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Se anuncia el cierre parcial de fronteras, cuarentena obligatoria a pacientes que lleguen de zonas de riesgo, suspensión de todos los espectáculos públicos y no habrá control de asistencia en la enseñanza, informó el presidente Luis Lacalle Pou.

Explicó que «es ley mantener la cuarentena» para aquellas personas que se les indique.

A su vez el presidente Lacalle Pou exhortó a los ciudadanos que presenten síntomas a solicitar asistencia en el domicilio.

Las medidas de prevención que se toman ante la confirmación de cuatro casos de coronavirus en el país son:

-Declarar en forma preventiva emergencia sanitaria
-Cierre parcial de fronteras
-Suspensión de espectáculos públicos
-Suspensión de espectáculos públicos
-Suspensión del control de asistencia en todos los centros de enseñanza pública y privada

Los primeros cuatro uruguayos afectados por el coronavirus , confirmados en la tarde de ayer, aceleraron el plan de combate contra esta pandemia en uno de los últimos países de la región en caer en este drama.

El día fue frenético: cumbre política con líderes de todos los partidos, sesión permanente del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), sesión del Consejo de Ministros y reunión con los gobernadores de los 19 departamentos (provincias), y la red de centros de salud pública y privada concentrados en el ataque conjunto al coronavirus, que demoró, pero entró al Uruguay con los primeros afectados. En esos cuatro casos, todos habían viajado recientemente a Italia.

El presidente, Luis Lacalle Pou , que lleva menos de dos semanas en el cargo, dijo que prácticamente no durmió de jueves a viernes, y antes de que amaneciera se comunicó con el ministro de Turismo y el de Defensa Nacional para comunicar que había que impedir que un crucero de turistas argentinos desembarcara en Punta del Este.

Uruguay no había cerrado las fronteras, pero se consideraba factor de riesgo el posible ingreso de esos viajantes, porque en el muelle de la Playa Mansa no había dispositivo de seguridad sanitaria para hacer controles efectivos.

El crucero había partido anteayer de Buenos Aires y el capitán se sorprendió ayer con la llamada tempranera de la Prefectura Naval uruguaya de que no podía atracar y desembarcar al pasaje. El barco se quedó un tiempo en la Bahía de Portezuelo (Solanas) para luego seguir viaje hacia su siguiente destino, en Brasil.

En tanto, en los aeropuertos y puertos comenzó a funcionar un dispositivo de seguridad área destinada a posibles casos sospechosos de coronavirus y salas para cumplir «cuarentena».

Uruguay era el único país del sur del continente sin afectados por coronavirus , pero las autoridades daban por hecho que era cuestión de tiempo que cayeran uno o más casos, y por eso activaron dispositivo de cuidados en la red hospitalaria: en la tarde de ayer se supo que había cuatro uruguayos afectados, uno de ellos lo había contraído en Italia en un viaje reciente.

Un poco antes de las 16, el Ministerio de Salud Pública comunicó oficialmente que «se confirmaron los primeros 4 casos de coronavirus Covid-19» y agregó que son «todos procedentes de Milán, habiendo ingresado al país entre el 3 y el 6 de marzo».

El gobierno precisó que «los pacientes se encuentran estables y en domicilio» y que el «Ministerio está haciendo el control de trazabilidad de su entorno».

El nuevo jefe del Estado quiso que la conmoción que generó el tema fuera abordada por todo el sistema político, por lo que decidió convocar a los líderes de todos los partidos, tanto de la coalición oficialista como de la oposición, liderada por el izquierdista Frente Amplio.

El gobierno canceló todos los espectáculos públicos de cierta magnitud, como un festival de rock de este fin de semana y una fiesta de la uva en el interior del país, y dispuso que los partidos de fútbol se jueguen a puertas cerradas, sin público.

Los colegios y universidades se preparan para dictar clases a través de red informática con alumnos en sus casas, aunque no hay decisión en esa materia todavía.

El público agotó las partidas de barbijos y alcohol en gel en las farmacias y supermercados.

Lacalle Pou está al frente de los operativos y con el seguimiento de los casos van adoptando más medidas de contralor, lo que se hace en coordinación con Salud Pública que regula el sector, el ente de los hospitales estatales y la red de instituciones médicas privadas.

Entre las medidas de prevención, las autoridades ponen acento en uno de los principales hábitos de los uruguayos: el mate no debe compartirse. Por un tiempo, cada uno con su propio mate.

El crucero viene de Argentina y tiene aproximadamente 3.000 pasajeros a bordo. Desde la Armada se le dio instrucción al capitán del barco para que vuelva a altamar.

El ministro de Turismo Germán  Cardoso informó este viernes que se decidió no autorizar a bajar en Punta del Este a un crucero que tenía previsto hacerlo a primeras horas de la mañana en el marco de las medidas de prevención por coronavirus, indicó el jerarca a través de su cuenta de Twitter.

La decisión fue tomada a través de una acción coordinada entre el presidente Luis Lacalle Pou y el ministro de Salud Pública Daniel Salinas, agregó Cardoso.

«No están dadas las garantías por la infraestructura de Punta del Este para desplegar un control de frontera de barrera sanitaria con las características que requeriría una situación extrema de estas», explicó el ministro.

«Esa fue la decisión que se le comunicó desde la Armada al capitán del barco para que pusiera rumbo a altamar de nuevo y no bajara», agregó el jefe de la cartera.

El crucero vino desde Argentina con 2914 pasajeros a bordo y una tripulación compuesta de 926 personas, informó a El País el vocero de la Armada Diego Perona.

Uruguay es uno de los dos países de América Latina en los que no hay casos de coronavirus confirmados. En un intento para prevenir al máximo el contagio en la noche de ayer se decidió la suspensión y reprogramación del festival Montevideo Rock así como que los partidos de fútbol locales se jueguen sin público. 

Fuentes del gobierno informaron a El País que el Poder Ejecutivo analizará “adoptar nuevas medidas” en relación a la inminente llegada de la enfermedad. Lo hará en una reunión del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) junto al Congreso de Intendentes y varios ministros, informó El País.

Uruguay, Bolivia y Venezuela son los únicos países de América del Sur que no han corfirmado ningun caso de coronavirus.

A pesar de no tener casos ni sospechosos de coronavirus, Uruguay está preparado para la eventual llegada al país, según declaró la semana pasada el ministro de Salud Pública.

El fin de semana, América del Sur confirmó la primera muerte por coronavirus (en Argentina) y varios países anunciaron la llegada del virus (o el crecimiento de casos).

Brasil (25), Ecuador (15), Argentina (17), Chile (10), Perú (9), Paraguay (1) y Colombia (3) son los países que registraron casos de coronavirus en Sudamérica.

Coronavirus en América del Sur

 

El seleccionado albiceleste inició con pie derecho la segunda ronda del Preolímpico y venció 3-2 a Uruguay este lunes en el inicio del cuadrangular final del Preolímpico Sudamericano Sub-23 que se disputa en Colombia, y confirmó su favoritismo para obtener un cupo a los Juegos de Tokio-2020.

La albiceleste de Fernando Batista doblegó con contundencia a los charrúas en una nueva edición del clásico del Río de la Plata, disputado en el estadio Alfonso López de la ciudad de Bucaramanga.

Los argentinos se llevaron los tres puntos con anotaciones de los mediocampistas Alexis Mac Allister (17 y 54) y Fausto Vera (38). Los celestes descontaron con Juan Ignacio Ramírez (66) y Matías Arezo (90+2).

En una noche de ensueño, el flamante refuerzo del Brighton inglés abrió el marcador en un cobro de tiro libre desde el sector derecho que se coló en el palo del portero Ignacio de Arruabarrena, quien una vez más lució falto de reflejos.

Después aprovechó una habilitación del corajudo Adolfo Gaich para clavar la pelota al ángulo superior derecho de De Arruabarrena, en otro tiro de fuera del área.

Con las anotaciones, el ex Boca Juniors se convirtió en el máximo goleador del certamen, con cinco goles, dos más que el colombiano Jorge Carrascal y el boliviano Víctor Abrego. Y se fue aplaudido por la hinchada colombiana, que pese a apoyar a Uruguay le reconoció su calidad.

Vera, en tanto, aprovechó un rebote fuera del área para desenfundar una violenta volea que dejó sin opciones el golero del Montevideo Wanderers.

Argentina, que ha ganado los cinco partidos disputados, descontroló a la zaga uruguaya con la visión y los pases de Mac Allister, el batallador Gaich y la movilidad de los extremos Julián Álvarez y Agustín Urzi.

Los celestes de Gustavo Ferreyra sintieron la ausencia del artillero Diego Rossi, suspendido por acumulación de amarillas, aunque les valió el empuje de Ramírez, quien ingresó en el 46 por el capitán Facundo Waller, para acortar distancias ante un rival que lució más fuerte.

Ramírez marcó el descuento en una parpadeo de la zaga rival en el que eludió al portero Facundo Cambeses, quien minutos antes le ahogó un tanto en una atajada felina a un disparo lejano.

La anotación despertó la garra charrúa, que por poco iguala el encuentro luego de que el ingresado Arezo clavara un cabezazo inatajable para Cambeses.

A falta del duelo de cierre de la jornada, entre Colombia y Brasil, Argentina lidera el cuadrangular final, de donde los dos mejores clasificados obtendrán los tiquetes a Tokio.

La albiceleste volverá al ruedo el jueves ante los cafeteros, mientras que los charrúas chocarán contra la Canarinha.

La población uruguaya, de aproximadamente 3,5 millones de habitantes, ha sido prácticamente la misma durante 30 años.

Uno de los primeros planes anunciados por el presidente electo Luis Lacalle Pou, quien asume el cargo el 1 de marzo, es tratar de aumentar el tamaño de la población y parte de su plan incluye facilitar la entrada de residentes extranjeros.

El político de centro derecha anunció hace unos días que lanzará un paquete de medidas para flexibilizar las normas de residencia actuales, tanto burocráticas como fiscales, con el fin de atraer a extranjeros al país.

«Uruguay siempre ha sido un país de brazos abiertos para países que están expulsando a su gente, venezolanos, cubanos y de otros lugares», dijo previamente el presidente electo.

Y agregó: «Pero también es un lugar para que la gente que no está pasando mal pueda decir que aquí es un lugar donde se respeta la inversión, donde es bueno traer a vivir a su familia y donde hay certeza jurídica».

En medios locales se informó que, en concreto, la administración entrante busca atraer entre 50.000 y 100.000 extranjeros en sus 5 años de gobierno, con un fuerte énfasis en grandes y pequeños empresarios argentinos que se ven afectados por los vaivenes económicos de dicho país.

Para tener una referencia, entre octubre de 2014 y diciembre de 2018, período en el que se disparó la llegada de venezolanos a Uruguay, se otorgaron 38 mil residencias de diferentes países, informó el diario local El Observador.

Duras críticas

Las declaraciones de Lacalle Pou provocaron críticas del Frente Amplio, el partido que dejará el poder luego de 15 años.

El actual ministro de Economía, Danilo Astori, afirmó que las iniciativas podrían hacer que el país «retroceda» y vuelva a ser un «paraíso fiscal», como sucedió en el pasado.

Por su parte, el presidente de Argentina, el peronista Alberto Fernández, también habló de los esfuerzos de los gobiernos del Frente Amplio para que Uruguay dejase de «ser un paraíso fiscal» y de «favorecerse con el dinero obtenido espuriamente en otros lados».

Sobre el plan de atraer argentinos en particular, el expresidente José Mujica dijo: «En vez de traer 100.000 cagadores (defraudadores) argentinos preocupémonos de que los nuestros inviertan acá».

«Tenemos unos US$24 mil millones desparramados por el mundo. ¿Por qué no intentamos que una parte de esa plata venga para el país?», agregó.

Otros críticos dijeron que Lacalle Pou pretende atraer «principalmente a los ricos» para estimular la economía uruguaya.

A su vez, el presidente Tabaré Vázquez dijo que «no es fácil» implementar la iniciativa de su sucesor, pero opinó que «sería mucho mejor tener 6 millones de habitantes» como un motor económico.

¿Qué tipo de extranjeros buscan?

En una entrevista con BBC Brasil, el futuro ministro de Turismo, Germán Cardoso, dijo que Uruguay se inspira en los países de la Unión Europea (UE), especialmente Portugal, para aumentar su población y «activar» su economía sin «dañar» la integridad fiscal del país.

«No queremos capital ilícito, sino familias e inversores que demuestren sus recursos, que quieran vivir y prosperar en nuestro país», dice Cardoso por teléfono.

Según él, Uruguay puede definirse como «una isla de prosperidad y tranquilidad» porque ofrece «escuelas y universidades de calidad», así como «tasas de seguridad pública más altas que las de los países de la región», y buena calidad de vida.

Actualmente, Uruguay pide a un extranjero que quiera obtener la residencia que invierta aproximadamente US$1,8 millones en una propiedad o negocio uruguayo, y permanezca en el país por al menos seis meses consecutivos.

Para Cardoso, tales requisitos «dificultan» atraer a residentes de otros países.

El ministro dice que hay un conjunto de proyectos de ley que se enviarán al Parlamento con solicitud de prioridad para acelerar su procesamiento.

Un residente extranjero, explica, aún debe demostrar que quiere invertir y establecerse en el país, pero sin la obligación de pasar seis meses sin viajar al extranjero y con un monto más bajo de inversión.

«Creemos que podemos reducir este nivel a los niveles de Portugal, por ejemplo, que es de alrededor de US$500.000», dice Cardoso.

Otros lazos también serán considerados para otorgar residencias, como si una familia inscribe a sus hijos en escuelas o universidades uruguayas.

«Las reglas actuales nos dificultan atraer a más residentes. Lo que queremos es que sea más flexible, sin dañar los principios internacionales y con reglas claras», continuó el ministro.

«Aquí en Uruguay tenemos la característica de respetar las reglas, incluso con cambios en la línea ideológica del gobierno. Lo que queremos hacer es facilitar la llegada de más habitantes», expuso.

«Más vacas que personas»

La intención de Uruguay de expandir su población no es nueva, como apuntan historiadores y analistas entrevistados por BBC Brasil.

En el país, llamado por sus habitantes «paisito», incluso «hay más vacas que personas», pues la proporción es de más de tres bovinos por habitante.

Como organizadora del programa de estudio de la población uruguaya, la historiadora uruguaya Adela Pellegrino, profesora jubilada de la Universidad de la República, destacó algunos de los factores que explicarían la baja densidad de población del país.

«Uruguay siguió un camino similar al europeo, que llamamos transición demográfica. Cuando la mortalidad comienza a disminuir, la fertilidad a la larga también disminuye y la población se vuelve estable (y de más edad)», explicó.

«Además, el nivel de educación contribuye. En el caso uruguayo, entendemos que la formación de las mujeres, tanto en términos de educación como de ciudadanía, terminó contribuyendo a una menor fertilidad», continúa.

Uruguay lleva más de tres décadas estancado en la franja de los 3 millones de habitantes

Según la experta, es «intrigante» que Uruguay haya atraído a inmigrantes en una trayectoria similar a la de Argentina en el siglo XIX, pero no tuvo un aumento de población como el resto de América Latina, región que tuvo una de las mayores tasas de crecimiento demográfico del mundo.

No es la primera vez que un gobierno uruguayo intenta atraer a los migrantes, recuerda: «Nuestra pequeña población y sus efectos son una realidad. Y cada gobierno que llega tiene un proyecto. Pero muchos no han sido eficientes. Veremos qué pasa ahora», dice Pellegrino.

Uruguay, de hecho, tiene una ley de 2008 que, también para atraer habitantes del extranjero, facilitó los procedimientos de residencia, señala Luciana Méndez, economista e investigadora de la Universidad de la República.

«Uruguay es un país muy abierto a los inmigrantes y el procedimiento de residencia es simple y ágil, y es necesario probar cosas básicas, como no tener antecedentes penales», dice Méndez.

«La ley de 2008 establece, por ejemplo, que los residentes que llegan del extranjero tienen los mismos derechos que los uruguayos para acceder a la salud y la educación pública y para trabajar, ya que con el documento de identidad provisional ahora se puede ingresar al mercado de trabajo», explica.

Sin embargo, considera que la política migratoria del nuevo gobierno también debería tener en cuenta que aproximadamente al 13% de la población uruguaya que vive en el extranjero.

«Hay muchas personas calificadas, con doctorados y otras aptitudes, que abandonaron el país durante la dictadura militar en la década de 1970, o que fueron, de alguna manera, expulsados debido a la crisis económica de 2001», opinó.

«Una política migratoria completa y seria debería incluirlos a ellos también, ya sea en términos de lazos económicos o académicos», agregó Méndez.

¿Inseguro?

La seguridad pública es hoy una de las mayores preocupaciones de los uruguayos, especialmente aquellos que viven en el interior del país, explica Gerardo Caetano, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de la República.

Cardoso, el futuro ministro de Turismo, dice a BBC Brasil que aunque el «deterioro» en el área de seguridad pública fue una de las razones detrás de la elección de Lacalle Pou, el país «todavía es muy seguro, en comparación con otros la región, y abordar el problema es una prioridad del gobierno».

Según datos oficiales, Uruguay ocupó el cuarto puesto en América del Sur en número de homicidios, con una tasa de 11,8 por cada 100.000 habitantes, detrás de Venezuela, Brasil y Colombia.

No obstante, otros rankings internacionales, como el de la consultora Mercer, señalan a la capital uruguaya como «el mejor lugar para vivir» en América Latina, indicó La Nación.

El presidente electo criticó una decisión del gobierno saliente sobre economía. Y se enfrentaron también por la situación en Bolivia.

Lo que empezó como una transición fluida entre el saliente gobierno de izquierda y el entrante Ejecutivo de centroderecha en Uruguay se tensó con acusaciones de irresponsabilidad fiscal y «mala fe», pocos días después de conocerse el resultado final del balotaje del 24 de noviembre.

El presidente electo Luis Lacalle Pou, que lidera una coalición de partidos que van desde la derecha hasta la izquierda socialdemócrata con la que desbancó al izquierdista Frente Amplio luego de 15 años de mandato, se reunió el lunes con el mandatario saliente, Tabaré Vázquez, en una cita a la que calificó de «sanadora» tras fuertes cruces entre ambos antes de las elecciones.

Pero a la salida de ese primer contacto, el ex senador de 46 años se encontró con una noticia que cambiaría el tono sereno de la transición: el gobierno anunció a la prensa mientras se desarrollaba la reunión su decisión de no ajustar las tarifas de los servicios públicos como hace cada enero.

Eso genera, según Lacalle Pou, una pérdida de ingresos del orden de 400 millones de dólares que obligará a su futuro gobierno a tomar medidas más duras para contener el persistente déficit de las finanzas públicas.

Uruguay, que creció ininterrumpidamente desde 2003, se encuentra en una fase de estancamiento económico y su déficit fiscal -financiado con emisión de deuda- roza el 5% del PBI, una cifra que pone en la cuerda floja el codiciado «grado inversor» que le otorgan las calificadoras de riesgo al país.

«Es una avivada (artimaña)», le dijo el presidente electo al canal VTV. «El gobierno entrega ‘la casa desordenada en cuanto a déficit, en cuanto a inflación, en números macro y también (…) desempleo (9,5%), inversión, cierre de empresas. (…) Nos agregan una cosa más que desordena más la casa», le dijo además a periodistas.

Las réplicas del oficialismo no tardaron. El actual gobierno había señalado en julio que no ajustaría al alza las tarifas de servicios públicos y combustibles «probablemente» hasta el final del período de gobierno.

Lacalle Pou «muestra una combinación de ignorancia y mala fe preocupante», afirmó el ministro de Economía, Danilo Astori, al semanario Búsqueda. «¿No era que las tarifas no son para recaudar?», preguntó con ironía. «No se puede señalar que nuestra economía es ‘una casa en desorden’ cuando (desde) el país y del exterior la observan con respeto y, frecuentemente, con altas calificaciones», se indignó.

Sin embargo, en una nota emitida el lunes, la calificadora Fitch Ratings recordó que el bajo crecimiento, alto déficit fiscal y deuda pública crecientes le llevaron a poner en perspectiva negativa la calificación crediticia de Uruguay (BBB-) en octubre del año pasado. La situación «ha empeorado desde entonces», concluyó.

El economista Javier de Haedo, en su cuenta de Twitter, sostuvo que «el resultado fiscal de las empresas públicas» en los últimos 12 meses hace «evidente» que se «requiere el ajuste anual de las tarifas desde enero».

También en Twitter, el economista Aldo Lema sostuvo que de congelarse las tarifas, el gobierno actual terminará con una inflación más acotada que el 9% interanual con el que cerraría febrero de efectuar un ajuste por la variación del Indice de Precios al Consumo antes de entregar el poder el 1º de marzo.

Cruce por Bolivia

Si las cosas venían en malos términos, la decisión de Uruguay de pedir en el Consejo del Mercosur, el máximo órgano de decisión del bloque, que se activen para Bolivia «los mecanismos» del Protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático, avivó el incendio.

El gobierno de Vázquez considera que la salida de Evo Morales fue un golpe de Estado, y por lo tanto pide analizar medidas que podrían llevar a suspender a Bolivia como Estado libre asociado al bloque regional.

«Más allá de su contenido, lamentamos que el canciller (Rodolfo) Nin Novoa haya tomado una decisión tan importante sobre el tema Bolivia sin consultar con el gobierno entrante. Sería deseable que entre todos consigamos mejorar la política: hacer del juego limpio una ‘política de Estado», criticó en Twitter el próximo ministro de Relaciones Exteriores, el economista Ernesto Talvi, del conservador Partido Colorado.

La última vez que el Mercosur aplicó la cláusula democrática fue a mediados de 2017 ante la crisis social y política de Venezuela y, si bien no fue propuesta por Uruguay, la votó.

Por si fuera poco, el gobierno de Vázquez resolvió nombrar nuevos generales sin requerir el parecer del próximo mandatario, que será quien en definitiva coexista con esos altos cargos, lo que desató un nuevo frente de tensión en la transición, la primera desde 2005 que supone un cambio de partido en el gobierno de Uruguay.

El mandatario en ejercicio y su sucesor tienen previsto viajar juntos a Buenos Aires el 10 de diciembre para la asunción de Alberto Fernández como presidente de la Argentina, informó Clarín.

El presidente electo de Uruguay aseguró que el hecho de participar en la investidura de Fernández, el 10 de diciembre en Buenos Aires, es “una buena señal para el mundo”.

El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, confirmó este miércoles que estará en la asunciónde Alberto Fernández en Argentina, acompañado del mandatario Tabaré Vázquez.

Lacalle Pou aseguró que el hecho de participar en la investidura de Fernández, el 10 de diciembre en Buenos Aires, es «una buena señal para el mundo».

Lacalle Pou, quien pondrá fin a 15 años de gobierno del izquierdista Frente Amplio (FA), explicó que Fernández se comunicó con él vía telefónica para invitarlo.

Vázquez ya había anunciado su voluntad de viajar junto a su sucesor a la ceremonia de investidura.

Lacalle Pou, del opositor Partido Nacional (PN) y quien lidera una coalición de cinco partidos de centroderecha, ganó el balotaje (segunda vuelta) del 24 de noviembre con el 48,8 por ciento de los votos frente al oficialista Daniel Martínez (FA), quien tuvo el 47,3 por ciento.

La semana pasada, Fernández felicitó a Lacalle Pou por su triunfo en las elecciones de Uruguay, y esperó que puedan trabajar juntos por la integración regional y para terminar con la desigualdad en América Latina.

«Felicitaciones a @LuisLacallePou, presidente electo de Uruguay, con quien espero que podamos seguir trabajando juntos por nuestros pueblos y por la integración regional», escribió en Twitter el líder peronista, que asumirá la jefatura de Estado argentina el próximo 10 de diciembre.

Según añadió, con Lacalle Pou, tiene «el gran desafío de fortalecer la democracia y terminar con la desigualdad» en el continente.

Se da la situación que Fernández, que venció a Macri en las elecciones argentinas del 27 de octubre, había mostrado una fuerte cercanía con Daniel Martínez del Frente Amplio, quien es amigo suyo desde hace tiempo, e incluso acudió a verlo a Montevideo el pasado 14 de noviembre, en plena campaña uruguaya.

Ese día, el futuro presidente argentino -que se califica de centro izquierda- también mantuvo un encuentro con el aún jefe de Estado del país vecino, Tabaré Vázquez, quien cederá el poder a Lacalle Pou el 1 de marzo de 2020.

A pesar de esta situación, Fernández ya explicó que trabajaría por mantener la estrecha relación con Uruguay fuera cual fuera el vencedor de las urnas.

Ambos países, además de mantener fuertes lazos históricos y culturales, integran el Mercado Común del Sur junto a Brasil y Paraguay, informó Clarín.

En medio de una disputa entre Nacional y los referís, un grupo de desconocidos ingresó a la vivienda de Marcelo De León, robó objetos y escribió “Bolso” en una de las paredes.

El torneo Clausura del fútbol uruguayo, que debía definirse este fin de semana, mantendrá su desenlace en suspenso debido a que la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (AUDAF) dispuso un paro de actividades debido a las amenazas que sufrió el presidente de la gremial, Marcelo De León.

La decisión de la AUDAF fue adoptada luego de que un grupo de desconocidos ingresara al domicilio de De León, robara algunas pertenencias y escribiera con aerosol en una de las paredes “Bolso”, el apodo con el que es conocido el Club Nacional de Fútbol, cuyos dirigentes y simpatizantes manifestaron en los últimos días su disconformidad con los arbitrajes que supuestamente perjudicaron al equipo.

“En virtud de los hechos de violencia ocurridos recientemente contra uno de nuestros agremiados, siendo objeto de amenazas contra sí y contra su familia, sufriendo incluso un atentado contra la privacidad de su domicilio, con claras muestras de relacionamiento hacia la función arbitral, y sumado a la escalada de hechos acontecidos que no parecen aislados, sino como una intención deliberada de menoscabar la función arbitral, pretendiendo condicionarla a presiones externas, esta gremial resuelve paralizar las actividades en todas sus categorías y disciplinas», señaló la AUDAF en un comunicado.

Como consecuencia de esta decisión de la organización sindical, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) decidió suspender todos los encuentros programados para este fin de semana, entre ellos los ocho correspondientes a la 15ª fecha del Clausura, en la que se definiría al campeón del certamen entre Nacional, Peñarol, Progreso y Plaza Colonia.

La huelga de la AUDAF es por tiempo indefinido, aunque los pasos a seguir se decidirán en la Asamblea de la organización que se llevará a cabo el próximo martes. “Consideramos que en este momento las garantías no están dadas. Es difícil hacer que el show continúe. Se intenta calmar las aguas y que la gente modifique actitudes, pero no hay solución y cada vez es peor”, expresó Fernando de los Santos, abogado de la gremial, en el programa Hora 25 de radio Oriental.

Esta no es la primera situación de intimidación que sufre De León en estos días. El viernes pasado, el titular de la AUDAF había realizado una denuncia penal por las amenazas de muerte que había recibido a través de las redes sociales después del partido que Defensor Sporting le había ganado 2 a 1 a Nacional.

La ira de los simpatizantes del Tricolor había estallado especialmente por una jugada en la que el árbitro Pablo Giménez no sancionó penal tras una infracción de Mauricio Gómez sobre Thiago Vecino en el área de Defensor Sporting.

La tirria entre Nacional y los árbitros viene de larga data. El 20 de abril de este año, en un partido que el Bolso igualó 4 a 4 con Fénix por la 10ª fecha del Apertura, Andrés Cunha había anulado dos jugadas que habían terminado en goles. “Charlar amigablemente con el Colegio (de árbitros) no funciona y vamos a tener que tomar otras medidas”, había advertido José Decurnex, presidente del club.

La tensión se intensificó en la 11ª fecha del Clausura, cuando Cunha anuló una jugada que había terminado en gol de River Plate frente a Peñarol en un duelo que el Carbonero, que peleaba el título con Nacional, ganó 1 a 0. Al otro día, el Tricolor emitió un comunicado para manifestar su «preocupación por los hechos recurrentes que se han suscitado de un tiempo a esta parte» y solicitó «de manera inmediata» una reunión con Ignacio Alonso, presidente de la AUF, «en carácter de grave y urgente».

Una semana después, el clásico uruguayo terminó igualado sin goles. El partido fue muy malo pero la bronca igual creció, porque el árbitro Leodán González no cobró un claro penal a favor de Nacional. Todo ello antes del encuentro de la fecha pasada ante Defensor y las amenazas contra De León, informó Clarín.