El mandatario ruso justificó la operación puesta en marcha este jueves en una supuesta petición de los líderes de las regiones rebeldes de Donetsk y Luhansk, dos territorios de Ucrania controlados desde 2014 por grupos separatistas prorrusos y que este semana fueron reconocidos por el Kremlin como estados «independientes».
«Tomé la decisión de llevar a cabo una operación militar especial. Su objetivo será defender a las personas que durante ocho años sufren persecución y genocidio por parte del régimen de Kiev», señaló Putin en una afirmación que no está sustentada por ninguna evidencia.
Aseguró además que buscaba la «desmilitarización y desnazificación de Ucrania», a lo que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, respondió recordando que él es judío. «¿Cómo podría yo ser nazi?», preguntó.
Y aunque el mandatario ruso afirmó que sus planes «no incluyen una ocupación del territorio ucraniano», pronto quedó claro, que la operación militar rusa no se limitaría a «proteger» a los rebeldes de Donetsk y Luhansk, sino que abarca todo el país.
Las fuerzas rusas han atacado Ucrania por el este, donde se encuentran las regiones rebeldes de Donetsk y Luhansk, pero además han atacado desde el sur, desde Crimea, una península de Ucrania que Rusia se anexó en 2014; y desde el norte, donde se cree que las tropas rusas cruzaron por la triple frontera en la que coinciden Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
También por el norte, fuerzas rusas aerotransportadas tomaron la base aérea Antonov, ubicada a unos 40 kilómetros de la capital ucraniana, Kiev.
Pero, ¿qué está buscando Putin con esto?
Un gobierno amigo en Kiev
«El objetivo estratégico de Rusia es neutralizar la soberanía de Ucrania. Rusia considera esencial para su seguridad nacional que Ucrania no se una a la OTAN ni a la Unión Europea y que no tenga un gobierno prooccidental», dice Adriano Bosoni, director de análisis de Rane, una empresa estadounidense especializada en pronósticos geopolíticos, a BBC Mundo.
«A nivel más práctico, las acciones de las últimas horas buscan básicamente un cambio de gobierno en Ucrania. Buscan deponer al gobierno de Zelensky y reemplazarlo con un gobierno prorruso», agrega.
Peter Zeihan, un experto estadounidense en estrategia y geopolítica, coincide en que Putin tiene en la mira al gobierno de Zelensky.
«Su objetivo es derrocar al gobierno e instalar un régimen títere. Eso está muy claro en el discurso y no se detendrá hasta que la totalidad del territorio de Ucrania sea considerado amistoso, en los términos en los que lo define Moscú. Así que estamos viendo aquí una captura [territorial] al por mayor y probablemente estará seguida por una ocupación del país», dijo Zeihan en un video divulgado este jueves en su canal de YouTube.
Esta operación también tendría para Moscú objetivos que irían más allá de Ucrania, según señala Gerald Toal, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Virginia Tech en EE.UU.
«Desde la perspectiva geopolítica, Putin quiere desafiar el dominio unipolar estadounidense, por lo que se trata de una jugada que coincide con el objetivo general de China de retar ese orden internacional», dice Toal a BBC Mundo.
«En términos de seguridad europea, está buscando destrozarla para demostrar que Rusia está de vuelta, que es una potencia importante a la que deben prestar atención. [Su mensaje es que] la OTAN no puede seguir expandiéndose sin escuchar las preocupaciones de seguridad de Rusia», apunta.
El modelo Lukashenko
Adriano Bosoni sostiene que el escenario ideal para Moscú sería lograr que Ucrania siga el ejemplo de Bielorrusia, «que es prácticamente un estado títere, totalmente dependiente de Rusia, con [Alexander] Lukashenko como dictador perpetuo».
Esta estrategia de forzar un cambio de régimen en Ucrania para imponer un nuevo gobierno «amistoso» es considerada como «muy arriesgada» por Gerard Toal, quien durante años ha hecho estudios sobre la opinión pública en Ucrania y cree que es muy difícil que Rusia tenga éxito por esa ruta.
«La violencia polariza la situación y la hace muy tóxica por lo que cualquier gobierno distinto al actual en Ucrania va a ser visto como una capitulación ante Rusia, como un títere de Rusia, por lo que creo que una mayoría de la población se movilizará en su contra y no veo cómo podría tener éxito», señala.