remonetización» de la economía, es decir, en aumentar la cantidad de pesos en circulación para acompañar la recuperación de la demanda de dinero. El BCRA fue enfático en señalar que este proceso será cuidadoso: «El monitoreo y control de agregados monetarios será crucial en esta próxima etapa», advirtió. La prioridad será que este aumento de la oferta monetaria se sustente principalmente en la acumulación de divisas.
Nuevas reglas cambiarias y pasos hacia una mayor flexibilización
En línea con este inicio, también comenzarán a regir las nuevas bandas cambiarias. Estas se ajustarán de acuerdo con la inflación registrada con dos meses de rezago; para enero, el ajuste corresponderá al 2,3% medido en octubre de 2025.
Asimismo, el BCRA brindó algunas señales sobre el futuro del cepo cambiario para empresas. Explicó que, «en la medida que se observen progresos en el fortalecimiento del equilibrio en el mercado cambiario y un acceso fluido a mercados externos por parte del Tesoro», podría considerarse oportuno continuar flexibilizando las restricciones sobre el pago de dividendos y deudas comerciales antiguas. El organismo también continuará normalizando la política de encajes bancarios, siempre de modo consistente con la estabilidad de precios.
Un año que comienza con una estrategia monetaria definida
La puesta en marcha de la Fase 4 marca el rumbo de la política monetaria para los primeros meses de 2026. El BCRA apuesta a un delicado equilibrio: inyectar liquedad para reactivar el crédito y la economía, pero haciéndolo de la mano de una firme acumulación de reservas que dé solidez al balance del Banco Central y permita atender los compromisos externos. El éxito de esta fase dependerá de la capacidad de sostener ambas variables en paralelo, en un contexto global y local que permanece desafiante.




