En medio de un clima político cargado de tensiones, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, compareció este miércoles ante el Senado para defender el polémico proyecto de reforma laboral del oficialismo.
Ante un plenario de comisiones presidido por Patricia Bullrich y con una oposición peronista crítica, Cordero aseguró que la iniciativa conserva los derechos “esenciales” de los trabajadores, pero enfatizó que busca devolver “poder” al empleador para fomentar la contratación.
Los Argumentos Clave del Oficialismo
Según la cobertura de la Agencia Noticias Argentinas (NA), Cordero inició su exposición destacando que el proyecto es “equilibrado” y fue elaborado a pedido de la ministra Sandra Pettovello para preservar derechos fundamentales. El funcionario argumentó que la legislación actual, con su alto grado de litigiosidad, “paraliza la contratación”. En su visión, la reforma está pensada “de manera moderna para las PyMEs” y para quienes buscan ingresar al mercado laboral, devolviendo claridad y predictibilidad al empleador. “Para que haya una persona trabajando alguien tiene que contratarla”, afirmó, remarcando la necesidad de “fomentar” la relación laboral.
El Enfrentamiento con la Oposición y la Postura Sindical
La defensa del proyecto no estuvo exenta de choques. El senador de Unión por la Patria, Mariano Recalde, realizó una de las intervenciones más punzantes de la jornada, centrando sus críticas en el área de litigios, un punto de gran controversia con el sindicalismo y el Poder Judicial. Cordero rechazó estas críticas, afirmando que se basan en “interpretaciones desviadas” y que no hay “detrimento al trabajo”. La tensión también se hizo presente antes de comenzar, con un cruce entre el líder del bloque peronista, José Mayans, y la senadora Bullrich por la composición de las comisiones. Como cierre de una jornada intensa, se esperaba para la noche la exposición de representantes de la CGT, quienes llegarían para manifestar su rechazo frontal a la norma.
El Foco en las PyMEs y la «Relación Laboral»
Uno de los ejes recurrentes en la argumentación de Cordero fue que la reforma está diseñada pensando en las pequeñas y medianas empresas. Sostuvo que el objetivo es que, al momento de un despido, las PyMEs “tengan la posibilidad financiera de poder afrontar esto en beneficio del trabajador”. Insistió en que la figura central es la “relación laboral”, la cual, según él, “ya conlleva todos los derechos laborales”. “Lo que buscamos es fomentar que las cargas no sean tan fuertes que lleven a las personas a trabajar de manera irregular”, concluyó, defendiendo el espíritu de la propuesta.
La exposición de Julio Cordero dejó en claro las profundas diferencias que dividen al arco político sobre la reforma laboral. Mientras el oficialismo la presenta como una herramienta clave para dinamizar el empleo, especialmente en el sector PyME, la oposición y los sindicatos la ven como un retroceso en materia de derechos. El debate, que continuará con la voz de la CGT, promete seguir escalando en un Senado que refleja la polarización del país.




