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El presidente Javier Milei utilizó ayer sus redes sociales para cargar nuevamente contra la «casta», en este caso por haber participado de una causa «noble» como lo fue la marcha universitaria realizada este martes.

«Ayer (por el martes) vimos cómo, una vez más, aquellos que pretenden seguir viviendo a expensas de los argentinos se montaron sobre una mentira para promover sus intereses», expresó en su cuenta de la red social X.

«Al margen de la discusión acerca de cuál modelo de educación superior es deseable para un país en el que seis de cada diez chicos menores de 14 años son pobres, los mismos vivos de siempre utilizaron el escudo de una causa que suena noble para defender sus intereses de casta», continuó.

En ese sentido, aclaró: «En ningún momento el gobierno nacional insinuó la intención de cerrar las universidades nacionales».

En el marco de la causa que investiga a la exministra de Familia, Cecilia Torres Otarola, y otras personas, por el delito de fraude a la administración pública, el defensor Romero solicitó que se aplique la suspensión del juicio a prueba, cuestión que fue rechazada por la jueza Gonzales, quien explicó que los imputados «revestían calidad de funcionarios» y ello «resulta un obstáculo legal a los fines de beneficiarse».

El caso de corrupción, que lleva 4 años, sigue demorado por presentaciones judiciales. Aún no tiene fecha de inicio el debate oral y público. «El dispendio judicial que se genera y el perjuicio real a los testigos, impactan de lleno en la resolución de la causa», argumentaron ayer desde el Ministerio Público Fiscal.

Atento al rechazo de la jueza, los defensores, Romero y Cominetti, interpusieron un recurso de impugnación para que la resolución sea revisada por la Cámara Penal.

Dicho planteo generó la suspensión del juicio oral y público que estaba fijado para el día 22 de abril del corriente año, en función que a partir de ahora se deberá expedir la cámara de impugnación en orden a resolver la denegatoria del instituto de la suspensión del juicio a prueba.

Los defensores de confianza de Jaqueline Rodera, María Lorena Rodea, Facundo Solari Rodera, Silvana Adriana Cañumil, Miguel Angel Reto y Branco Neira Rodera, plantearon la suspensión de juicio a prueba a escasos días del comienzo del debate oral.

El planteo se hace en función de la oportunidad que le otorga el art. 49 del CPPCH, el cual dice que «cuando la ley penal permita la suspensión de la persecución penal, el imputado o su defensor podrán requerirla hasta el inicio del debate».

La causa 

La exministra de familia y exdiputada provincial, Cecilia Torres Otarola, fue acusada por el delito de fraude a la administración pública en calidad de autora por 8 hechos, tres por el delito de concusión y cinco por fraude, en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público. Para el fiscal Omar Rodríguez, la ex funcionaria «resultó una pieza central de la actividad delictiva investigada».

Según las calificaciones legales escogidas, la escala penal parte desde los dos años, más inhabilitación especial para ejercer cargos públicos. La Fiscalía estimó que al momento de pedir pena, la misma no será inferior a los cuatro años de prisión efectiva, más la inhabilitación especial por igual plazo.

A casi tres años del crimen de Martin Alejandro «Tino» John, la causa judicial avanza con dificultades y cambios significativos. Con un nuevo fiscal, Martín Robertson, se suman imputaciones y se reconoce que la muerte de Tino pudo haberse evitado. Se investiga a los comisarios Cristian Alejandro Soto y Omar Eduardo Martínez por «homicidio culposo, incumplimiento de los deberes de funcionario público y desobediencia judicial». Sin embargo, el proceso se ha visto ralentizado por problemas de conectividad en las audiencias virtuales y recusaciones a jueces. A pesar de las dificultades, la viuda de John, Claudia Costa Basso, se muestra esperanzada ante el nuevo panorama judicial.

Por Lola Sánchez

A casi tres años del crimen de Martin Alejandro «Tino» John a manos del GEOP, en el marco de un operativo fuertemente cuestionado, se abre un nuevo capítulo en la causa y se suman imputaciones, con un nuevo fiscal al frente que reconoce que hubo excesos y sostiene lo que la familia denuncia desde el primer día: la muerte de Tino podía haberse evitado. E incluso reconoce tres instancias previas que podrían haber resuelto la situación sin perder ninguna vida. La causa estuvo cerrada más de un año, se abrió gracias a las presiones de la familia y las organizaciones de Derechos Humanos, con resistencias del entonces fiscal Carlos Díaz Mayer, quien sostenía una versión distinta de los hechos e incluso llegó a pedir la absolución del primer -y hasta hace poco único- imputado, Luis Moggiano, supuesto tirador y autor material de la muerte del vecino de la comarca.

La viuda de John, junto a su querella, había pedido en noviembre del año pasado la ampliación de la imputación, que en principio fue denegada. En marzo, el Procurador General, Jorge Miquelarena, dispuso el cambio de fiscal, por lo que la causa ahora quedó en manos de Martín Robertson, quien entiende que existieron acciones de omisión y desobediencia judicial el día del operativo. De esta manera, la Fiscalía de Esquel abrió la investigación contra otros dos comisarios, Cristian Alejandro Soto y Omar Eduardo Martínez.

Claudia Costa Basso, viuda de «Tino» John, dialogó con El Extremo Sur, para dar cuenta del largo proceso judicial que atraviesa desde mayo del 2021, y aunque sabe que la cadena de omisiones y acciones no se agota en los policías acusados Luis Moggiano, Cristian Soto y Omar Martínez, dijo sentirse más esperanzada ante el recambio de fiscal y un nuevo panorama.

«En noviembre, pedimos que se imputen a estos dos comisarios, lo cual fue rechazado por el fiscal (Carlos Díaz) Mayer. Entonces desde mi querella se solicitó a la jueza (Silvana Vélez) que de curso al procurador general (Jorge Miquelarena) para que se cambie el fiscal, porque entendíamos que teníamos pruebas suficientes para que estas personas sean imputadas, o al menos investigadas, que nunca lo fueron en estos tres años. Finalmente se aprobó, el procurador dijo que sí, y solicitó que se nombre nuevo fiscal, Martin Robertson», fiscal de Esquel que «también entendió que era lógico y necesario investigar e imputar a estas dos personas».

Como todas las instancias judiciales previas del caso, no estuvo exenta de decisiones y ausencias que la ralentizaron.

Costa Basso menciona que la audiencia de imputación «llevó su tiempo» y, aunque finalmente se llevó a cabo el 15 de marzo, se imputó sólo a uno de los comisarios.

«Estaba (Omar) Martínez de forma presencial, y (Cristian) Soto de manera virtual, con su abogado. Estuvimos casi dos horas estuvimos esperando porque el abogado de Soto tenía problemas de conectividad, aparecía y desaparecía hasta que la jueza le dijo a Soto que tenía que retirarse, porque no tenía abogado», detalla.

«Mi abogado le dijo a la jueza que citara a Soto de forma presencial para una audiencia rápida; no puede ser que, si elegís presentarte en forma virtual ante una imputación, no asegures conectividad», sin embargo, ese día sólo se logró la imputación de Martínez.

Por cuestiones de agenda de la jueza Silvana Vélez, la audiencia de Soto se movió al 22 de marzo. «Ahí estábamos todos; viene el oficial de Justicia y dice que es posible que no se haga la audiencia, porque el día anterior Soto y su abogado habían recusado a la jueza Vélez».

Debido a la falta de jueces en Lago Puelo para tratar la recusación, se solicitó la presencia de jueces de Esquel, quienes se pronunciaron expresando que se tomaban los tres días que permitía la ley, decisión que alargó aún más el proceso: «Terminaban el día que empezaba Pascuas, y después teníamos feriado. Se tomaron todos esos días. Recién el 3 de abril se pronunciaron, rechazaron la recusación, y a partir de ese rechazo continuó el proceso y se pidió nueva audiencia para Soto. Es todo muy desprolijo», agregó Costa Basso.

El pasado viernes se concretó esa audiencia y finalmente Soto fue imputado. Para ambos, Soto y Martínez, quedó la calificación provisoria de «homicidio culposo, incumplimiento de los deberes de funcionario público y desobediencia judicial», por lo que ahora resta esperar que continúe la investigación y un posible juicio en el futuro.

Al respecto, Costa Basso mencionó que en la audiencia de imputación de Martínez se acordó la posibilidad de unificar los juicios de los tres efectivos, por una cuestión de economía procesal, y que aún queda por resolver si se llevará adelante mediante un juico por jurados u otro formato.

«Se pudo haber hecho todo distinto»

«Tristemente impecable el detalle de la imputación que redactó el fiscal Martín Robertson, porque es impresionante el detalle de todas las oportunidades de (Omar) Martínez para hacer las cosas distintas, por las cuales hoy ´Tino´ estaría vivo, eso es terrible», opinó Costa Basso en relación con la postura del fiscal.

El análisis del discal Martín Robertson presenta una nueva dimensión de los hechos, o al menos, una dimensión que no había sido tomada en cuenta por ahora ex fiscal de la causa Carlos Díaz Mayer, quien defendió el accionar de los efectivos y perfiló a «Tino» John como un hombre extremadamente peligroso. Para Costa Basso, implica un reconocimiento de las autoridades de la justicia del sinfín de irregularidades que ella denunció desde el día uno.

«Se pudo haber hecho todo distinto, simplemente cumplir la ley. No había que hacer demasiadas cosas. (Omar) Martínez se comunicó con (Cristian) Soto, por eso están imputados. Llegó la orden de allanamiento tarde, tenían 48 horas para hacer ese allanamiento que decía solamente debían tomar nombre del propietario y requisar armas, si las hubiera. Nada más. Y entraron, me ataron, mataron a Tino en 15 minutos y se fueron. Es brutal», expresó Costa Basso.

«Ver cómo el procurador (Jorge Miquelarena) permitió que se nombre otro fiscal y el nuevo fiscal (Martín Robertson) entiende lo mismo que mis abogados y yo, me da esperanza. El camino fue largo. La verdadera justicia seria que ´Tino´ resucite, pero por lo menos alcanzar al máximo de los responsables, para mi hay otros», agregó Costa Basso. Además, comentó que está en proceso la incorporación de Amnistía Internacional como amicus curiae, a la par de la Secretaría de Derechos Humanos, que asumió ese lugar.

«Contenta no estoy, pero son las cosas que me dan fuerza o un poco de motivación para seguir. La causa no se abrió por un año y medio. Tendrían que haber sido investigados todos los que participaron. Cuando pidió testimonio mi abogado de todos los del GEOP, no fueron. Se abrió a regañadientes, por la actuación de la senadora Edith Terenzi, del entonces senador Ignacio Torres, de los organismos de Derechos Humanos, de los periodistas. Toda esa movida logró que se abra, un año y medio después. Si no, no se abría», remarcó Costa Basso.

Si bien se logró la ampliación de la imputación, Costa Basso insiste en que deben ser investigados todos los que ese día participaron en el operativo: «Hay una cadena larga de acción y omisión que llevaron a que a ´Tino´ lo asesinen, tendrán otro tipo de pena, no lo sé. Mi idea es llegar a todo».

A nivel personal, contó que fue su primera experiencia judicial con el imputado en la misma sala, ya que las instancias anteriores habían sido virtuales: «Fue muy fuerte. Para mí, fue ayer. Estoy luchando como el día que empecé. Me mantiene en pie esa fuerza. ´Tino´ no puede defenderse, de ahí saco la fuerza. Todos los días me vienen imágenes, y vuelvo a ese día».

El rol de los imputados y la nueva calificación

En el pedido de imputación, el nuevo fiscal, Martín Robertson, repasó lo investigado hasta el momento, y en una revisión de los hechos, planteó un análisis muy similar a lo que vienen sosteniendo las querellas y la familia.

Robertson remarca que ese día se requirió la asistencia de personal de Salud Mental del hospital local por orden de la funcionaria fiscal de turno, instancia que los efectivos ignoraron al ingresar de manera precipitada a la vivienda. Es uno de los múltiples puntos que la familia de «Tino» John denuncia desde hace tres años: la ausencia de un protocolo acorde al estado de salud mental de la víctima, así como el hecho de haber ignorado la posibilidad de contar con profesionales médicos o incluso los hijos del vecino, quienes ese día estaban de camino al lugar para intentar calmar a su padre.

En su cronología y análisis del operativo, el fiscal subraya que «los funcionarios policiales a cargo del operativo tenían en el abanico de las posibilidades razonables, varias alternativas previas razonables, destinadas a evitar la pérdida del bien jurídico vida, que en definitiva se perdió».

La posibilidad de que Costa Basso y los hijos de «Tino» John intervinieran para calmarlo era concreta y plausible, considerando la violencia -en ese escenario- como el último recurso posible.

Las consideraciones del fiscal Martín Robertson se contraponen a la versión que venía sosteniendo el ahora ex fiscal de la causa Carlos Díaz Mayer, quien había llegado a pedir la absolución de Luis Moggiano al entender que el operativo se había llevado a cabo respetando los protocolos y que la acción violenta había sido necesaria al agotar todos los recursos posibles. Esta versión fue cuestionada por la familia de la víctima, la querella e incluso los resultados del perito de parte, Enrique Prueger, además de varias organizaciones de Derechos Humanos que vienen acompañando el pedido de justicia.

En el pedido de apertura de investigación e imputación, el fiscal Robertson enumera las distintas instancias que podrían haberse agotado antes de optar por el uso de la fuerza. Al fracasar los dos primeros intentos de intervención familiar y de salud mental (que no fueron respetados), se podría haber tomado la «decisión razonable» de apostarse en las inmediaciones de la casa, sin ingresar.

En este sentido, contradice la postura del ahora ex fiscal Carlos Díaz Mayer que priorizaba la seguridad de familiares y vecinos, subrayando que la vivienda se encontraba en un terreno de unas cinco hectáreas, por lo que se deduce que no había riesgos de que otros pudieran ser alcanzados por un disparo.

El personal cubierto y apostado en las inmediaciones le habría dado ventaja táctica ante una eventual salida de «Tino» John al exterior, e incluso si eso sucedía, tenían la posibilidad -y obligación, por protocolo- de haber advertido al vecino de desistir de su salida y, en última instancia, acudir a un tiro de aviso y a disparos en las zonas bajas del cuerpo: «Todo esto hubiera evitado el tener que haber acudido a un disparo en zona letal.»

Para el fiscal Robertson, las tres alternativas previas a la irrupción eran «respuestas razonables, proporcionadas y echaban mano al principio de progresividad en la utilización de la fuerza».

De ahora en adelante, será necesario delimitar quién fue el principal responsable de las decisiones tomadas, aunque queda claro, hasta el momento, que todos los imputados violaron normas jurídicas internacionales, nacionales y provinciales en materia de protocolos de actuación policial. Se enfatiza, además, que se desobedeció una orden judicial, hecho que quedó debidamente reflejado en la imputación.

El escrito del fiscal Robertson indica igualmente el rol y conducta de los dos imputados el día del operativo.

Omar Martínez era jefe de la Comisaría de El Hoyo, y tenía el dominio de cuándo y cómo realizar el allanamiento. Conociendo los padecimientos mentales de «Tino» John, no evitó la irrupción del GEOP aun sabiendo que aún no estaba presente el personal médico, incumpliendo así una orden judicial.

Cristian Soto, por su parte, no esperó a recibir órdenes y decidió irrumpir unilateralmente, cuando Costa Basso ingresó a la vivienda. Para el fiscal Robertson, estas omisiones y decisiones apresuradas, «desencadenaron en el resultado muerte».

Por otro lado, además de reconocer a «Tino» John como víctima directa, reconoce también a las víctimas indirectas de esa serie de acciones y omisiones que llevaron a la muerte. Por ello, tanto Cristian Soto como Omar Martínez fueron imputados con la calificación legal provisoria de «homicidio culposo, incumplimiento de los deberes de funcionario público y desobediencia judicial».

Si bien hay otras actuaciones y responsabilidades que podrían ser investigadas a futuro, la postura del fiscal y las tres imputaciones van en línea con el pedido de justicia que la familia, las organizaciones de Derechos Humanos y la comunidad exigen desde el primer día.

Fotos: Archivo 2013

Se trata de los más de 100 kilos de cocaína incautada en 2013 en Puerto Madryn, en la planta de la ex «Poseidón».

Este viernes se conoció que la Justicia Federal y Gendarmería Nacional realizaron un importante operativo para trasladar unos 113 kilos de cocaína de máxima pureza que se encontraban secuestrados desde 2013 y que fueron descubiertos en la causa denominada «Langostino Santo», en la cual fue detenido, juzgado y condenado el fallecido empresario pesquero Omar «Cura» Segundo.

El caso se registró hace más de 10 años en Puerto Madryn y desde entonces el estupefaciente estuvo alojado en un depósito en Comodoro Rivadavia.

Vale recordar que la carga fue secuestrada en la planta de la ex «Poseidón» cuando estaba a punto de ser enviada a España en un cargamento de langostino, luego de haber llegado desde Mar del Plata.

Desde entonces estuvo alojada en Comodoro, hasta que este viernes se dispuso de un operativo de traslado para su posterior destrucción, lo cual está previsto para este sábado 23.

La propiedad pertenecería a un ayudante del Secretario de Asistencia Social de la gestión de Adrián Maderna. La Municipalidad dispuso dos camiones para trasladar los elementos incautados entre ellos colchones, chapas, inodoros, termotanques y alimentos.

Este viernes se realizaron 11 allanamientos en Trelew por la denuncia del intendente, Gerardo Merino, relacionado con la compra de carne y pollo por 70 millones de pesos. Lo llamativo de las diligencias es que se encontraron elementos de Asistencia Social en una casa particular.

El fiscal a cargo de la Agencia de Delitos contra la Administración Pública, Omar Rodríguez, habló en Invencibles, por FM EL CHUBUT y detalló que «el propietario del domicilio no podía justificar la obtención de los objetos y se pidió al juez de Garantías una ampliación de la orden para poder secuestrarlos».

«Se encontraron colchones, chapas, inodoros, termotanques y cocinas. Esto podría originar una causa paralela (a la de ‘pollogate’), ya que son casos distintos».

Rodríguez explicó que si bien «no tenemos competencia» en el caso, sí «prestamos colaboración en investigaciones referidas a hechos de corrupción, como este caso», y subrayó que por los elementos recabados por parte de la Fiscalía, al momento, «hay elementos para sospechar que estamos ante un hecho ilícito y un presunto fraude a la administración pública municipal».

Apuntó en este sentido que la causa podría involucrar también a comerciantes, «en función de la teoría del caso que maneja la fiscal, aparecen como partícipes -y- tiene el mismo reproche penal el autor y el partícipe necesario».

Recordó en este contexto lo que ocurrió con la Causa Embrujo, en donde, por un delito puntual, se desprendieron más casos de corrupción. En este caso, «se han secuestrado teléfonos, que serán peritados a fin de establecer si contienen información de interés para la causa -porque- dentro de un teléfono pueden aparecer cosas relacionadas con un montón de delitos».

Por su parte, Carola Cordón, actual secretaria de Desarrollo Humano de la Municipalidad de Trelew, detalló en nuestra emisora que la casa pertenecería a un ex empleado de la gestión municipal anterior, una persona que trabajaba directamente con el Secretario de Acción Social (Ángel Castillo) «era como ayudante del Secretario», mencionó.

Detalló que se trataba de una gran cantidad de elementos los que se encontraron en el lugar, para los cuales fue necesario utilizar dos camiones para trasladarlos. «Ahora se están cargando, vamos a hacer un acta con todo lo que se nos entrega», declaró y remarcó que quedan en depósito municipal «en custodia judicial», con lo cual no podrán ser utilizados o entregados a los vecinos que los requieran.

«Se encontraron elementos que pertenecen efectivamente a la Secretaría», enfatizó y lamentó que en el caso de los alimentos encontrados «están vencidos».
Sumó que ahora «habrá que rastrear si hubo expedientes de compras de estos elementos, en qué fechas y realizar las denuncias correspondientes». Sobre estos elementos hallados, ahora «tenemos que corroborar a qué expediente de compras corresponden, de cada año y ver donde están. La mayoría de las compras se entregaban en el depósito, asique tenemos que reconstruir cómo fue el camino de los elementos», añadió.

Por último, confirmo que al hacerse cargo del depósito recibieron un inventario de los elementos que se encontraban en el lugar en ese momento, «no teníamos forma de saber que (estos artículos) tenían que estar ahí y no estaban».

El expresidente Alberto Fernández fue imputado este jueves en la causa en la que se investigan supuestas irregularidades en contratación de un «broker y empresas privadas» para intermediar en la gestión de seguros en dependencias oficiales durante su gobierno, informaron fuentes judiciales.

La causa está en manos del juez federal Julián Ercolini y fue impulsada esta tarde por el fiscal federal Ramiro González quien ya requirió las primeras medidas de prueba, según surge del requerimiento de instrucción al que accedió Télam.

Los imputados son el «ex Presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández, el ex titular de Nación Seguros S.A., Alberto Pagliano, y Héctor Martínez, sin perjuicio que el devenir de la investigación coadyuve a conocer la participación de otras personas en las maniobras denunciadas», indicó el dictamen.

Héctor Martínez Sosa es un bróker que está casado con una secretaria de Alberto Fernández, María Cantero, según la denuncia.

La causa se inició a partir de la denuncia presentada el miércoles por la abogada Silvina Martínez para que se investiguen las «presuntas irregularidades ocurridas en torno al Decreto 823/2021, firmado el 2 de diciembre de 2021», detalló el fiscal.

Una presunta maniobra defraudatoria que perjudicó a decenas de vecinos de Comodoro Rivadavia, es investigada por la Justicia. Según se indicó, la mayoría de ellos abonó 100 mil pesos para acceder a una vivienda del IPV.

En relación con las estafas de viviendas que la Fiscalía de Comodoro Rivadavia investiga y que arrojaron una serie de allanamientos en la ciudad petrolera, desde el Ministerio de Seguridad y Justicia de Chubut confirmaron el secuestro de teléfonos celulares, computadoras, documentación, y la identificación de al menos seis personas que estarían vinculadas a la causa. Hay, al menos, 53 personas damnificadas. Los operativos contaron con la presencia y supervisión del jefe de la Policía del Chubut, Andrés García; el fiscal general, Martín Cárcamo; el jefe de la División Policial de Investigaciones de Comodoro Rivadavia, Pablo Lobos, personal policial de la Unidad Regional local y de distintas dependencias, y el ministro de Seguridad y Justicia, Héctor Iturrioz.

Seis sospechosos

Fuentes oficiales detallaron que «en total, a través de procedimientos en distintos puntos de la ciudad, se identificó a seis personas, se incautaron tres teléfonos celulares, una computadora notebook y documentación vinculada al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV)», agregando que «se informaron todos los resultados a la Fiscalía y a las autoridades judiciales para que dispongan las medidas posteriores que contribuyan a desarrollar la investigación en curso».

Dos presuntos líderes 

Desde la Fiscalía de la localidad petrolera indicaron que los investigadores persiguen dos hipótesis. La primera, vinculada a una presunta estafa piramidal. En segundo orden, podría tratarse de una metodología que involucre actores políticos.

La denuncia inicial fue realizada por el edil Omar Lattanzio, luego de que tomara estado público la situación de los integrantes de una cooperativa, que dijeron haber abonado -cada uno- 100 mil pesos para acceder a la inscripción por una vivienda del Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (IPV).

Si bien actualmente no hay personas imputadas y tampoco detenidas, la investigación apunta a un hombre y una mujer como líderes de la operatoria: esta última sería familiar de una conocida figura política de Comodoro Rivadavia.

«Honorarios y obras»

El fraude habría tenido lugar a mediados de 2023, pero tomó estado público luego de meses de falta de respuestas ante las promesas realizadas a quienes habían abonado una suerte de costo de inscripción a viviendas del IPV. Los damnificados ya prestaron declaración ante la Justicia, incluso precisaron que dicho monto estaba discriminado en 80 mil pesos por «honorarios de gestión», y otros 20 mil pesos por presuntas obras de tendido eléctrico a realizar.

Sigue ka investigación

La cooperativa de viviendas operaba, al menos, en tres grupos de WhatsApp. Hasta el momento, la Justicia no detectó que hubiera integrantes del IPV involucrados en la maniobra, aunque tampoco descartó dicha posibilidad.

Diego Correa, el polémico ex secretario privado del gobernador Mario Das Neves, condenado por una serie de delitos que van desde lavado de activos hasta enriquecimiento ilícito, todavía debe abonar una multa de 27,3 millones de pesos, que se fijó al momento de su sentencia en la causa conocida como “El Embrujo”.

El abogado defensor del ex funcionario, Fabián Gabalachis, cuestionó que los fiscales no hayan aceptado aún el ofrecimiento de lotes en Lago Puelo para compensar el pago de la multa que adeuda Correa, por algo más de 27 millones de pesos.

Hay que recordar que tras ser condenado a 10 años de prisión, en octubre de 2019, por una serie de delitos que se le probaron como jefe de una asociación ilícita (enriquecimiento ilícito, defraudación al Estado, lavado de activos y negociaciones incompatibles con la función pública), Correa quedó en libertad condicional desde marzo de este año.

Sin embargo, tiene pendiente el pago de la multa, además de que espera confirmación en otras dos sentencias adversas. En la causa “Revelación” fue condenado a otros 5 años de prisión; y “Emergencia climática”, por otros 4 años de cárcel.

“Los fiscales han sido contradictorios –aseguró el abogado defensor, en diálogo con Actualidad 2.0-. Durante el juicio tuvieron éxito en probar que Correa usó una empresa (Dual Core) para perpetrar los delitos por los que fue condenado, pero ahora se niegan a reconocer que los terrenos que están a nombre de esa sociedad, sean propiedad de Correa”.

La controversia que debe resolverse es porque precisamente la defensa ofrece pagar la multa pendiente con lotes ubicados en Lago Puelo, que están escriturados a nombre de la sociedad, pero no de Diego Correa. Esto llevó a la fiscalía a oponerse que se acepte ese medio de pago, lo que fue ratificado por la jueza Karina Berkley, de allí que la defensa ha impugnado esa decisión y ahora un tribunal debe resolver si acepta o no los terrenos para pagar la deuda.

MIENTRAS TANTO, LA INFLACIÓN VA DEVALUANDO EL VALOR DE LA MULTA

Un dato curioso es que el monto que debe abonar el condenado es el mismo que se fijó al momento de la condena, hace 4 años atrás. Al no haber un sistema de actualización acorde a una economía inflacionaria como la que sufre el país, ese valor representa hoy una mínima parte de lo que era originalmente.

A modo de ejemplo, una simple estimación a través de una aplicación que mide la inflación acumulada permite determinar que el valor actualizado a octubre de 2023 representaría alrededor de 245 millones de pesos. Dicho de otro modo, el monto a pagar representa casi la décima parte de lo que debería abonar si hubiera un sistema de actualización por inflación.

“Nuestro Código Penal está basado en un código de Alemania, del año 1850 y no contempla un mecanismo de actualización –reconoció Gabalachis-. Es cierto que con el paso del tiempo la multa se va devaluando, pero los recursos que interpusimos no se hicieron con esa finalidad, sino para que se permita pagar con tierras que son de su propiedad y que hoy superan holgadamente el valor de la multa”.

La familia de José Crettón, el chico de 18 años desaparecido hace ya nueve meses, designó a un abogado querellante en la causa que tiene a dos imputados por homicidio agravado con prisión preventiva.

Sergio Crettón, el papá de José, en diálogo con Fuera de Hora por Cadena Tiempo, adelantó que el abogado podría ampliar el espectro de las acusaciones.»Hay gente que ha participado, no me cabe duda», insinuó.

El lunes que viene, a las 10 horas, será la audiencia en la que la fiscal Ruth Monge podría pedir que extiendan otros tres meses el plazo de investigación para seguir recabando más pruebas o bien pedir la elevación a juicio.

Los dos únicos detenidos del caso son Daniel Napal y Carlos Painepil, de quienes la fiscal se mostró convencida de que tiene elementos suficientes como para llevarlos a juicio por más que no aparezca el cuerpo de Crettón.

Por lo pronto, el abogado querellante, Juan Zapata, revisará todo lo actuado hasta el momento, dijeron desde el entorno de la familia.

Mientras tanto, los Crettón piden que no se detenga la búsqueda de los restos del joven del cual hasta ahora no hay ningún rastro.

Concluyeron en que a su paso por la función pública entre los años 2016 y 2019, Carlos Barbato se enriqueció de manera ilegal, adquiriendo propiedades y vehículos de alta gama.

La Cámara de Apelaciones de Trelew confirmó la sentencia a la que arribó el Tribunal del juicio oral y público que se siguió contra el ex funcionario público del Chubut Carlos Barbato y su esposa Erica Perrone que fueron condenados a tres años y dos años de prisión condicional respectivamente, el primero por el delito de enriquecimiento ilícito como funcionario público y la segunda porese delito aunque en carácter de interpósita persona.

El Tribunal de Juicio y luego los tres camaristas, concluyeron en que a su paso por la función pública entre los años 2016 y 2019, Carlos Barbato se enriqueció de manera ilegal, adquiriendo una casa en Playa Unión de más de 200 metros cuadrados, con detalles de categoría, más varios vehículos de alta gama, cuatriciclos y un UTV, bienes que no pudo justificar y no guardaron relación con sus ingresos, su esposa Erica Perrone era consciente y sabia de ello al administrarle los bienes que iban adquiriendo. La Sentencia de Cámara ordenó el decomiso de todos los bienes.

El abogado defensor de ambos, el penalista Fabián Gabalachis había cuestionado ese veredicto  ante la Cámara de Apelaciones de Trelew, sobre la base de una pericia contable que realizó un contador del Equipo Técnico Multidisciplinario de la Procuración General.

El tribunal de juicio estuvo integrado por las juezas Karina Breckle, María Tolomei y el juez José Ennis. Los otros tres camaristas que esta semana confirmaron esa resolución fueron Alejandro De Franco, Adrián Barrios y César Zaratiegui.

Barbato y su esposa fueron investigados por la Unidad Fiscal Especializada en Delitos contra la Administración Pública, por el delito de enriquecimiento ilícito en carácter de autor y por ser funcionario público para Barbato, y el mismo delito como «interpósita persona» para Perrone. El matrimonio, ahora, deberá hacerse cargo, además de las costas del proceso, los honorarios de los abogados defensores. También inhabilitados de manera perpetua para ejercer cargos públicos y deberán hacer un curso de 20 horas sobre ética pública.

La investigación estuvo a cargo de los fiscales Omar Rodriguez y Alex Williams, además del equipo de trabajo de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos contra la Administración Pública del Ministerio Público, Fiscal del Chubut y contadores del Equipo Técnico Multidisciplinario dependiente de la Procuración General del Chubut.

Cabe recordar que Barbato fue funcionario público en el Chubut desde el año 2003, cumpliendo una gran variedad de funciones en importantes cargos en la administración pública del Chubut. Fue Gerente de Lotería, ocupó cargo en la Coordinación de Gabinete y fue asesor en la Legislatura. Desde 2015 estuvo en el IAS hasta 2019, año en que renunció. Además, cumplió funciones en el Banco del Chubut.