Ola de suspensiones en todo el abanico industrial, que ya asoma como amenaza sobre el mantenimiento de las fuentes de trabajo. En julio fueron despedidos ocho mil trabajadores y hubo más de siete mil nuevas suspensiones. Los sectores más afectados.
Para este domingo se espera una asistencia masiva de fieles a los santuarios de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. Otros, tal vez, aprovechen la conmemoración para rogar, en privado, no perder su fuente de ingresos, que alguna vez consideró “estable”. El deterioro que disparó la política del gobierno de Mauricio Macri sobre el frágil equilibrio que presentaba la economía local hizo crecer rápidamente la sombra del desempleo. El termómetro de corto plazo en el mundo del trabajo se posa sobre las suspensiones masivas que las empresas vienen aplicando a un ritmo veloz desde principios de año, que pueden convertirse en despidos abiertos o sus variantes (retiros voluntarios y la jubilación anticipada) si el panorama no mejora. Se calcula que en julio hubo más de 7 mil nuevas suspensiones, para llegar a un total de casi 25 mil en lo que va del año. Se trata de un mecanismo a través del cual, en los hechos, las compañías reducen el salario obrero a costa de bajar la carga horaria de trabajo, para acomodarse a un contexto de desplome de la actividad económica. Además, el mes pasado continuaron los despidos, que afectaron a 8 mil trabajadores y suman 169 mil desde comienzos de año.
La caída de la demanda interna y externa (por la baja de las exportaciones a raíz de la crisis brasileña), la suba de costos por el tarifazo, la devaluación y la pérdida de mercado por el ingreso de importaciones son los puntos salientes de la crisis industrial. Ese combo se tradujo en una reducción del empleo formal que, entre enero y mayo, alcanzó los 52.516 puestos. A ese número habría que sumarle la evolución laboral en junio y julio, la no renovación de contratos de trabajo por tiempo determinado y la destrucción de otras formas de empleo informal. Según el último informe del CEPA, que dirige Hernán Letcher, el total de despidos desde principios de año llega a 169.933, mientras que se acumulan 24.489 suspensiones al incorporar las 7067 registradas en julio.
Las suspensiones, junto a los despidos, los retiros voluntarios, la jubilación anticipada, anticipo de vacaciones y recorte de horas extra, conforman el menú de opciones al que echan mano los empresarios para atravesar la crisis. Por su magnitud, las suspensiones de trabajadores en prácticamente todos los sectores de la economía –pero particularmente en la actividad manufactura– ganan la atención, porque si el panorama no mejora se podrían convertir pronto en despidos.
Las suspensiones en el último mes se concentraron en los sectores siderúrgico, textil, automotor, autopartista, de artículos para el hogar, metalúrgico y de materiales para la construcción. Desde la Asociación Obrera Textil (AOT) advierten que en el sector hay entre 3800 y 4000 suspensiones, mientras que en la UOM denuncian que hay 20 mil trabajadores en tal situación. A continuación se detallan algunos de los casos más representativos, por magnitud, identidad sectorial y ubicación geográfica.
Textiles
La principal firma de hilados del país, TN&Platex, anunció el cierre por dos meses de una empresa controlada que cuenta con dos plantas en Tucumán, lo que afecta 450 empleados. Se acordó el pago de 7 mil pesos de salarios, por debajo del sueldo del año pasado. “Los números no cierran”, justificaron en la empresa. La misma firma mantuvo por dos meses (mayo y junio) a 400 trabajadores suspendidos en dos plantas ubicadas en La Rioja, período durante el cual redujo los salarios en un 30 por ciento.
También en el sector textil, la empresa Alpargatas (que en parte trabaja para la marca Topper), decidió no renovar el contrato a 70 personas en Tucumán y suspendió a 360 operarios en La Pampa. En estos días levantó esa medida, pero en el sector esperan nuevas suspensiones. En Catamarca, la textil Tileye mantiene suspendidos a 40 trabajadores, y también hizo lo propio Calzados Catamarca durante julio, lo que afectó a 311 empleados, además de negociar el retiro voluntario de otros 54 trabajadores. En Santiago del Estero, la empresa Coteminas adelantó vacaciones a todo el personal del 18 al 31 de julio; mientras que la firma Ritex, de La Rioja, suspendió a sus 940 trabajadores entre el 10 y el 24 de julio.
“Exigimos una audiencia con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, para que nos diga qué significa que el Gobierno quiere ‘reconvertir’ al sector. Así empezamos en los 90”, recordó en diálogo con este diario José Listo, secretario general de la Asociación Obrera Textil. En el gremio calculan que hay vigentes entre 3800 y 4000 suspensiones con cobro en promedio de entre el 70 y el 75 por ciento del salario.
Metalúrgicos
Solamente en las inmediaciones de la ciudad de Rosario hay mil suspensiones metalúrgicas, de las cuales 800 se explican por las empresas de línea blanca (artefactos electrodomésticos), que permanecen cerradas abonando el 90 por ciento del salario. Los casos más notables son los de Gafa/Electrolux y Bambi –fabricantes de heladeras–, que aplicaron suspensiones por el trimestre junio/julio/agosto. También en línea blanca se conoció días atrás la suspensión de 125 trabajadores en la fábrica de cocinas Longvie en Catamarca. En Campana, la empresa ATMA, del grupo Newsan, suspenderá una semana su producción, lo que afecta a 400 operarios. Por su parte, Acindar suspendió por unos días a 400 trabajadores de su planta de Villa Constitución y cerró un turno de trabajo en su fábrica de Navarro, aunque en ese caso se manejó hasta ahora sólo con retiros voluntarios.
El sector carrocero, que también está en una situación muy delicada, no suspendió pero tiene en vigencia procesos preventivos de crisis. En Mar del Plata, la empresa Eskabe, que fabrica estufas, termotanques y cocinas, redujo el horario de trabajo de su plantilla. “Estamos un poco preocupados y con una luz amarilla de alerta encendida”, dijo José Luis Rocha, de la seccional de la UOM de esa ciudad balnearia.
Según datos de Adimra (asociación de segundo grado que agrupa a cámaras de ramas metalúrgicas de todo el país), la utilización de la capacidad instalada está en apenas el 56 por ciento del total, cuando en 2011 llegaba al 75 por ciento. En el primer semestre, el empleo en el sector se redujo 2,9 por ciento, lo que equivale a entre 7 y 9 mil trabajadores debido a la reducción de las plantillas del 2,5 por ciento en el primer trimestre y del 3,3 por ciento en el segundo. La situación más sensible se verifica en el autopartismo de Córdoba, advirtieron a este diario desde la entidad patronal. “En relación a diciembre de 2015, el 40 por ciento de los empresarios indicó que redujo su plantilla de personal”, dice el informe de Adimra. En tanto, el secretario general de la UOM, Antonio Caló, aseguró recientemente que en el sector hay alrededor de 20 mil trabajadores suspendidos y 5 mil despedidos.
Automotrices
En el sector automotor, a mediados de mes pasado había 2350 trabajadores suspendidos. La fábrica Iveco de la localidad de Ferreyra, en Córdoba, suspendió durante una semana a 500 trabajadores aunque esa medida fue levantada, mientras que Fiat confeccionó un esquema de trabajo que supone la suspensión de trabajadores durante seis días al mes que afecta a 1500 empleados. En la planta de cajas de cambio de Volkswagen fueron suspendidos 350 operarios durante todos los lunes hasta fin de año. En todos los casos, el salario se reduce en los días de suspensión al 75 por ciento del total. A mediados de julio también la fábrica de camiones Scania suspendió por quince días a 360 trabajadores de su planta en la localidad de Colombres, Tucumán.
“Tener a la Toyota Hilux primera en ventas es toda una señal. Hoy estamos complicados. De repente Volkswagen Gol, Fiat Uno, Ford Fiesta y el Chevrolet Corsa, líderes en venta, dejaron de venderse. Se ve mucho la baja en Fiat, que dejó de producir el Palio y el Siena viejo, se quedó solo con el Palio 326 y hay suspensiones prolongadas que se prolongarán hasta fin de año. También se desafecta el Clío Mio y en Volkswagen cayó la venta de cajas chicas, que eran las que más se producían”, detalló Leonardo Almada, del Smata Córdoba. Del otro lado del mostrador, el presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi, confirmó que “las suspensiones van a seguir hasta fin de año porque no se ven mejorías”.
Construcción, petroleros, plásticos y papeleros
A raíz de la fuerte caída de la construcción, las condiciones de trabajo en las empresas fabricantes de insumos para esa actividad también se deterioraron. Por ejemplo, Cerámica San Lorenzo aplicó desde comienzos de julio suspensiones por 45 días en su planta de Puerto Madryn (106 empleados) aunque luego el Gobierno provincial logró destrabar el conflicto, al tiempo que la firma fue vendida a un grupo mexicano. La compañía también suspendió a los 120 trabajadores de su planta de Villa Mercedes, San Luis. En el sector petrolero, la empresa San Antonio Internacional comunicó la suspensión de 300 trabajadores sin goce de sueldo en Chubut y Santa Cruz, aunque luego levantó la medida ante la presión gremial. Pero la situación sigue muy complicada en toda la Patagonia Sur, con la baja de operación de más de 50 equipos de perforación y, encima, con una “tregua” laboral empresaria ya vencida (finalizó el 31 de julio), sin que se haya renovado el compromiso por mantener las fuentes laborales.
En el sector plástico, la empresa Tevinor de telas plásticas, radicada en Catamarca, está aplicando suspensiones dos días a la semana a la totalidad de su plantilla de 200 empleados, que cobran el 75 por ciento de sus salarios; mientras que Industrias Plásticas Catamarca echó a 10 trabajadores el mes pasado. En la localidad de Tornquist, cerca de Bahía Blanca, la papelera Interpack adelantó vacaciones en julio a sus 300 trabajadores, luego de las suspensiones que había aplicado en junio.