Un informe de Adecco revela que los ajustes para gerentes y personal jerárquico promediaron el 36% este año, superando el índice proyectado de precios.
La notable desaceleración inflacionaria impulsó un cambio de tendencia: las empresas abandonan los aumentos mensuales y pasan a revisiones trimestrales para estabilizar su planificación.
Los trabajadores de cargos fuera de convenio, que incluyen a directivos, gerentes y personal jerárquico, lograron en 2025 una recuperación parcial de su salario real. Según la Guía Salarial 2025-2026 de Adecco Argentina, el ajuste promedio para este segmento fue del 36%, cifra que supera por 7.8 puntos porcentuales el Índice de Precios al Consumidor (IPC) proyectado por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que se ubica en 28.2%.
Este resultado marca un giro significativo respecto a 2024, cuando, a pesar de un aumento nominal del 110.05%, el poder adquisitivo de estos empleados había perdido más de 7 puntos frente a la inflación. La información fue reportada originalmente por la Agencia Noticias Argentinas.
La «trimestralización»: El gran cambio en la dinámica de ajustes
La principal transformación en la gestión salarial de 2025 es el marcado abandono de las revisiones mensuales en favor de ciclos más largos. El estudio, basado en un relevamiento a 305 empresas, muestra que el 42.3% de las compañías ya realiza ajustes cada tres meses.
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En 2024, el 46% de las empresas ajustaba salarios mes a mes.
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Hoy, solo un 15.4% mantiene esa frecuencia, mientras que otro 19.3% pasó a un esquema semestral.
Este movimiento, denominado «trimestralización», es una consecuencia directa de la baja en la tasa de inflación y responde a la necesidad de las empresas de contar con una planificación financiera más estable y predecible. Para definir estos aumentos, el 42% de las firmas utiliza múltiples indicadores, siendo las paritarias del sector el factor más influyente, seguido por la combinación del IPC con los acuerdos paritarios.
Proyección 2026 y los desafíos del Impuesto a las Ganancias
Mirando hacia el próximo año, las empresas proyectan incrementos salariales para personal fuera de convenio en un rango más moderado, entre el 16% y el 20%, manteniendo la tendencia de revisiones preferentemente trimestrales y sujetas a la evolución macroeconómica.
Sin embargo, un desafío crítico que persiste es el Impuesto a las Ganancias. Este tributo continúa siendo un «punto crítico» tanto para los empleados que superan el mínimo no imponible como para las propias compañías. A pesar de su impacto, solo el 12% de las empresas afirma tener una política formal para mitigarlo. Entre las prácticas más comunes para aliviar esta carga se encuentran:
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Que la empresa absorba total o parcialmente las retenciones (entre un 10% y un 50%).
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La complementación del salario con beneficios no remunerativos.
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El prorrateo de los descuentos a lo largo del año.
Retención de talento y el regreso a la presencialidad
En un mercado laboral que muestra signos de mayor estabilidad, la rotación de personal presenta una reducción significativa. Se estima que el promedio de rotación cerrará 2025 en 5.8%, un descenso considerable respecto al 8% registrado en 2024. En este contexto, el 28% de las empresas consultadas cuenta con estrategias específicas para retener a sus colaboradores clave, enfocadas en la compensación económica, el bienestar y el desarrollo profesional.
Paralelamente, se consolida una tendencia al regreso a la oficina. Mientras que a mediados de año el 48% del personal trabajaba de manera presencial, ese porcentaje aumentó al 58% hacia fines de 2025. El esquema híbrido, adoptado por el 40% de las empresas, también evolucionó: el 63% de estas compañías estableció un único día de trabajo remoto a la semana.
El informe de Adecco confirma un año de transición en el mercado laboral argentino, donde la desaceleración inflacionaria permitió recomponer salarios y ordenar la frecuencia de los ajustes, aunque bajo la constante sombra de la carga tributaria y en un escenario donde la presencialidad gana terreno.




