Entrevista a Carlos Linares, intendente de Comodoro Rivadavia.
¿Qué conclusiones sacó de su último encuentro con funcionarios nacionales?
– Es importante que Frigerio haya convocado a una reunión y nos hayamos sentado en una mesa a todos los actores necesarios para la reconstrucción de Comodoro después de meses de ida y vuelta.
El ministro dio un mensaje muy claro en cuanto a que quiere que las cosas sucedan ahora.
Esperemos que lo que se habló, que fue mucho y bueno, se concrete en éstos meses.
¿Han cambiado algunas cosas en la relación y el vínculo institucional con Nación?
– Yo tengo una posición política.
No voy a ningún ministerio a decir lo contrario.
Yo defiendo un proyecto que para mí, le dio a éste país sus doce mejores años.
Hoy la democracia dijo que hay otro gobierno y somos muy respetuosos de eso.
Hablamos con los ministros de turno, nos quejamos cuando a las cosas no las vemos bien y agradecemos siempre poniendo la cara.
Frigerio es el mejor ministro, abre el diálogo y no discrimina. Eso también hay que decirlo…
En términos de obra pública, ¿por dónde pasa hoy la prioridad?
– No hay una obra pública, hay que empezar por varios lados a la vez.
Las dos hídricas son fundamentales, cuestan $ 600 millones y es importante avanzar con asfalto y viviendas.
También la recuperación de los barrios Las Américas y Moure.
No hay una obra más importante que otra.
Para un vecino que se le llega con una obra, siempre la suya será la más importante.
Hay un doble efecto: la obra en sí y la mano de obra que ocupe. Eso también se lo expliqué al ministro.
¿En qué situación se encuentra Comodoro después del temporal?
– Tratando todos los días de reconstruirse.
Me parece que hemos dado una muestra de la fortaleza increíble que tiene ésta ciudad y su gente.
Yo no hubiera creído un año atrás que estuviéramos hablando del festival Aniversario, de fiestas populares en Caleta Córdova y múltiples actividades.
El endeudamiento que queremos tomar es un ejemplo de cómo el municipio maneja sus finanzas.
Hemos dado un paso enorme hacia adelante.
Hay indicios petroleros que nos están dando una luz verde de esperanza y ojalá eso podamos acompañarlo con obra pública.
¿Es optimista en cuanto a la reactivación del petróleo? ¿Es tan así?
– Ya hay ocupación, ahí están los primeros indicios.
Nosotros ya lo hemos notado en el incremento de algunas regalías y todo indicaría que es así.
Hemos viajado a Capital para hablar con Pan American, Tecpetrol e YPF.
Todo hace suponer que tendremos un buen año con un mérito: el trabajo entre el municipio y los dos sindicatos.
No desde ahora, sino desde el 2.015.
Ahí empezamos la lucha con más de cuatrocientos despidos.
La Cuenca pudo mantener su actividad, quizás no la que quisiéramos, a pesar de lo malo que nos pasó y hoy hay una reactivación.
¿Sigue pensando que la minería es una industria posible en la región?
– Totalmente.
El gobierno de la provincia tiene que tomar una actitud más seria sobre el tema.
No se puede ser tan dubitativo.
Hay que tomar una posición clara.
No con la minería de cualquier forma o en cualquier término.
Las cosas tienen que ser claras con el cuidado del agua y el medio ambiente; viendo qué dejará a la Provincia.
Es un tema de debate serio y no a través de manifestaciones como la que ocurrió en el Concejo de Esquel.
Hay que escuchar a los especialistas sobre los pro y los contra, que son muchos.
El petróleo también las tiene y sin embargo yo no veo que en ningún otro punto de la Provincia se expresen sobre eso.
Todo proceso extractivo es contaminante, desde la pesca hasta la tala de árboles.
Vivimos en éste mundo y no podemos ignorar eso.
Los que tanto se oponen a la minería me gustaría que me acerquen alternativas reales de cómo sostener hoy la provincia.
¿No fue demasiado crítico con Menna y Ongarato?
– No me gusta los que cacarean en un lado y ponen el huevo en otro.
Tienen que tener una posición tomada y la tienen que decir públicamente.
Y le tienen que hablar a su gente, preguntarles si están a favor o en contra.
Si te oponés no se puede recibir la “plata sucia” de las regalías.
Y no estoy diciendo “sí” a la minería porque sí.
Tenemos que dar un debate serio y conocer dónde se va a hacer.
Me llamaron todos los jefes comunales y me plantearon que la necesitan como el agua.
Hoy ya tienen problemas hasta de energía y no están siendo escuchados.
La minería es un punto de partida muy importante.
En cuanto a Menna debería decir qué hizo él por Comodoro y por Chubut.
Prometió que los generadores portátiles no se iban a ir y se llevaron todos.
Se fue perdiendo de una intendencia y no tiene que usar palabras bonitas para quedar bien.
No hizo hasta acá ninguna propuesta superadora.
¿Y el PJ?¿Cómo observa éste proceso de reorganización en la Provincia?
– El Peronismo se va a unir y más ahora en éste momento que está viviendo Chubut.
El gobernador necesita al peronismo unido para que lo pueda ayudar a gobernar.
El PJ tomará un protagonismo enorme en éste contexto.
Hay que estar a la altura para ayudar con la gobernabilidad que Arcioni necesita.
No hay que especular con que le vaya mal y al contrario, tenemos que hacer que le vaya lo mejor posible.
Las elecciones del 2019 dirán cómo sigue la historia.
¿Cree poder ponerse al frente de éste proceso de unidad que se pretende impulsar?
– Yo soy un militante de la política.
No soy ni dueño del partido ni nada.
Pertenezco a un proyecto del que no voy a salir porque estoy totalmente convencido.
Sí sé que le puedo aportar cosas a la provincia porque lo demuestro en el municipio: muchas horas de trabajo, una gestión ordenada, un equipo que trata de mejorar.
Comodoro es un ejemplo de cómo se puede hacer un Peronismo sustentable en el tiempo.
¿Es prematuro hablar ya de candidaturas?
– Para mí sí pero no critico al que lo hace.
Los tiempos políticos los maneja cada uno.
Yo no soy quien para decirle algo al que piense distinto.
Para mí todavía falta porque el 2018 tendrá muchísimos desafíos por delante y dedicarle tiempo a una candidatura no es lo correcto.
¿Habló solamente de lo bueno de su gestión?¿Qué cosas le gustaría cambiar?
– Comodoro es una ciudad minera, con vaivenes; no es pareja en el tiempo, hay épocas muy buenas y crisis muy profundas.
En los últimos diez años se duplicó la población y no es fácil controlarla.
No me gusta vivir tan dependiente de un monoproducto.
Tener otras alternativas económicas creo que es la deuda pendiente.