El Ministro de Infraestructura, Planeamiento y Servicios Públicos Alejandro Pagani, en compañía del Vicegobernador Mariano Arcioni visitó la aldea turística en plena crisis de servicios de luz, agua y cloacas, nos llenó de promesas, y hoy, a casi dos meses de su visita, estamos EN LA MISMA SITUACIÓN, en camino de una peor.
Puerto Pirámides, lugar elegido por la ballena franca austral para desarrollar una parte importante de su vida y que visitan miles de turistas nacionales e internacionales, científicos y documentalistas, sumido en una profunda crisis de servicios que hacen del funcionamiento del pueblo un verdadero caos.
Sopla viento, se corta la luz. Llueve, se corta la luz. Hay bruma, se corta la luz. Y a veces, sin ninguna condición meteorológica desfavorable, se corta la luz. No hay luz, CAOS.
Caos porque los pobladores nos calefaccionamos con energía eléctrica (la inmensa y costosa obra de gas que se realizó quedó perfecta en la entrada del pueblo para las fotos de campaña electoral, pero la continuación de la misma nunca sucedió). Hoy los comercios y hogares no tienen gas.
Caos porque la única planta desalinizadora de agua de mar que hay en el pueblo, a sus 27 años de funcionamiento, en cada corte de luz, sufre roturas que en muchos casos requieren de la compra de repuestos que no es inmediata, y que se termina “emparchando” con arreglos precarios aunque eficientes por parte de los empleados de la misma. Su obsolescencia es inminente. Hoy hay instalada una planta nueva que no se puede poner en funcionamiento hasta que Servicios Públicos termine con ciertas obras complementarias para ello.
Caos porque cada comercio colapsa ante la imposibilidad de ofrecer un servicio digno al visitante. Alojamientos que pierden huéspedes, restaurantes con mesas vacías en un pueblo lleno de turistas, baños públicos cerrados, ruido de generadores invadiendo las calles en un Área Protegida donde cada persona que llega paga una entrada con la ilusión de encontrarse un paraíso de naturaleza y fauna, y se encuentra esto: CAOS.
Caos porque almacenes, comercios y pobladores pierden mercadería por el corte de la cadena de frío de los alimentos. Caos porque nuestros niños se quedan sin clases. Los entes oficiales no pueden trabajar porque no tienen señal de internet. Caos porque el hospital rural está sin grupo electrógeno.
En este contexto, que es añejo, los vecinos tocamos fondo y dijimos basta. Triste fue comprobar que la idea de un corte de ruta trajera a nuestra aldea en menos de 24 horas a Arcioni, Pagani, Albaini (intendente de Puerto Pirámides durante 12 años consecutivos y actual Diputado Provincial), entre otros.
Llegaron, después de tres días sin luz, mostrando su mejor perfil político: abiertos a escuchar reclamos y sin tapujos para hacer promesas. Hoy, en plena temporada turística en la que los pobladores nos enfocamos en generar el sustento para nosotros y nuestras familias, nos encontramos en la misma situación y teniendo que escuchar que no hay fondos para generar las obras necesarias que aseguren que el lugar turístico de la provincia tendrá servicios dignos.
Los vecinos dijimos “basta”. Puerto Pirámides merece otra cosa, por su belleza, por su gente, por sus puestos de trabajo y por los turistas que la eligen cada año.
Por Jorge Moll