Al que le quede el poncho que se lo ponga, Vicente Calio es un vecino que ha vivido en El Bolsón y regresa de tanto en tanto a levar flores al tumba de su suegra a la cual tilda de mama, en este relato Vicente cuenta sin pelos en la lengua su odisea al tratar de cumplir su cometido.
Vicente nos cuenta sobre un cementerio en la cual una niña de 18 años abre las tumbas, no existen los baños para los deudos que visitan a sus seres queridos, y mucho menos una oficina de atención al público como en cualquier cementerio del país.
Finalmente el campechano vecino pide a los bolsoneros que se despierten y no dejen que avasallen sus derechos.
Al final el hombre con un lenguaje llano y bien campechano pide disculpas por su léxico pero si usted es reacio a cierto léxico campero no vea este video, pero es recomendable.
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