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Cáncer

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La atleta de élite Gabriele Grunewald que se dio a conocer por su perseverancia en la competición deportiva a pesar de padecer un raro cáncer con metástasis, ha muerto este pasado martes en Minneapolis (EE.UU.) a los 32 años. Su marido, Justin Grunewald, ha confirmado la defunción de Gabe a través de las redes sociales.

“A las 7:52 dije: ‘No puedo esperar a volver a verte. A mi héroe, a mi mejor amiga, a mi inspiración, a mi esposa”, ha comentado Justin Grunewald en su cuenta de Instagram, donde también ha escrito refiriéndose a su difunta mujer: “Siempre me sentí como si fuera Robin de Batman y sé que nunca podré llenar este enorme agujero en mi corazón o llenar los zapatos que dejas aquí”.

El cáncer irrumpió en su vida el 10 de abril de 2009. Al día siguiente de recibir el diagnóstico –un carcinoma adenoide quístico en las glándulas salivales- la atleta batió su mejor marca en los 1.500 metros. En aquella ocasión consiguió ganarle la carrera a la enfermedad, pero ésta volvió a reaparecer tres veces más a lo largo de la última década. A pesar de ello, Gabe se convirtió en una de las mejores corredoras de la NCAA (segunda en División I) llegando a competir en el Mundial Indro de Sopot de 2014.

La primera intervención a la que se sometió Grunewald fue para extirparle un tumor en el cuello, que le dañó un nervio facial, lo que no le impidió sonreír cada vez que pisaba la línea de meta. De hecho, en las carreras en las que participó en los últimos tiempos era fácilmente reconocible por la cicatriz que atravesaba su abdomen, para ella, una señal de su capacidad para combatir la adversidad y animar a otras personas a seguir su ejemplo.

La mediofondista nunca escondió su enfermedad y hablaba de ella con naturalidad: “Cuando me diagnosticaron cáncer por primera vez, intenté priorizar las cosas de la vida que me gustaban y, por eso, quise centrarme en ser tan buena atleta como pudiera”, declaró Grunewald. “Antes del cáncer era una corredora universitaria más o menos decente, pero estaba muy lejos del nivel profesional en el que estoy ahora”, reconocía.

En 2011 los médicos volvieron a diagnosticarle la enfermedad, aunque en esta ocasión padeció un cáncer papilar tiroideo. Poco después, se presentó a las pruebas para intentar convertirse en atleta olímpica y, de hecho, se quedó a las puertas de participar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Al cabo de dos años llegó a ser campeona de Estados Unidos y mundialista. Para los Juegos Olímpicos de Río 2016 volvió a probar suerte, pero tampoco consiguió clasificarse.

Poco después el cáncer regresó en forma de tumor cancerígeno en el hígado, por lo que fue intervenida y tuvo que someterse a un tratamiento por la metástasis. Esta fue la última carrera de la mediofondista contra el cáncer que no ha impedido que pasara a la historia como un ejemplo de perseverancia para otros atletas que sufren la enfermedad y que siempre recordarán su lema “Brave Like Gabe” (valiente como Gabe), el nombre de su fundación contra el cáncer.

Era maestra rural, psicopedagoga y una luchadora incansable contra las fumigaciones con agrotóxicos que año tras año matan en silencio a lo largo de toda la Argentina. Ana Zabaloy murió este sábado de un cáncer provocado por su continua cercanía con el veneno que firmas locales y multinacionales rocían en sus zonas de producción.

La docente ya había sufrido trastornos a causa de las fumigaciones, entre ellas una parestesia facial y un severo problema de insuficiencia respiratoria.

“He visto llegar alumnos gorditos, rozagantes… y después de cuatro años ver cómo se les iba deteriorando la salud», puntualizó Zabaloy en relación al daño que provocan los tóxicos de los que se abusa en el agro.

«Las docentes rurales somos testigos directo del costo humano de este sistema basado en transgénicos y venenos”, apuntaba también.

Hace no mucho tiempo, Zabaloy publicó una carta abierta en la que pidió a las autoridades políticas y a las empresas fumigadoras que paren de matar a la gente. «Paren de matarnos. Paren de fumigarnos», finalizó entonces su texto, el cual hoy se refuerza con el dramático peso de las consecuencias del accionar criminal de las empresas, por acción, y de un Estado que mató y sigue matando por omisión.

Carta de Ana Zabaloy contra las fumigaciones

Mi nombre es Ana Zabaloy y fui durante seis años directora de la escuela número 11 de San Antonio de Areco. Ese período sufrimos junto a mis alumnos constantes fumigaciones con agrotóxicos en las proximidades de la escuela y en pleno horario escolar. En una de esas ocasiones el producto utilizado fue 2,4-D, y me volví a mi casa con una parestesia facial y con una insuficiencia respiratoria.

Somos muchas las docentes rurales que padecemos esta misma realidad, las fumigaciones nos atravesaron la vida y en muchos casos se llevaron por delante nuestra salud. Nadie nos los contó, no lo leímos en ningún diario, nos pasó, lo vivimos, como una cotidianidad inevitable. Somos testigos obligados del costo humano del actual sistema productivo. Vimos a nuestros alumnos sufrir los efectos de las fumigaciones en la salud , así como si la Constitución Nacional y los derechos del niño ni la mismísima ley de educación nacional no fueron aplicables a los niños de las zonas rurales ni a sus familias , todos rociados con venenos por aire y tierra.

Sin posibilidad de reclamar porque esto significaría pagar el precio de quedar sin casa y sin trabajo en el mismo instante de abrir la boca. Las docentes rurales somos testigos de esa impotencia y de toda la impunidad de los que producen a costa de nuestra salud, de la salud de todos.

Muchos de los docentes afectados de la provincia de Buenos Aires nos hemos reunido en lo que denominamos red de docentes por la vida para apoyarnos solidariamente, hacernos escuchar y para que cada una de nosotras no está sola a pesar de todo. La mayoría de las veces estamos solas en nuestros pueblos, enfrentando la indiferencia, la falta de compromiso de los que deberían cuidarnos. Complicidades del poder político y hasta amenazas.

La realidad es que en esta lucha hay unos grandes ausentes: en primer lugar las autoridades de la dirección general de escuelas, a las que parece no importarles que tantos niños en nuestro país junto a sus docentes sean fumigados como insectos durante las horas de clases, afectando claramente sus derechos a desarrollarse y a educarse en un ambiente sano, lejos de cualquier agresión física.

También las inspectoras, es necesario que ellas hagan algo más que elevar notas formales que nunca tiene respuesta, es su deber defender los derechos de las escuelas rurales y de su población escolar con la ley nacional de educación en la mano porque todo está ahí, queridas señoras, y por otra parte a los gremios que agrupan al personal docente y no docente de la provincia de Buenos Aires, les decimos que es necesario que nos acompañen en esta lucha por la defensa de nuestros derechos como trabajadores de la educación expuestos constantemente a riesgos de salud por el solo hecho de concurrir a nuestro lugar de trabajo diariamente, además de la imposibilidad de proteger en estas circunstancias la seguridad e integridad de nuestros alumnos, con todo lo que ello implica.

Faltan los comunicados oficiales a nivel provincial y nacional de las autoridades gremiales haciéndose eco de esta problemática que se ha transformado a lo largo de tantos años de impunidad en un genocidio silencioso, a veces es difícil no sentir que los niños y docentes y pobladores de escuelas y poblados rurales no formamos parte de lo que tan poéticamente describe Eduardo Galeano en su poema Los Nadies. En nombre de nuestros niños, de sus familias y de nosotros mismos, una vez más exigimos: paren de fumigar las escuelas y poblados rurales. Paren de enfermarnos. Paren de matarnos.

Los investigadores del Centro Oncológico Kimmel, del hospital universitario Johns Hopkins desarrollaron un análisis de sangre con el que se puede detectar al menos siete tipos de cáncer en lo que es conocido como “biopsia líquida”.

El análisis recibió el nombre de “Delfi” por sus siglas en inglés: “DNA evaluation of fragments for early interception”, o evaluación de fragmentos de ADN para la detección temprana.

Victor Velculescu, autor principal del estudio, explicó que los tests de este tipo “por lo general buscan mutaciones en las secuencias de ADN que ocurren adentro de las células cancerosas o metilación, una reacción química en la que hay una transferencia de grupos metilos a algunas de las bases del ADN”.

Pero “no todos los pacientes tienen cambios que puedan detectarse empleando esos métodos”, según Velculescu, por lo que “hay una necesidad acuciante de encontrar formas mejores de detección precoz de los marcadores genéticos del cáncer”.

En el caso de Delfi, el análisis detectó “con precisión” la presencia de ADN canceroso en un 57 por ciento a 99 por ciento de las muestras de sangre de 208 pacientes en distintos estadios de cáncer de mama, colorrectal, pulmón, ovario, páncreas, estómago y conducto biliar en los Estados Unidos, Dinamarca y Holanda.

“Delfi tiene un enfoque diferente, ya que analiza cómo el ADN va empaquetado adentro del núcleo de la célula cancerosa. Lo hace mediante la observación del tamaño y la cantidad de ADN en las distintas regiones del genoma, que revelan las claves de dicho empaquetamiento”, señaló el autor principal del proyecto.

En los núcleos de las células sanas el empaquetamiento de ADN es “como una valija bien organizada en la que los artículos similares se agrupan, pero en secciones diferentes”, como describió Alessandro Leal, aspirante a la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Pero cuando se trata de los núcleos de las células cancerosas, “el empaquetamiento es más como una valija desorganizada y desordenada, donde los elementos de todas las regiones del genoma se esparcen aleatoriamente”, convino.

“Por muchas razones, el genoma del cáncer está empaquetado de una manera desordenada, lo que quiere decir que cuando las células cancerosas mueren, liberan su ADN dentro del torrente sanguíneo de forma caótica”, explicó también la doctora Jillian Phallen, becaria posdoctoral del Centro Kimmel.

“Nos sentimos muy alentados con el potencial que ofrece Delfi, ya que puede analizar una serie de características del ADN del cáncer que no tienen nada que ver con las que han planteado dificultades en los últimos años”, completó Velculescu.

Nuevos avances en el tratamiento de tumores gástricos y de páncreas fueron presentados en el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), que del 31 de mayo al 4 de junio reúne en Chicago, Estados Unidos, a los más destacados expertos del mundo en esa especialidad.

La investigación fue presentada por el jefe de Oncología del hospital español Vall d’Hebron, Josep Tabernero, y la investigadora del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) Teresa Maraculla, consigna un despacho de EFE.

Tabernero, que también es director del VHIO y presidente de la European Society of Medical Oncology (ESMO) expuso los resultados positivos de pembrolizumab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra una proteína de superficie como ejemplo de tratamiento de inmunoterapia que puede sustituir la quimioterapia en cánceres gástricos.

Por su parte, Macarulla formó parte del estudio que demostró cómo olaparib, un inhibidor de las proteínas PARP, puede ser útil en pacientes de cáncer de páncreas metastásico con una mutación, trabajo que hoy también publica la revista ‘New England Journal of Medicine’.

El cáncer de páncreas es un tumor que sigue teniendo un pronóstico pobre, con una tasa de supervivencia a los cinco años menor del 10%.

La falta de mejoría en la supervivencia y el aumento en su incidencia en los últimos años llevaron a proyectarlo para 2030 como responsable de la segunda causa de muerte por cáncer en Estados Unidos.

Y en Europa ya a partir de 2018 previeron que habrá más muertes por cáncer de páncreas que por cáncer de mama.

Pese a los esfuerzos dedicados a la investigación en el cáncer de páncreas, hay aún pocos tratamientos activos y hasta el momento ninguno disponía de un biomarcador que indicara la población que más se podía beneficiar de cada una de las terapias.

El VHIO ha participado activamente en el primer ensayo de fase III (multicéntrico, internacional y previo a registro del fármaco) para evaluar la eficacia del tratamiento de mantenimiento con inhibidor de PARP en pacientes afectados de cáncer de páncreas avanzado y portadores de la mutación germinal en BRCA.

Se trata del primer estudio con resultados positivos guiado por biomarcadores en ese tipo de tumores, lo que supone la primera alternativa personalizada de tratamiento para un subgrupo de pacientes para poder «descansar» del tratamiento quimioterápico.

Según los investigadores este medicamento cambiará los estándares de tratamiento del cáncer de páncreas existentes hasta el momento.

 

 

La Voz

El diputado provincial José María Grazzini Agüero (PJ-FpV) es el responsable de la ley aprobada recientemente que ubica a Chubut como la primera provincia en prohibir el agroquímico glifosato que es cuestionado a nivel mundial por su potencialidad cancerígena.

La ley generó cuestionamientos en el ámbito rural y productivo, y tras las recientes declaraciones del gobernador, en las que marcó que vetará la ley para poder habilitar un debate con todos los sectores, el diputado marcó que “la ley estuvo un año a disposición para que todos los sectores la investiguen y hay desinformación sobre su contenido”.

El diputado confirmó que insistirá con su promulgación y criticó duramente la Arcioni. “No es la primera ley a favor de la gente que ha vetado el gobernador y la verdad no me sorprende”. Asimismo, cargó contra los reparos de la Sociedad Rural  contra la ley, quienes marcaron que atenta contra los productores y no fue consultada con el SENASA, el organismo pertinente, y por otra parte opinan que en Chubut tiene un uso regulado no riesgoso.

“Acá no han leído el proyecto de ley y desconocen la tarea legislativa, minimizando la cátedra de recursos ambientales de la escuela de oficiales, a los equipos de sanitaristas que han investigado. Hay sobradas pruebas del daño que provoca el glifosato y están tomando posicionamientos en contra de la salud de la gente. Hemos escuchado a lo largo y a lo ancho a distintos vecinos de nuestra provincia”.

Grazzini afirmó que “se puede reemplazar este producto y proponemos una transición, un tiempo para llevar adelante la reconversión, para que puedan hacerlo con concientización, educación y trabajo. En carpeta hay varios productos para sugerir y trabajar. Los mismos productores conocen productos menos tóxicos. El Ministerio de Ambiente es quien debería después marcárselo a los productores”.

“Si el gobernador lo veta seguiremos insistiendo y daremos el debate que corresponde” concluyó el legislador.

 

 

EQS Notas

Un tomógrafo de radioterapia guiada por imágenes y radiocirugía robótica fue presentado en la Argentina y por su tecnología de última generación podría significar un avance significativo en el tratamiento del cáncer.

Se trata del TomoTherapy HDA, un tomógrafo de radioterapia guiada por imágenes y radiocirugía robótica, helicoidal, con precisión sub-milimétrica para tratamientos oncológicos, que ataca en forma precisa y exacta los tumores y minimiza el impacto en los tejidos sanos cuando se aplica.

Eso garantiza la seguridad y el bienestar de los pacientes tratados con éstas nuevas técnicas no invasivas, disminuyendo el riesgo de recaída.

Este sábado se inauguró el Centro Oncológico Sunchales (COS- Atilra), que cuenta con este equipo de última generación para el tratamiento de distintos tipos de cáncer.

“Son tratamientos personalizados, eficaces y precisos en la lucha contra el cáncer para todos los pacientes que están en radioterapia”, remarcó Miguel Muñoz, director del COS-Atilra.

Muñoz afirmó que “con este equipo, podremos tratar una increíble variedad de cánceres en cualquier parte del cuerpo y también estas nuevas tecnologías mejoran la calidad de vida del paciente, agregan un mayor confort en el diseño de los tratamientos con inmejorables formas de recuperación, acortan los tiempos de cura y minimizan los efectos secundarios que se producen“.

“El COS-Atilra se inscribe en un proyecto, no solamente asistencial, sino educativo y formativo” concluyó.

Es la concreción y puesta en marcha de la primera etapa del proyecto de salud de Atilra, iniciado hace cuatro años, haciendo tangible el esfuerzo de todos los trabajadores lecheros del país, con el objetivo de mejorar constantemente la calidad de vida de todos los trabajadores y la comunidad en general.

 

 

 

Aire de Santa Fe

El tratamiento utilizará una combinación de péptidos y una toxina que matará específicamente las células cancerosas.

Un equipo de científicos israelíes afirmó que se encuentran en el desarrollo de una cura para el cáncer que puede concluirse el próximo año, informó el Jerusalem Post este lunes.

El nuevo tratamiento está siendo desarrollado por el laboratorio farmacéutico Accelerated Evolution Biotechnologies bajo el liderazgo del CEO, el Dr. Ilan Morad, según el informe.

«Creemos que ofreceremos en un año una cura completa para el cáncer», dijo Dan Aridor, presidente de la junta de la compañía. «Nuestra cura para el cáncer será efectiva desde el primer día, durará unas pocas semanas y tendrá efectos secundarios mínimos o ninguno a un costo mucho menor que la mayoría de los otros tratamientos en el mercado».

El tratamiento, llamado MuTaTo, utilizará una combinación de péptidos contra el cáncer y una toxina que matará específicamente las células cancerosas.

El tratamiento eventualmente será personalizado y se les dará a los pacientes un cóctel específico de los medicamentos según su tipo de cáncer, dijo Morad al periódico.

Otros tratamientos:

Actualmente los tratamientos para curar diversos tipos de cáncer son muy caros. «Es posible que el alto precio impida una revolución en potencia en el tratamiento del cáncer», advirtió el especialista Ezekiel Emanuel sobre la inmunoterapia, que tiene costos de USD 373.000 a USD 475.000 por paciente.

«Una cura para el cáncer se ha vuelto posible, incluso probable», escribió Ezekiel Emanuel, vicedecano de la Universidad de Pensilvania y titular del departamento de ética médica y políticas sanitarias.

Y es que los tratamientos personalizados son cada vez más comunes y más efectivos. Como en el caso de Heidi Spencer, quien creyó que su vida había terminado a los 45 años, cuando los médicos le comentaron que sólo viviría medio año, por lo que no podría ver crecer a sus dos hijos, William de siete años y Lewis de cuatro.

En el hospital sólo pudieron ofrecerle un tratamiento paliativo de quimioterapia para que pudiera alargar el plazo y así disfrutar un poco a sus pequeños.

Pero Heidi, se olvidó de los médicos y del diagnóstico que le dieron y buscó en Internet una alternativa distinta; ahí encontró a la compañía FoundationOne, que ofrecía una prueba que revelaría los medicamentos que necesitaba para eliminar sus 25 tumores en tres meses.

Y es que los expertos enfatizan que la detección temprana es la clave para un tratamiento exitoso, es por ello la importancia de pruebas de detección oportuna como la desarrollada por investigadores de la Universidad de Queensland lograron distinguir el rastro de ADN dejado por las células cancerosas en el torrente sanguíneo con un procedimiento sencillo y barato logrando un método de detección rápida de cáncer en tan sólo 10 minutos.

 

INFOBAE

El informe, difundido al conmemorarse el lunes el Día Mundial del Cáncer, describió además que Argentina tiene una incidencia media-alta a nivel mundial.

Catorce personas por hora son diagnosticadas con cáncer en Argentina, donde la incidencia de la enfermedad es de 212 casos por cada 100.000 habitantes, informó hoy el Instituto Nacional del Cáncer (INC).

El informe, difundido al conmemorarse el lunes el Día Mundial del Cáncer, describió además que Argentina tiene una incidencia media-alta a nivel mundial, mientras que los porcentajes de casos son similares en ambos sexos: 269 diagnósticos nuevos por año por cada 100.000 varones y 290 por cada 100.000 mujeres.

En cuanto al tipo más prevalente, el INC precisó que en 2018 el cáncer de mama representó el 17% de todos los tumores malignos detectados (21.000 casos), y casi un tercio de los cánceres femeninos.

Le siguieron en prevalencia el cáncer colorrectal, con 15.692 casos (13% del total), de próstata y de pulmón, que representaron cada uno el 9,3% de los tumores detectados.

Asimismo, el informe mostró que según estimaciones de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), el 6,8% (7.600) de los casos que se registran en el país «están vinculados con la obesidad».

En tanto, un 9,8% (11.000) se vincula a diez agentes infecciosos: una bacteria (Helicobacter pylori), seis virus (hepatitis B y virus papiloma humano -VPH-, entre otros ) y tres parásitos (Opisthorchis viverrini, Clonorchis sinensis y Schistosoma haematobium).

Además, la IARC estableció que en Argentina el 52,8% de los casos de melanoma, un cáncer de piel muy agresivo, se atribuyen a la exposición a rayos UV.

En cuanto a los cánceres más mortales, el informe señala que en 2018 el primer puesto fue para el cáncer de pulmón, con 10.662 defunciones, es decir, el 16% de las muertes por esa enfermedad en ambos sexos, mientras que representó el 19,2% del total en varones.

El cáncer colorrectal se ubicó en segundo lugar con el 12,8% de las muertes (8.721), mientras que el de mama ocupó el tercer lugar con 6.380. El informe aclara que «si bien al contemplar ambos sexos esa patología representó el 9,3% de los fallecimientos, en las mujeres abarcó el 19,2% del total».

Le siguen el cáncer de páncreas (4.683) y próstata (3.974), que representan el 6,9% y 5,8 de las muertes respectivamente, indicó el INC.

Ámbito

Un análisis de más de cuatro millones y medio de pacientes muestra que las posibilididades de autolesión son mayores en pacientes con cáncer de páncreas o pulmón

El riesgo de que una persona se suicide en el primer año después de recibir un diagnóstico de cáncer se multiplica por 2,5 respecto a la población normal. Los resultados, publicados en la revista CANCER, muestran también diferencias dependiendo del tipo de tumor. El mayor incremento se observó en los de páncreas y los de pulmón y algo menos en el colorrectal. En otros tipos de cáncer con mejor diagnóstico, como el de próstata o el de mama, no se observó un incremento significativo del riesgo de suicidio.

El estudio, liderado por Hesham Hamoda, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, y Ahmad Alfaar, del hospital Charité, de Berlín, analizó la información de 4.671.989 pacientes registrados en la base de datos estadounidense SEER entre 2000 y 2014. De esas pacientes, que representan el 28% de todos los que existieron en el país norteamericano en ese periodo, se quitaron la vida 1.585 dentro del primer año posterior a recibir la noticia de que sufrían algún tipo de cáncer.

“La concienciación entre los médicos para vigilar el riesgo de suicidio y dirigir [a los enfermos] a los profesionales de salud mental es importante para mitigar ese riesgo y salvar vidas, especialmente durante los primeros seis meses tras el diagnóstico”, apuntó Alfaar. “Además, los familiares y los cuidadores deben ser entrenados para proporcionar apoyo a sus parientes enfermos”, ha añadido.

En España, donde se registran alrededor de 3.600 suicidios al año, no se ha cuantificado cuántos de ellos pueden ser achacables a un diagnóstico de cáncer. Sin embargo, según explica Ruth Vera, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los médicos toman en cuenta ese riesgo. “Cuando hacemos la primera visita en el servicio de oncología, se tienen en cuenta los antecedentes médicos del paciente, incluidos los antecedentes psiquiátricos, si ha tenido depresión, por ejemplo”, explica. “Y cada vez se incorpora más la figura del psicooncólogo, no solo por el tema del suicidio sino por todo el impacto emocional que puede tener un diagnóstico de este tipo”, añade.

Una de estas psicooncólogas es Eva Rodríguez Bruzos, del Hospital del Mar en Barcelona. Coincide en que se tiene muy en cuenta la historia previa del paciente, “si ha tenido problemas emocionales, vemos cómo los ha afrontado, si ha tenido ideas de hacerse daño o de suicidio…”, y añade que la valoración debe ser amplia. “Hay que tener en cuenta el momento de la enfermedad en que se encuentra el paciente, porque puede cambiar”, señala Rodríguez. “Hay personas que quieren luchar más que otras después de recibir el diagnóstico, pero después de muchos años, cuando hay mucho sufrimiento, se produce un agotamiento, porque el dolor desgasta mucho”, continúa. “Las personas van cambiando y hay que adaptarse”, señala.

La forma de afrontar el cáncer, que hasta hace no tanto era un monstruo innombrable, ha cambiado y eso puede mitigar su impacto emocional. “Cada vez hay más cultura. Hace quince o veinte años te encontrabas a mucha gente que te pedían que no les informases, que no explicases, que tomases la decisión que mejor te pareciese, pero sin decir nada. Casi pedían que no se nombrase la palabra cáncer o la palabra quimio”, recuerda Vera. “Todavía se dan casos así, pero el paciente tiene cada vez más información y participa más en el proceso de decisión”, indica.

Tanto Vera como Rodríguez consideran que el problema es importante y recalcan que el apoyo psicológico es fundamental, sin embargo, ninguna de las dos especialistas, con amplia experiencia, han vivido muchos casos de suicidio entre sus pacientes. Vera cree que habrá tenido uno o dos casos en toda su carrera y Rodríguez no recuerda ninguno. “En una ocasión, hubo un paciente al que vi mal y yo misma le acompañé a urgencias para asegurarme de que no se hiciese daño”, concluye.

El País

Los creadores de la inmunoterapia, el estadounidense James P. Allison y el japonés Tasuku Honjo, obtuvieron el  Premio Nobel de Medicina 2018, que fue anunciado hoy por la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo. «Soñaba con esto pero no pensé que se produciría. Me parecía demasiado», agradeció el estadounidense Allison. Al premio de Medicina seguirá el martes el de Física, el miércoles el de Química y el lunes próximo el de Economía, mientras que el viernes se conocerá en Oslo el Nobel de la Paz.

«Por su descubrimiento de una terapia contra el cáncer mediante la inhibición de la regulación inmunonegativa», describió la Asamblea Nobel el trabajo de los flamantes galardonados que revolucionaron el tratamiento contra el cáncer. La terapia creada por Allison y Honjo busca inhibir las proteínas generadas por algunas células inmunitarias, así como algunas células cancerígenas, que evitan que las defensas naturales del cuerpo maten las células cancerígenas.

Allison, de 70 años, es profesor de la Universidad de Texas, y Honjo, de 76 años, es docente de la Universidad de Kyoto. Por su método terapéutico que permite al sistema inmunitario actuar más rápido para combatir el cáncer ya habían sido premiados en 2014 por su investigación con el premio Tang, considerado como la versión asiática de los Nobel. Ambos se repartirán el monto de 1 millón de dólares con el que se recompensa a los galardonados.

El rey Carlos XVI Gustavo de Suecia entregará el premio en una ceremonia en Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario del fallecimiento en 1896 de Alfred Nobel, creador de los premios como su última voluntad. El año pasado tres genetistas estadounidense fueron recompensados con el Nobel por sus trabajos sobre el reloj biológico, que ilustra la adaptación del cuerpo a los ciclos del día y la noche, así como los trastornos del sueño.

El Nobel de Medicina abrió la temporada del galardón sueco que continuará hasta el próximo lunes con los reconocimientos para Física, Química, Economía y el de la Paz. Este año, por primera vez desde 1949, el anuncio del Nobel de literatura será aplazado un año por la Academia Sueca, sumergida en el escándalo #MeToo, en divisiones internas y la renuncia de varios de sus miembros que le impiden funcionar normalmente.

 

 

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