La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) volvió a encender señales de advertencia para la Argentina
Según un informe publicado por el organismo y cuya información fue extraída de Ámbito, el país enfrentará en 2025 y 2026 un escenario de menor crecimiento y mayor inflación, acompañado por presiones cambiarias y vulnerabilidades macroeconómicas que aún no logran disiparse.
Ajuste a la baja en crecimiento y alza en la inflación
La OCDE redujo su estimación de expansión económica para 2025 del 4,5% al 4,2%, mientras que elevó la inflación proyectada del 39,8% al 41,7%. Para 2026, el ajuste fue aún más marcado: el crecimiento esperado cayó del 4,3% al 3%, y la inflación subió del 16,5% al 17,6%.
Estas proyecciones contrastan con los cálculos del Gobierno argentino incluidos en el borrador del Presupuesto 2026, donde se anticipa un repunte del PBI del 5% y una inflación que descendería al 10%.
Factores que condicionan la recuperación
El organismo internacional afirmó que el repunte de 2026 estaría impulsado por un mayor dinamismo inversor y exportador, especialmente por un contexto más favorable para el sector privado y por la expansión del área energética y minera.
Sin embargo, remarcó que las presiones cambiarias recientes reflejan “vulnerabilidades macroeconómicas persistentes” y un clima político todavía incierto. También señaló que, si bien la moderación del gasto y la mejora en la recaudación fortalecieron las cuentas públicas, será necesario avanzar con más reformas para sostener la disciplina fiscal y elevar el crecimiento potencial.
La OCDE pide mantener el sesgo restrictivo
En su análisis, la OCDE fue categórica: la política monetaria “debe mantenerse restrictiva de forma duradera” para que la baja de la inflación sea sostenible. A su vez, anticipó que el peso argentino seguirá experimentando una alta volatilidad debido al nivel reducido de reservas, el índice de precios todavía elevado y la necesidad de ejecutar nuevas reformas estructurales.
El organismo también advirtió que podrían surgir episodios de inestabilidad financiera si estas vulnerabilidades no logran ser corregidas a tiempo, especialmente en un contexto donde la depreciación cambiaria, aunque con impacto menor, todavía incide sobre los precios internos.
Las nuevas proyecciones de la OCDE ponen en relieve un escenario complejo para la Argentina: leve mejora en algunos frentes, pero aún bajo fuertes presiones macroeconómicas. El desafío, según el organismo, será sostener la estabilidad, acelerar las reformas y generar condiciones duraderas para el crecimiento.




