Mientras todos se organizan y preparan para la jornada me hago un tiempo y subo unas fotos y cuento lo que pudimos apreciar desde el sobrevuelo.
Ayer hubo una brisa del este que favoreció a quienes intentaban detener el fuego que amenazaba con entrar al lago Lezana y desde ahí llegar hasta el borde del valle del Blanco. El Pedregoso resultó una efectiva barrera, y los brigadistas se pudieron desplegar sobre esa fuente de agua y utilizar poderosas bombas. El incendio se fue hacia el norte por ese cañadón y va a una vía muerta, por supuesto quemando todo hasta llegar a las rocas de las altas cumbres en los dos valles que le dan origen al arroyo.
Pero todo esto favoreció el avance por el arroyo Nataine hacia el parque nacional. En la margen norte de ese arroyo, lo único que quedó es un manchón verde de cipreses y coihues detrás de la casa de Pagny, que defendieron Florent, su familia, amigos y ocho brigadistas del Plan Nacional. Ayer en la tarde estaba quemando el pinar que hay sobre la ladera y busca avanzar por la margen sur del lago. Se lo puede detener. Es una zona de rocas y sólo tiene un pequeño manchón de arbustos que comunica este sector con el resto del bosque. El problema es que está bastante alto para la potencia de las bombas. Recuerdo un viejo incendio en Trevelin en el que se iba subiendo la ladera y se hacía una sucesión con piletas pelopincho y bombas para lograr trasladar el agua bien arriba. La otra es que se tire agua con los aviones. Ojalá los estrategas del fuego puedan hacer esta lectura del camino posible del fuego. Los vecinos igualmente nos estamos organizando y veremos si podemos salvar una buena parte de la ladera sur. Tito se fue para hablar con Abel Nievas, quien conduce brigadistas de provincia para proponerle aplicar esfuerzos en este sector. Pobre hombre éste, se lo ve muy comprometido con la situación, se nota que tiene experiencia, pero se lo ve superado, agotado, y tironeado por superiores. Tuve la oportunidad de volar con él y me dí cuenta que sabía evaluar el camino del fuego. Ojalá le den libertad para actuar y respondan a su criterio
Estuvimos recorriendo el borde del lago en la lancha con la idea de salvar semilleros y encontramos un foco peligrosísimo, agazapado entre unos matorrales, que amenazaba directamente la cabaña de la península del Turco. Le tirábamos tierra para aplacarlo mientras Silvia y mi viejo ( Roy Wegrzyn 83 años) desplegaban las mangueras. Íbamos preparados para focos de la orilla, con mangueras cortas, pero ésta alcanzó justo. Que placer enorme poder tirarle agua y agua! , y ver cómo efectivamente se apagaba, y cómo el calor se reduce. Ver subir el vapor desde las brasas e inundar todo. Qué difícil es ser racional en esos momentos, uno lo que ve es algo maligno, amenazador, que con el calor va haciendo una barrera que empuja desde la distancia. Ahora entiendo porque al infierno se lo asocia con el fuego.