Pudo haber sido peor. A la medianoche del martes cuando apenas empezaba el miércoles los mercados del exterior daban el peor de los veredictos con desplomes de hasta 5% en Wall Street y con el oro en alza de 4,98%. Los futuros de la Bolsa de Nueva York eran preocupantes.
Pero con el nuevo día se tomó conciencia de que el mal podía ser menor al evaluado y el triunfo de los «indignados» de Estados Unidos fue elvaluado con disgusto pero con menos temor.
Es que ese rechazo desmedido llevó a especular con que podían subir las tasas de interés de Estados Unidos, cuando esta medida es facultad de la Reserva Federal que renueva autoridades en poco más de dos años. Donald Trump deberá convivir como todos los gobiernos norteamericanos anteriores, con un Banco Central absolutamente independiente para manejar la política monetaria.
Salvando las distancias, con Ronald Reagan que venía del sindicato de los actores y se comportó como un verdadero cowboy, logró la transformación más grande del mundo al derribar el muro de Berlín, la Cortina de hierro de la Unión Soviética y la de Bambú de China. La diferencia con Donald Trump es que no anticipó lo qué iba a hacer.
Ahora llegó el tiempo de la reflexión y de ver cómo se integra el gabinete de una de las locomotoras del mundo, porque la otra es China y también juega un rol importante en este tablero.
HACIA UNA NUEVA GLOBALIZACIÓN
Lo que es cierto es que la globalización tal como se la conoció, sufrió cambios que no afectarán demasiado a la Argentina, porque hace una docena de años que está afuera del mundo y apenas mojó los pies en la liberación de la economía mundial. Sólo disfrutó de la bonanza de los precios de la soja, pero no recibió inversiones del exterior que la hagan dependiente.
Tampoco tiene tratados de libre comercio, ni fue el destino de los inversores. En ese sentido, la Argentina llega virgen a este momento. Y no por mérito, sino por irresponsabilidad. De todas maneras, hoy es una ventaja. Más deben temer los mercados de Brasil, Chile o Perú que dependen del mundo y sus cambios de humor.
Una sola empresa argentina fue la gran beneficiaria de este triunfo: Tenaris. La empresa de Techint está globalizada y una de sus plantas principales de caños sin costura está en BayCity, en el condado de Matadores, Texas.
Sus principales clientes son las grandes petroleras y Trump prometió una política generosa para ellos. Por eso Tenaris subió 6,05% en la Bolsa de Buenos Aires y 6,3% en la de Nueva York. La contracara fueron las caídas en Wall Street de Grupo Galicia 3,3% y de Ternium 4,37%, que tiene una planta en México, el país que más teme las consecuencias de este triunfo.
En Buenos Aires, al igual que en el resto del mundo, los inversores bursátiles comprendieron este escenario y sobre el final cedieron sus temores y se recortaron las pérdidas.
El Merval de las acciones líderes terminó 0,66% abajo, con un extraordinario monto de negocios de $566 millones. Lo que alienta el optimismo es que el grueso de las operaciones se produjo en la segunda mitad de la rueda cuando los capitales entraron para aprovechar los precios de oportunidad.
SOSTENIDA BAJA DE LA PARIDAD CAMBIARIA
A todo esto el dólar «hoy», el que compra el público en bancos y casas de cambio, ignoró el resultado de la elección y perdió 7 centavos para operar a $15,16. El «blue» cedió 4 centavos, a 15,38 pesos.
La plaza mayorista tuvo una menor cantidad de operaciones. Se negociaron solo USD 194 millones. Este mercado es el verdadero termómetro. Los vendedores comenzaron pidiendo $15,10 y a medida que avanzaba la rueda bajaron las pretensiones y la divisa cerró a 14,95 pesos, 2 centavos por debajo del día anterior.
En el mercado de futuros aumentaron los volúmenes de transacciones pero el dólar bajó en todos los plazos menos para setiembre del año próximo que cerró a 17,70 pesos, aumentó 0,23 por ciento.
Las reservas perdieron USD 13 millones y quedaron en 38.059 millones.
En la plaza de títulos públicos, hubo cautela. El monto de negocios retrocedió 25%, a $4.000 millones. El Bonar X, el bono más corto en dólares con legislación argentina, quedó neutro igual que el Bonar 2024.
Los inversores esperan el veredicto sobre los activos de los países emergentes en los próximos tiempos. Si aumenta el riesgo, el precio va a bajar porque la tasa de retorno será más elevada.
La rueda de hoy será menos tensa. La temida toma de ganancias se produjo pero de manera moderada. De todas maneras, los mercados no están asentados ni tranquilos. Los hombres que vaya designando Donald Trump van a marcar el ritmo de las próximas ruedas de los mercados mundiales.
Infobae