El servicio estuvo interrumpido durante varias horas en El Bolsón, El Hoyo, Lago Puelo, El Maitén, Cholila y Epuyén.
Los cortes en el servicio de energía eléctrica en la Comarca Andina, que también afectan el bombeo de agua potable, se repiten a diario. Ayer, por ejemplo, estuvo varias horas interrumpido afectando a las localidades de El Bolsón, El Hoyo, Lago Puelo, El Maitén, Cholila y Epuyén.
Al respecto, el jefe de la Delegación Regional de Servicios Públicos del Noroeste del Chubut, Mauro Palma, explicó que «fueron debido a la caída de árboles sobre las líneas» que unen El Coihue con Las Golondrinas, al tiempo que reconoció que «la limpieza no se hace por falta de presupuesto».
«Estamos en una situación económica catastrófica -graficó-, hoy nuestra gran problemática es la falta de recursos materiales. Lo único que hemos recibido de las nuevas autoridades es empatía, pero lamentablemente esto se soluciona con dinero». Al respecto, precisó que son «apenas 20 operarios para mantener 1.200 km de líneas que abastecen a 8.000 clientes del lado chubutense» (hay otros 6.000 en Río Negro a cargo de Edersa), y que «desde hace años no recibimos ni siquiera fusibles. Los empleados están atando los seccionadores de media tensión con guaches (lazos) de alambre, a lo pampa, y las protecciones no se pueden escalonar. Esto conlleva a que cuando corre viento, cae un árbol y deja a dos o tres localidades sin energía», explicó.
«Esta realidad demuestra un claro intento de privatizar el servicio de energía. Habría que recordar lo que pasó en Río Negro con Edersa, allí tienen el mejor ejemplo de que tampoco funciona» (Carlos, dueño de una despensa en El Hoyo).
De igual manera, acotó que «la deuda con los proveedores también es enorme: hay comercios a los que debemos más de un millón de pesos, tampoco tenemos combustible para atender los reclamos, la gente sale en sus vehículos particulares a trabajar. Acá se recauda 1.5 millón de pesos mensuales, pero va todo a Rawson. La caja chica no se repone desde hace rato, incluso los equipos de comunicaciones los compramos con plata de nuestro bolsillo», subrayó.
«En este momento estamos subsistiendo -insistió-, ni siquiera podemos hablar de mejorar la calidad de la prestación. Los funcionarios de la provincia están plenamente enterados de esta situación, pero lo cierto es que hoy atamos todo con alambre, o con un precinto si nos queda», ironizó.
Desde el sector empresarial de la Comarca Andina también hicieron escuchar sus quejas por la coyuntura. «De que nos sirve promocionar el turismo, nuestra principal actividad económica, si los prestadores se ven impotentes cuando se corta la luz en sus cabañas o restaurantes justo cuando están atiendo gente», se preguntó el dueño de un complejo de Las Golondrinas.
Río Negro