El presidente Javier Milei pasará las fiestas en la Quinta de Olivos, con la atención puesta en la sesión del viernes del Senado que definirá el Presupuesto 2026.
Según publico la Agencia Noticias Argentinas (NA), el mandatario vivirá la Navidad como «un día más», en línea con su inclinación por el judaísmo y lejos de los festejos tradicionales. Su prioridad absoluta es asegurar la media sanción del proyecto de ley económica, para el cual el oficialismo muestra optimismo.
La agenda festiva del Presidente será discreta y familiar. A diferencia del año pasado, cuando compartió la fecha con su entonces pareja, este 25 de diciembre podría estar acompañado por su hermana y mano derecha, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. El vínculo fraternal fue destacado en un mensaje navideño que el propio Milei compartió en sus redes sociales.
El desafío legislativo: evitar que el Presupuesto vuelva a Diputados
Pasados los brindis, la tensión política se concentrará en el Congreso. El viernes, el Senado tratará el Presupuesto 2026, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados. Para el gobierno, el objetivo es claro y urgente: aprobar el texto sin modificaciones.
La estrategia busca evitar a toda costa que el proyecto deba regresar a la Cámara de origen, un escenario que retrasaría su promulgación y representaría un nuevo traspié legislativo. Según los cálculos oficiales, existe un clima de «optimismo» en Balcarce 50, ya que aseguran contar con «más de 40 votos a favor» en el recinto.
Para seguir de cerca cada movimiento y evitar sorpresas como las ocurridas en Diputados, se prevé que la mesa política del oficialismo se traslade al Senado durante la sesión. Esta presencia física busca garantizar el control de la votación y asegurar el apoyo de cada senador aliado.
Un enero de trabajo: sin vacaciones y con la mira en la gestión
La intensa agenda de fin de año es solo el prólogo de lo que será el verano para el Presidente. Las mismas fuentes revelaron que Milei no tomará vacaciones y pasará los primeros días de enero recluido en la residencia de Olivos, alternando su trabajo con la Casa Rosada.
Este ritmo no es nuevo para el mandatario, quien en reiteradas oportunidades se ha definido a sí mismo como un «workaholic» (adicto al trabajo). La decisión de mantenerse activo refleja la prioridad que le otorga a la gestión diaria y a los desafíos políticos y económicos que tiene por delante en 2026.
Las fiestas, para el Presidente, son una pausa breve en medio de una batalla política crucial. La aprobación del Presupuesto no solo es una necesidad económica, sino un símbolo de su capacidad de gobierno. El resultado del viernes en el Senado marcará el tono con el que Milei encarará un nuevo año de gestión, que promete no tener descanso.




