A pesar de su rostro inflamado, el tabique fracturado, un ojo negro y su boca destrozada, dialogó con El Patagónico en la sala donde se encuentra internado desde el miércoles a la mañana. Allí recibió el apoyo y la visita de decenas de militantes y representantes políticos del justicialismo. Contó que si no hubiese sido por un policía de civil que efectuó disparos al aire, lo mataban a golpes.
No quiere fotografías por el estado en el que se encuentra. José Nicolás Maldonado, de 32 años, padre de cinco hijos y militante político del Frente para la Victoria, habla como puede desde la cama del Hospital Regional donde se encuentra internado desde la mañana del miércoles. Es que los integrantes de la patota que lo atacaron le sacaron dos dientes a patadas y golpes de puño, le quebraron el tabique nasal y le fracturaron la mandíbula en tres partes.
Pese a que apenas puede hablar, quiere que todos sepan la violencia a la que fue sometido por pegar carteles políticos en San Martín y Chacabuco, agresión que le es atribuida a una facción identificada con Chubut Somos Todos (ChuSoTo) y el Sindicato de Camioneros.
Nicolás es hijo de Juan Maldonado, histórico dirigente del Sindicato de Panaderos y ex concejal que ayer cuando El Patagónico lo entrevistó en su cama de internación, recibía visitas de decenas de militantes del
justicialismo y de dirigentes políticos que le transmitían su solidaridad.
«Estábamos pegando carteles y de repente vino un colectivo grande junto con una Trafic con ploteado que decía Mario Das Neves y Jorge Taboada y, sin mediar palabras, se bajan a agredir con golpes», relató.
«Bajan diez personas de la Trafic y 30 ó 40 personas del colectivo grande contratado. Sin mediar palabras nos agreden sacando armas de fuego, a los tiros, a los disparos», describió.
La agresión ocurrió en la madrugada del miércoles cuando los militantes del Frente para la Victoria pegaban carteles de Scioli sobre los ya pegados de ChuSoTo.
«Yo andaba con cuatro personas que alcanzan a correr. Ayer hablé con los chicos que me contaron que los corrieron más de cinco cuadras tirando tiros, que han pegado en algunos autos», narró Maldonado.
La policía de la Seccional Primera, según confirmó su jefe Humberto Lienan, secuestró junto a Criminalística restos de plomos y una vaina en el lugar de la agresión.
«SOMOS VECINOS DEL MISMO BARRIO»
«Sabemos que está todo filmado, que los vehículos están identificados», dijo Nicolás.
La policía informó que la Brigada de Investigaciones ya procesa al menos cuatro videos de distintas cámaras privadas de seguridad pertenecientes a viviendas cercanas con el fin de identificar a los agresores.
«Tuve un Dios aparte, que fue un policía que salió de civil con un chaleco antibalas y un arma para tirar tiros al aire para que me dejen de golpear. Me atropellaron con el vehículo, se baja la gente a agredirme sin mediar palabra, me pegan una vez, me levanto, vuelvo a correr, nuevamente me vuelven a atropellar con la Trafic, para seguir pegándome», denunció Maldonado que será monitoreado en las próximas 48 horas para determinar la evolución de los traumatismos que sufrió en el cráneo.
«Me siguieron pegando hasta quedar casi desmayado», subrayó.
«Me golpeaban de manera salvaje y me dejaron inconsciente. Tengo quebrada la mandíbula en tres pedazos, he perdido dos dientes, tengo todos los dientes del maxilar rotos, el tabique roto, la costilla».
Luego dijo que «hago responsable al ex gobernador Mario Das Neves y a Jorge Taboada, que me parece raro que todavía no se haya comunicado conmigo, más que nada porque fuimos vecinos de las 1.311; conozco a sus hijas, a su señora, a sus hijos y me parece raro que todavía no se haya comunicado, más él como referente de Camioneros».
Nicolás exige justicia. «Esto no me va a dejar caer; esto me da más ganas para militar, para andar, para salir a repartir folletos», aseguró.
El Patagónico