Por Alberto Hroncich
A ciento cincuenta días del peor escenario que sufrió Comodoro Rivadavia en años, hay un compromiso férreo de la ciudad por comprometerse con la reconstrucción de los múltiples problemas que trajo lo que para muchos interpretamos como catástrofe.
Claro está que en este esquema, algunos actores mezclan la situación crispando la realidad institucional, haciéndolo en la práctica a través de la instalación del dolor como una variante de la política.
Acción instrumentada por la perversidad por forasteros de de la política comodorense.
Quizá se pueda pensar que tanto el Ministro Frigerio, como su alter ego Alvarez de Celis o su “candidato” Menna, portadores del virus UCR-PRO, con una tendencia indeclinable a manipular la opinión pública, quieran utilizar a todos los ciudadanos de Comodoro Rivadavia para mezclarlos un esquema político afín al neoliberalismo y los negocios.
Los comodorenses, en verdad, nos merecemos un mejor relato.
Cinco meses de ese relato propuesto por el trío mentado demuestran que no existe el compromiso serio que la Nación debe tener con esta ciudad, lo tienen a De Celis generando argumentos que en vez de clarificar oscurecen y solo se referencian queriendo esmerilar a aquellos que desde aquel 29 de Abril no han estado más que pensando en el dolor de los demás.
La historia, conmueve, en el siglo XV los antepasados de De Celis lo ubican en el árbol genealógico de Fernando IV Rey de Castilla y León junto a hombres que supieron conseguir por entonces favores del reinado antiguo forjando la política del momento, acentuando en la conquista de territorios que supieron conseguir a base del saqueo y la devastación.
Claro está, que hoy en el siglo XXI, el Alvarez De Celis que nos visita de vez en cuando es un funcionario de tercera línea del gobierno nacional, representante del porteñismo garca, capacitado en general para transmitir solo lo que a la ciudad no le importa el chisme de barrio acompañado de cuanta foto pueda sacarse y por supuesto junto al candidato de Macri, Gustavo Menna.
Los compromisos y las promesas a De Celis no le importan, justifica permanentemente que esta ciudad no cumple con la documentación requerida en tiempo y forma, aunque sabe que no es así. Sigilosamente nos desprecia, porque es un forastero para la política comodorense y en eso de entrometerse no está midiendo que su estrategia mediática es de pavorosa mediocridad.
Todo le sirve a De Celis y a Menna, con tal de aparecer en cadena ante cámaras de TV, pero lo que nunca dicen es de qué manera la Nación cumplirá con el compromiso asumido en cuanto a la reconstrucción de Comodoro Rivadavia.
Pero De Celis por estos días se dedica a otras cosas, irrumpe en algunos barrios de Comodoro Rivadavia, como si fuera el máximo responsable de la ciudad, sabiendo él a ciencia cierta que debe caminar junto al gobierno municipal que es quien conoce el Comodoro profundo y sus problemas.
Pero claro que De Celis con ansias de protagonismo desmedido, está en campaña, usa la prepotencia de la obra pública de Nación para instalar que en la ciudad nada se puede hacer si él no lo avala, quiere hacer creer que hay un estado municipal institucionalmente vegetal, se le mezclan los cables, cree tener la llave maestra ,hace una exhibición del poderío de la caja que no maneja, pero le gustaría, en complacencia con la dirigencia de la UCR local que recién ahora se dio cuenta que esta ciudad, sufrió el temporal más grande de su historia y que pueden usar esto para una precaria campaña política de acá a Octubre sin haberse embarrado un solo zapato.
Estremece la fila de radicales locales, adoradores de Frigerio y De Celis, sabiendo que ambos representan al NEOLIBERALISMO , siempre a favor de los sectores concentrados de la economía, política que sufren jubilados, docentes, Pymes, científicos, y los trabajadores en general, porque adolecen de un proyecto colectivo de sociedad, a ellos lo único que les importa son los negocios.
Han generado la transferencia de recursos más grande de un gobierno a sectores poderosos, que sufren 35 millones de personas, y que solo 5 milllones son favorecidos con el plan ultra liberal del gobierno de Macri, esquema éste que contempla Menna como fiel representante de esta política donde la lluvia de inversiones no aparece y los brotes verdes nunca llegaron.
Es obvio que Menna y De Celis, participan de “la cadena de la felicidad”, sigilosamente y aunque no parezca con sus actitudes delatorias ,desprecian a la ciudad, quieren ser árbitros para inclinar la cancha y que nada se resuelva, que todo se demore, que el dinero comprometido por Nación no aparezca, a sabiendas que es necesario que llegue en tiempo y forma porque hay compromisos asumidos y hay que cumplirlos.
Para ellos todo vale en campaña, son un conjunto de cuantiosos atorrantes que pertenecen al elenco estable de dirigentes de la UCR-PRO que dejaron en 2001 al país en llamas de la misma manera que lo están haciendo hoy con ajustes brutales sobre los que menos tienen, ponderando a Aranguren y Frigerio como los ideólogos de esta política de salvación de los argentinos.
Son De Celis y Menna parte de la banda que sostiene este relato, son los que después del desastre de los 2000 siguieron perteneciendo a los cobradores de sueldos del estado, quedando agazapados, esperando la oportunidad de aparecer con pocas luces y muchas sombras en la política actual.
Hoy quieren llevarse puesto a Comodoro, denigrando la inteligencia de sus ciudadanos, sabiendo además que son beneficiados por ser colaboracionistas de un sistema perverso, se ríen de la gente, abusan con la idea de instalar una sub representación del peor gobierno de la historia, aunque saben en su interior, que sería un desperdicio legislativo que Menna sea quien represente a Chubut. Aunque sería bueno también, como actores de la política nacional que defienden, dejar de reírse un poco y puedan dar una opinión sobre la desaparición forzada de Santiago Maldonado, porque esto también pasó en Chubut.