pregunté a ella si sabía y me dijo que no. No sé por qué ella los tomó. No sé
qué pasó por su cabeza. La discusión comenzó allí, cuando encontré mis
pasaportes en su cartera», mencionó el origen del problema.
querer golpearme. Comenzamos a discutir y ella me dijo que tenía tres meses de
vida porque tenía un nódulo», señaló. Y agregó: «Ella intentó ir al
balcón para arrojarse. Yo sostenía la ventana para que no la abra, pero tuvo
acceso por la otra habitación. Cerré la puerta y bajé por las escaleras. Fui
abajo para intentar sostenerla».
Le di el pasaporte a la ama de llaves, tomé la llave del coche y me fui al
parque. Después de 40 minutos recibí un mensaje de ella diciendo que la Policía
y la ambulancia iban a la casa porque yo había intentado matarla. Los vecinos
de nuestra casa vieron todo y nada de eso sucedió», advirtió.
El mediocampista de 36 años denunció que su mujer partió a Portugal y abandonó a sus hijos con las empleadas domésticas de su casa: «Lo único que quiero en este momento es estar con mis hijos. Sé que ellos me necesitan. Sé la persona que soy. Lo que más me deja preocupado son mis hijos, no puedo hablar con ellos».
González afirmó que su hijo de siete años fue testigo de toda la extrema situación y volvió a subrayar que Andreia da Silva Marques tiene una enfermedad: «Es una mujer que toma antidepresivos y medicamentos para dormir. Me ha pasado de encontrarla prácticamente desmayada por los remedios. La semana anterior, la niñera y mi hijo fueron testigos: la vieron caer desmayada por la escalera porque había tomado un montón de comprimidos de Valium».
«Ella tenía eso: un día estaba bien y al otro no tenía ganas de seguir viviendo. Por eso digo que es una persona que tiene problemas y no se deja ayudar por nadie», justificó sus afirmaciones.
El futbolista que hacía un año y medio se estaba desempeñando en el fútbol brasileño reconoció que a partir del hecho dejó de tener contacto con ella y empezó a manejarse con el abogado del Atlético Paranaense.
«Ella misma se cortó. Las empleadas la vieron. Yo no estaba en casa, había salido para evitar problemas. Salí para pensar un poco: si ella podría estar enferma o no porque ella me dijo que tenía tres meses de vida. Y yo no sabía si eso era verdad o no», insistió.
Lucho recalcó que no le fue infiel y que las reacciones de su pareja podrían haberse dado porque tenía la decisión de regresar a Argentina: «Pensé que la mejor manera era darse un tiempo y separarse. Desafortunadamente ella optó por otro camino, el de poner a todo el mundo en mi contra».
Mientras espera para prestar declaración ante el juez de la causa y reclama recuperar la tenencia de sus hijos, el deportista explicó lo que sucedió con sus hijos tras esa noche: «Mis hijos fueron encontrados en Curitiba, en la casa de un familiar de la mujer que tiene un templo umbanda donde ella frecuentaba. Mis hijos no merecen vivir la situación que están viviendo».