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ARA San Juan

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Un software del Servicio de Hidrografía Naval comenzó ayer a decodificar los archivos de una «sonda multi haz» tomadas por el buque que en noviembre pasado encontró hundido en el Atlántico sur al submarino ARA San Juan, en el que viajaban 44 tripulantes cuyas familias siguen reclamando «conocer la verdad y justicia».

El procedimiento se inició ayer a la mañana con la presencia de la jueza a cargo de la causa por el hundimiento del submarino, Marta Yáñez, de los abogados de las distintas querellas que representan a los familiares, y de miembros de la Comisión Bicameral Especial conformada especialmente para la investigación del caso.

Fuentes allegadas a la causa informaron que el procedimiento trata de reproducir con el Audelia del Servicio de Hidrografia Naval -un software especial- los archivos tomados con la sonda multi haz del buque Seabed Constructor, que el 16 de noviembre pasado encontró el submarino hundido a unos 900 metros frente a las costas de Comodoro Rivadavia.

Además, indicaron que las imágenes y videos obtenidos por el buque no fueron trasladados a la Ciudad de Buenos Aires y que «serán primero exhibidos a las familia».

«Para mí sería muy importante ver las fotos», dijo a Télam, envuelto en un banner con la cara de los 44 tripulantes, Antonio Niz -papá de Luis Niz, de 27 años- en la puerta del Servicio de Hidrografía Naval en el barrio porteño de Barracas, donde minutos antes habían ingresado la jueza, los peritos y varios legisladores.

El reclamo se repite en cada uno de los familiares que van llegando: «Nosotros sólo hemos podido ver las tres imágenes que circularon por los medios y ya pasaron muchos meses desde el hallazgo», expresó por su parte Fernanda Navarro, novia del teniente de fragata Jorge Luis Mealla, también tripulante del ARA.

Y continuó: «Lo que nosotros sentimos es que la causa está estancada. No hay imputados y la carátula sigue siendo averiguación de delito cuando sabemos que el submarino no estaba en condiciones de salir a mar, entonces hay una cadena de responsabilidades. Somos 44 familias que estamos esperando conocer la verdad y tener justicia».

Con legisladores 

Cerca de las 10 los familiares presentes cantaron el himno y nombraron a cada uno de los tripulantes, reclamaron justicia para los «44 corazones de acero», se abrazaron y lloraron en silencio.

Unos minutos después, la puerta de Montes de Oca al 2100 se abrió y salieron el senador José Ojeda, el diputado mendocino Ricardo Mansur (en representación del senador Esteban Bullrich) y los diputados Guillermo Montenegro, Guillermo Carmona y Nilda Garré -todos integrantes de la Bicameral-, quienes se acercaron a dialogar con los familiares.

«Lo que nos informaron es que hoy comienzan a analizar los datos que obtuvieron y que a partir de ahí se van a elaborar las imágenes, y se comprometieron a que una vez que estén los familiares seremos los primeros en verlos, esperamos que lo cumplan», indicó a Télam Fernanda después de dialogar con los legisladores.

El submarino ARA San Juan desapareció el 15 de noviembre de 2017 en aguas del Atlántico Sur, cuando realizaba un viaje entre Tierra del Fuego y Mar del Plata.

Un año después, una misión encargada por el Estado argentino a la empresa Ocean Infity posibilitó el hallazgo de la nave siniestrada en las profundidades de un área cercana al Golfo San Jorge, cerca del lugar donde se tuvo el último registro de la nave.

La jueza a cargo de la causa por la desaparición del submarino Ara San Juan, Marta Yáñez, podrá acceder hoy a los 67.000 archivos obtenidos por la nave Seabed Constructor, de la empresa Ocean Infinity, al momento de ser ubicado en el lecho marino el submarino que llevaba 44 tripulantes.

La jueza acudirá a las 8 al Servicio de Hidrografía Naval, para disponer del software necesario para “traducir” las imágenes tomadas por el buque Seabed Constructor, que el 16 de noviembre de 2018 encontró el submarino hundido a unos 900 metros en el Atlántico sur, frente a las costas de la ciudad de Comodoro Rivadavia.

Asistirán familiares, abogados, peritos, personal de las fuerzas federales y legisladores que forman parte de la comisión bicameral que investiga el naufragio del submarino.

Río Negro

La jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, dispuso que este martes a las 8 se abran los archivos obtenidos por la empresa Ocean Infinity.

El próximo martes 26 de febrero a las ocho de la mañana en el Servicio de Hidrografía Naval, se “procederá a la verificación de los archivos obtenidos por la nave ‘Seabed Constructor’ al momento de ser ubicado el submarino ARA San Juan”. Así se les informó de manera oficial a los diputados y senadores que integran la Comisión Bicameral que investiga la tragedia del 15 de noviembre de 2017 que terminó con la vida de los 44 tripulantes del buque de guerra.

La medida la dispuso la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, que tiene a su cargo el expediente judicial en el cual aún no hay ningún imputado.

Estas pericias son de extrema importancia ya que en torno a las las 67.000 imágenes visuales y archivos sonoros -tomados por la empresa norteamericana Ocean Infinity a través de los vehículos submarinos autónomos (AUV) y del vehículo operado remotamente (ROV)- se generaron controvertidas versiones, sin sustento técnico, científico o judicial, que hablaban sobre el presunto daño que habría sufrido el material al llegar a la Argentina desde Sudáfrica en una valija el 4 de diciembre pasado o incluso ya en el país durante su resguardo judicial.

En la valija hay tres sobres con igual cantidad de discos rígidos. Quizás la confusión se haya generado porque desde el juzgado de Yañez se chequearon -con la presencia de peritos de la Policía Federal Argentina- los tres soportes informáticos.

El primero se pudo chequear de manera eficiente ya que son fotos, o pixeles de estas que después conformarán una única imagen tridimensional. Los otros dos discos, en cambio, no pudieron ser visualizados porque son fotos tomadas por “sondas multihaz” y para eso se necesita un software especial que en el país solo lo tiene el Servicio de Hidrografía Naval, organismo que depende de la Armada.

Quizás alguna voz malintencionada quiso ver en esta imposibilidad un defecto técnico en dos de los tres discos rígidos aportados por Ocean Infinity. Como sea, el manto de sospechas se develará el martes en el edificio ubicado en la Avenida Montes de Oca 2124.

Si bien hay quienes de manera mediática criticaron a la jueza por utilizar el software de la Armada, ya que alguno de sus oficiales y exoficiales podrían estar comprometidos en el trágico incidente; Yañez justificó la medida al sostener que si no lo hacía así, debía llamar a una licitación para adquirir el sistema -cuyo valor puede oscilar entre los 35.000 y 50.000 dólares- a través del Consejo de la Magistratura de la Nación, y que esto podría demorar seis meses o más.

Además de los parlamentarios que deseen participar, fueron convocadas las tres querellas, los peritos designados, y los especialistas de la Policía Federal Argentinaque colabora con la magistrada. De la medida pericial también participarán los principales integrantes del juzgado federal de Caleta Olivia y de la fiscalía que interviene, informó Infobae este sábado.

Nadie tiene dudas que una vez visualizadas las imágenes y armado el rompecabezas de 67.000 figuras, esto se transformará en una de las principales piezas judiciales para que de una vez por todas la causa -que ya ingresó en su segundo año de derrotero- responda sus principales interrogantes: qué ocasionó la pérdida de plano del submarino que lo llevó a sobrepasar la máxima profundidad resistente provocando su implosión.

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En respuesta al pedido de la jueza de Caleta Olivia, Marta Yáñez, para que se tomen medidas para poder acceder a las 67 mil imágenes que se habrían tomado del ARA San Juan a 900 metros de profundidad, la Armada respondió que ya se pidió presupuesto para adquirir el software que se necesita. En estos días, la jueza viajó a Buenos Aires para ver un video, citado por un veedor de la Armada en su declaración testimonial en la causa, para tener una primera impresión sobre la versión oficial que señala que se trató de “una implosión” producida, tal vez, por un problema derivado del principio de incendio que había sido denunciado desde el ARA San Juan cuando se produjo el alerta de la emergencia, el 15 de noviembre de 2017.

De todos modos, la abogada querellante Valeria Carreras, le dijo a Página 12 que “es imprescindible que la jueza pueda acceder a las 67 mil imágenes que dijo Ocean Infinity que se tomaron, para poder analizar el tema a fondo para llegar a saber de una vez toda la verdad”. La nota publicada ayer abrió una polémica porque otro de los querellanes, Luis Tagliapietra, familiar de uno de los 44 tripulantes del submarino, sostuvo que “llama la atención el mal manejo de las imágenes por parte de la jueza”, de manera que la responsabiliza a ella por la demora.

En esta nota se reproducen los dichos del capitán de navío Héctor Aníbal Alonso, con 34 años de trayectoria en la Armada, quien declaró como testigo ante la jueza Yáñez el 20 de diciembre pasado. En 2017, cuando desapareció el ARA San Juan, era jefe del Estado Mayor de la Fuerza de Submarinos. A las 23.45 del 15 de noviembre de ese año, fue notificado sobre el estado de emergencia de la nave. Fue designado veedor –cuando la búsqueda del San Juan quedó a cargo de la empresa Ocean Infinity–, por el contralmirante David Burden, director general de Material Naval de la Armada.

En cumplimiento de esa misión se embarcó en el Seabed Constructor, junto con otros siete oficiales de la Armada. En ese momento recibieron toda la información colectada durante la búsqueda y en lo sucesivo, todas las mañanas se reunían a bordo para proyectar la actividad de cada jornada. Al principio tuvieron dificultades con algunos de los vehículos submarinos autónomos AUV, hasta que pudieron solucionar el problema y contar con más de esos elementos. Alonso le enviaba a Burden dos informes diarios sobre la búsqueda, a las 6 de la mañana y a las cuatro de la tarde. Las reuniones cotidianas se hacían con la participación de todos, incluyendo a los familiares de los 44 tripulantes que se habían embarcado.

En la búsqueda ya habían estado en el Área 1, que era señalada como el lugar donde podría estar el submarino. La decisión de volver a esa zona fue “de la empresa”, según dijo el testigo. Cuando llegaron al lugar del hallazgo, una geóloga de Ocean Infinity se mostró escéptica al ver las primeras imágenes de la nave y hasta llegó a decir que para ella era “una piedra más” de las muchas que habían visto en el fondo del mar.

En su declaración ante la jueza, Alonso aseguró que la primera imagen que le dio la certeza de que era el ARA San Juan fue cuando vio “el tubo de aire comprimido, porque cuando lo vi me quede helado, cerré los ojos y dije que era el submarino”. La impresión se confirmó cuando “el ROB (Robotic Operating Buddy) hizo un zoom sobre el tubo, con lo que me confirmó más porque seguimos y vimos una parte muy grande de la libre circulación (de la nave) que era totalmente reconocible”. Luego se encontraron “con la popa, que es el casco resistente y se veía algo que parecía el eyector de señales, pero era en realidad la descarga de refrigeración del MEP (motor eléctrico principal)”.

El ROB siguió mostrando imágenes en vivo, porque necesitaban tener al menos tres referencias para confirmar que era el ARA San Juan. Las siguientes imágenes mostraron, según Alonso, “los tubos lanza torpedos y la vela”. Cuando vio la vela, se comunicó con Burden para notificarle la novedad. Luego, los familiares que estaban a bordo, le comunicaron a Alonso que habían visto la hélice, cuando él se había alejado del punto de observación para hablar con su superior.

Ante una consulta de la jueza, Alonso dijo que en el informe habían puesto que se trató de “una implosión” lo que produjo la tragedia porque “los escombros (que rodeaban al casco de la nave) estaban en un radio de cien metros”. Estimó incluso que la implosión se produjo cuando el ARA San Juan estaba entre los “700 y 800 metros de profundidad”. Alonso dijo que él no participó en el procesamiento de las imágenes obtenidas porque “eso solo lo hizo la empresa, en el lugar de procesamiento, porque los analistas necesitaban tranquilidad”.

Luego, junto con los familiares, vieron un video realizado sobre la base de cinco horas de filmación, en el que aparecían todos los datos aportados por los veedores de la Armada para la identificación del submarino. La jueza Yáñez viajó días pasados a Buenos Aires, para ver personalmente el video descripto ante ella por el capitán Alonso.

Sobre la implosión, el testigo precisó que la misma se produce cuando la presión del agua es superior a la resistencia del material de la nave. El aspecto del casco resistente era “como si alguien agarrara una lata de gaseosa y la aplastara”. En la popa “el acero estaba metido hacia adentro y el pasillo del submarino también estaba metido y se veía que los motores contenían el acero”. También se dieron cuenta, según Alonso, que “el techo de la última parte del cuarto de máquinas estaba toda abierta, (en el lugar) donde estarían los motores uno y dos”. La apertura era “como de adentro hacia afuera”, de allí su hipótesis de la implosión.

La empresa les dijo después que “el largo del casco resistente es de 33 metros”, lo que significa que “hay 17 metros de submarino que se comprimió y ahí entendimos el acordeón que vimos”.

Alonso estimó que “va a ser difícil determinar qué fue lo que pasó exactamente”. A él le parece poco posible que la “explosión interna” (la implosión) se haya producido por acumulación de hidrógeno porque para un submarinista “convive con el hidrógeno y conoce cuál es el peligro” de la acumulación. Él se “inclina más por una pérdida de plano debido a un recrudecimiento del principio de incendio” que había sido reportado desde el submarino poco antes de su desaparición. Luego insistió en que volvieron al Área 1 por decisión exclusiva de la empresa y que el hallazgo se produjo “en un punto nuevo fuera del cañón” donde habían estado buscando.

El Comodorense

Luego de la feria y el receso legislativo, habrá novedades en el expediente por el naufragio del submarino.

De la mano de la feria judicial de enero y del receso legislativo, no fueron pocas las voces que se alzaron alertando sobre la paralización de las investigaciones en torno a la desaparición del submarino ARA San Juan, ocurrida en noviembre de 2017.

Sin embargo, y al margen de la ansiedad propia de las familias de los 44 marinos fallecidos para desentrañar lo más rápido posible las causas del siniestro, la jueza federal Martha Yañez (quien en este momento tiene a su cargo también el Juzgado Federal de Comodoro Rivadavia) retomó luego de una corta licencia la investigación. Desde Caleta Olivia señalan que “se avanzó concretamente en la visualización de imágenes y en relación al apoyo informático que permitirá acceder a la totalidad del contenido. Se está permanentemente relevando nueva información como la obtenida en el secuestro de elementos de las taquillas de la base naval de Mar del Plata, también y junto con la Dirección de Bienestar de la Armada y la de asistencia a la víctima se trabajó para que los efectos personales de los tripulantes sean entregados a sus respectivas familias”.

Se pudo saber que desde el Servicio de Hidrografía Naval tienen todo dispuesto para poner a disposición de la justicia los equipos informáticos necesarios para el procesamiento de las 67.000 imágenes aportadas por Ocean Infinity y que una nueva ronda de testimoniales está en carpeta de la magistrada. Asimismo, en el juzgado confían en que los familiares que tengan datos que aportar ofrezcan su testimonio.

Mientras tanto, desde el Ministerio de Defensa aseguran que en muy corto plazo habrá novedades relativas al sumario militar que lleva adelante el Estado Mayor Conjunto de las FFAA en torno a las eventuales responsabilidades que pudieran corresponder a la cadena de mandos naval involucrada en las operaciones del submarino.

Las investigaciones preliminares permiten afirmar que en los últimos años y en las tres FFAA se ha venido siguiendo el mismo criterio para todas las ejercitaciones de distintas unidades o componentes militares. No obstante, excepto el Presidente de la Nación, todos los estamentos políticos del área de defensa están sujetos a investigación.

Por el lado del Poder Legislativo, la Comisión Bicameral que investiga el hundimiento de la embarcación retomará su actividad el próximo 19 de febrero, al margen de la labor parlamentaria general que sigue en receso. Dentro de la agenda prevista, los legisladores aguardan con especial interés el testimonio del Capitán de Fragata Eduardo Cella Irigoyen, quien fuera comandante del San Juan con anterioridad al fallecido Capitán Pedro Fernández. La idea es que el marino detalle el estado del submarino cuando estuvo bajo su mando y el listado de tareas pendientes de ejecución para llevar su operatividad al estándar de diseño. Según voceros de la propia bicameral, a mediados de año se estaría en condiciones de emitir un dictamen con las conclusiones acerca de las responsabilidades políticas en el siniestro. La Comisión no tiene facultades para imponer penas o sanciones penales o administrativas.

 

El Comodorense

Se trata de un mural en recuerdo a los 44 submarinistas. El homenaje estuvo a cargo del artista plástico de Comodoro Rivadavia, Leonardo Heredia.

Días atrás el artista plástico Leonardo Heredia finalizó un mural en memoria de los 44 tripulantes que iban a bordo del submarino ARA San Juan.

El emotivo homenaje se encuentra emplazado en el paredón de una vivienda, ubicada en las calles Chaco y Las Orquídeas, del barrio Las Floresta de Comodoro Rivadavia.

El autor de la obra es el mismo que plasmó su producción artística – en junio del 2018 – en honor a los veteranos y caídos de Malvinas, en el barrio Abel Amaya.

La iniciativa surgió “cuando el vecino (dueño la vivienda) vio el mural de Malvinas. Le gustó y salió la idea de realizar el homenaje a los tripulantes del ARA San Juan», comentó Heredia, en diálogo con El Patagónico.

El submarino argentino ARA San Juan fue hallado el 17 de noviembre pasado luego de un año y un día de búsqueda, a 900 metros de profundidad y a unos 500 kilómetros de Comodoro Rivadavia.

Heredia tomó como modelo las fotos del ARA San Juan para diseñar la figura en colores negro y azul con la insignia «En Patrulla Eterna» rindiendo homenaje a los tripulantes.

El Patagónico

Se aprobó en la última sesión del 2018. El proyecto fue presentado por la concejal Norma Contreras y se identificará con ese nombre a la arteria Código 1209 del barrio 42 viviendas de km.3

Se trata de un pedido de los propios vecinos del barrio 42 viviendas de km.3, que fue presentado el pasado 14 de diciembre, en la última sesión del año pasado, por la concejal del interbloque Integración Chubut Somos Todos y fue aprobado por unanimidad.

Los vecinos solicitaron denominar a la calle Código 1209 como “ARA SAN JUAN” en homenaje a los 44 tripulantes que perdieron la vida en el submarino de la Armada Argentina encontrado el 17 de noviembre de 2018, un año después de su desaparición.

El argumento del texto además recuerda que Comodoro fue el “lugar principal de la búsqueda durante 365 días, siendo partícipes los comodorenses día a día de los avances en la búsqueda, sintiendo el dolor de la familia por la incertidumbre de saber que pasó, y teniendo la posibilidad de asignar el nombre a su calle, la que en su extensión tiene vista al mar, (los vecinos) anhelan asignar ése nombre como homenaje a éstos 44 héroes inmortales, por la lucha de la familia día a día, por saber la verdad y que se haga justicia”.

Por último, señala “que por lo acontecido con el Submarino Ara San Juan merecen reconocimiento eterno, siendo un derecho de los vecinos signarle nombre a sus calles, considerando lo que representan estos 44 Héroes Inmortales para nuestra Nación”.

En el juzgado de Caleta Olivia dudan que el Consejo de la Magistratura entregue el dinero para adquirir el programa y se requerirá asistencia al Servicio de Hidrografía Naval. La jueza solo pudo ver las fotos de uno de los tres discos.

La investigación que intenta determinar qué ocurrió con el submarino ARA San Juan afronta nuevas dificultades. Al ya complejo vocabulario técnico de la documentación que forma parte del expediente, se suma que el juzgado de Caleta Olivia no posee la tecnología necesaria para analizar dos de tres discos que portan las 67.000 imágenes que se tomaron de la nave en las profundidades del mar. Según pudo saber TN.com.ar, el software necesario para procesar los 20 terabytes de información tiene un costo de US$25.000 y es por ello que la jueza Marta Yáñez requerirá asistencia al Servicio de Hidrografía Naval (SHN), que depende del Ministerio de Defensa.

Este organismo se dedica a estudiar el ámbito marítimo y cuenta con un programa que podría permitir la visualización de las imágenes en alta calidad que fueron tomadas por el ROV (vehículo submarino remoto) de la empresa Ocean Infinity. «Es el único en el país y se utiliza para ver fotografías en el lecho marino», confió a TN.com.ar una fuente directa de la investigación. La necesidad de recurrir al SHN obedece a que en el juzgado de Caleta Olivia dudan que el Consejo de la Magistratura otorgue los fondos necesarios para costear el sistema.

La magistrada ya se contactó con autoridades del Ministerio de Defensa para comunicarles la necesidad de utilizar el software ante la imposibilidad de adquirir uno propio. Hasta el momento Yáñez solo vio algunas imágenes del disco 1, con lo que pudo confirmar que la nave implosionó. Los motivos del naufragio aún no están claros y es por ello que una posible recreación en 3D del incidente sería clave para el expediente.

Por el momento, la justicia entiende que el agua ingresó a la nave e hizo contacto con las baterías debido a una falla o mal cierre de la válvula ECO-19. Este medio pudo saber que la Comisión Investigadora que creó el Ministerio de Defensa se inclinó por la segunda opción, aunque un documento revelado en exclusiva por TN.com.ar demostró que tres meses antes de la tragedia, el Capitán Pedro Martín Fernández había alertado sobre inconvenientes en este mecanismo debido a su «falta de estanqueidad». En las últimas semanas, se sumó un nuevo elemento a la lista de hipótesis: un supuesto error en los sensores de hidrógeno de la nave.

Antes del naufragio del ARA San Juan, el Capitán alertó que una válvula no cerraba correctamente

Esta posibilidad comenzó a tomar fuerza luego de que el ingeniero Benito Fuks declaró en la Comisión Bicameral del Congreso que los sensores de atmósfera instalados en el ARA San Juan no habían sido diseñados especialmente para el submarino.

El pasado jueves, Yáñez le tomó testimonial al capitán de navío Héctor Alonso, veedor de la Armada que estuvo a bordo del Seabed Constructor durante la búsqueda del ARA San Juan. Cuando se le consultó si creía que la tragedia se pudo haber provocado por un error humano, el marino dudó y respondió que le «llama la atención» que Fernández hable de falta de estanqueidad, ya que eso representa que la válvula no cerró debido a una falla.

Esta y otras dudas más se intentarán aclarar con la recreación en 3D del incidente, aunque para ello aún resta un largo trecho. Primero se deberá resolver cuestiones algo más urgentes, como cambiar el servidor del juzgado para que la Jueza y sus colaboradores puedan ver las imágenes. Es que el peso de las fotografías en alta calidad obligan a la utilización de material tecnológico más avanzado al que actualmente se encuentra en el juzgado de Caleta Olivia.

Así, mientras la tecnología entregará un aporte fundamental a la causa, la instrucción sigue su curso y se recolectaron nuevas pruebas tras un allanamiento a la Base Naval de Mar del Plata. Se abrieron los lockers de los marinos y se sustrajeron manuscritos, computadoras y teléfonos celulares. Los familiares venían reclamando esta medida desde hace tiempo: aseguran que los submarinistas habían anotado todas las fallas de la nave en sus cuadernos.

 

TN

Un ex marino estadounidense se encargó de hacer una colecta para regalarles juguetes a todos los hijos de los tripulantes del ARA San Juan. Con su gesto, el hombre, un desconocido hasta hace pocas horas para los familiares de los submarinistas desaparecidos, llevó algo de aliento a las 44 familias, en unas fiestas de fin de año muy tristes para ellas.

Edward Michael Burdick, de él se trata, se puso en contacto con Paola Constantini –esposa del suboficial segundo y sonarista del ARA San Juan Celso Oscar Vallejos– y le pidió que buscara una juguetería en Mar del Plata que contara con un sistema de transferencia de dinero.

«La primera vez que me escribió, me dijo que estaban muy conmocionados con la situación que estamos viviendo, que quería colaborar con las 44 familias del San Juan y se le ocurrió juntar dinero para que los chicos tengan su regalo de Navidad. El es un exsubmarinista y me dijo que para ellos todos los submarinistas y sus respectivas familias somos hermanos», le contó Paola Constantini

El jueves, Burdick contó en su muro de Facebook que Paola ya tenía en sus manos 62 tarjetas de regalo por un valor de mil pesos argentinos cada una para los hijos de los tripulantes del San Juan. De ellas, 57 se compraron con lo recaudado por él y otras cinco donó la juguetería donde se hizo la compra.

“Cada nene tendrá ahora una tarjeta de mil pesos gracias a este gesto que tuvo que llegar de afuera, porque acá en Argentina nadie se acordó de los hijos de los tripulantes del San Juan”, le había dicho Constantini, que tiene tres hijos, al diario marplatense La Capital.

Ella escribió, en su muro de Facebook: «En medio de tanto dolorquiero agradecer a nuestros hermanos de Estados Unidosque por medio de Edward Michael (sin conocerme ) han donado dinero para canjear por juguetes en la juguetería educando para que los hijos de los 44 tripulantes del submarino ara san juan tengan su regalo de Navidad.. …..y a la juguetería educando que donó $5000 también …..todas las esposas estamos muy agradecidas por tan grande gesto!!!!».

Según confirmó Clarín con la sucursal de la avenida San Juan al 1800 de la juguetería Educando, de la ciudad de Mar del Plata, las tarjetas de regalo fueron entregadas esta semana y ya comenzaron a acercarse las primeras familias al local para canjearlas por juguetes.

En uno de esos mensajes se lee: “Buenas tardes Sr. Edward Michael, quería agradecerle por haber hecho lo que hizo x nuestros hijos. Soy esposa del submarinista Cayetano Vargas, mi hijo menor de 9 años lo esperaba mucho a su papá porque le traía unos regalos de Ushuaia y el cuando supo lo que pasó con su papá dijo que los regalitos quedaron hundidos. Gracias por tener un corazón tan generoso y aliviar un poco está tristeza que tenemos. Dios lo bendiga por su solidaridad para con nuestras familias. Un abrazo enorme”.

 

 

El Tribuno