Como un modo de reconocer la importancia de los bosques en el desarrollo de las sociedades y en su vida cotidiana, la FAO instituyó el 21 de Marzo, día del inicio de la primavera en el hemisferio Norte, como el día Forestal Mundial.
Desde el inicio de la humanidad, la producción de base Forestal se desarrolló a partir de la intervención del hombre sobre el medio natural y los recursos forestales, mediante la aplicación de conocimientos y tecnología para obtener distintos bienes y servicios a partir de los bosques (frutos, combustibles, madera, caza, pesca, agua, paisaje, etc.). Los hombres y sus sociedades transforman al bosque, de acuerdo a sus costumbres, conocimientos, escala de valores, historia productiva, cultura, tecnología disponible, etc. Como los recursos forestales, y los sistemas de producción y conservación pueden ser distintos entre sí, en cada uno de ellos el proceso va a tener características propias, con un determinado tipo de poblador o productor, con objetivos económicos y culturales diferentes, y una capacidad para disponer de recursos tecnológicos o financieros muy diversas.
Además, los sistemas productivos o de conservación están interrelacionados entre sí, y a su vez están vinculados con otro tipo de actividades, como el transporte, la comercialización, las industrias de transformación, e instituciones tecnológicas, financieras o de administración, entre otros. Asimismo, las actividades van a estar condicionadas por políticas de gobierno que incentivan, o desalientan, que fomentan o entorpecen a las distintas actividades de base forestal.
En este complejo marco, son numerosas las profesiones que pueden intervenir aportando y / o generando conocimientos para solucionar las distintas problemáticas que se pueden presentar, especialmente lo hace en forma integral la Ingeniería Forestal, así como con abordajes parciales la ingeniería Agronómica o en Recursos Naturales, la Economía, Ecología, Biología, Ingeniería Mecánica, Genética, etc.
En Esquel, desde hace 30 años se estudia Ingeniería Forestal en la Facultad de Ingeniería, profesión que desarrolla incumbencias específicas en la producción y conservación forestal en sus más amplios sentidos, con una formación que posibilita abordar la realidad forestal en sus distintas dimensiones: técnica, biológica, ambiental, económica y social.
En el caso particular de nuestra provincia, en la última década se desaceleró notablemente el ritmo de la forestación, es decir de creación de nuevos bosques, esencialmente productivos. No obstante el escenario futuro puede ser promisorio, por el lado del productor los buenos precios de los productos primarios de la región (lana, carne), facilitará la diversificación con las plantaciones forestales, como caja de ahorro para los ciclos de bajas de precios de su producción agropecuaria principal, tal como lo hacen sus colegas del Alto Valle del Río Negro o Mendoza. Por el lado gubernamental, la nación está avanzando en el proyecto de actualización de la Ley de Promoción a las inversiones Forestales 25.080, que incluirá seguramente una extensión de los beneficios a la forestación para el decenio 2019-2029. Esperemos no desaprovechar otra década por el bien de las futuras generaciones.