En el marco de la dinámica económica actual, los precios de la nafta están programados para un nuevo incremento en los primeros días de mayo, según indicaciones del sector. Este ajuste, que rondaría entre el 7 y el 8 por ciento, podría ser el último del año en función de las condiciones actuales del mercado y las políticas gubernamentales.
Agustín Torres, propietario de varias estaciones de servicio, ha confirmado que el incremento es inevitable debido a una actualización del impuesto que regula los combustibles. Torres explica que, si bien las petroleras operan con un margen razonable y se encuentran en una situación operativa adecuada dentro de ciertos rangos, la realidad del mercado muestra una disminución en las ventas motivada por la situación económica de los consumidores.
«Las petroleras más que pactar con el Gobierno, ven una realidad de baja de las ventas porque el bolsillo de la gente está con problemas en función de los precios actuales», señaló Torres.
Este panorama sugiere que la presión económica está limitando la capacidad de consumo, lo cual se refleja directamente en una caída del 40% en las ventas de combustibles en Chubut durante los primeros meses del 2024.
Torres también señaló que, actualmente, el 50% del valor que los consumidores pagan en el surtidor corresponde a impuestos. A pesar de esta alta carga tributaria, descartó que el Gobierno Nacional tenga en planes reducir la presión impositiva sobre el sector en el corto plazo.
Adicionalmente, el empresario destacó que este aumento en el precio de la nafta se considera el último del año, siempre que no se realicen ajustes en el tipo de cambio y que la inflación continúe su tendencia a la desaceleración. Sin embargo, remarcó que la situación está intrínsecamente ligada a la evolución económica y que cualquier cambio significativo podría alterar este esquema.