En Argentina, el estatuto docente que rige se aprobó en 1958. Desde entonces, no tuvo cambios significativos. Por eso, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) presentó un documento que recomienda una «revisión profunda» que priorice el éxito en los aprendizajes de los alumnos por encima de la antigüedad del maestro para determinar aumentos salariales.
Durante la mañana de hoy se presentó el documento en cuestión. El evento contó con la presencia de funcionarios y expertos en la materia. Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa, tomó el lugar del ministro Alejandro Finocchiaro y señaló: «Estos informes siempre son bien recibidos. Necesitamos lograr consensos a nivel federal para avanzar. Donde sí ya estamos de acuerdo es en que hay que parar la pelota y actuar en formación docente. En Argentina hay enormes desigualdades de aprendizaje y eso tiene mucho que ver con la falta de calidad de formación docente».
Por su parte, Ariel Fiszbein, director del programa de educación del Diálogo Interamericano, señaló: «Es indudable que en Latinoamérica hay una crisis de aprendizaje. Si existe una bala de plata para enfrentar la problemática son los docentes de calidad. Cuando miramos a Argentina en una perspectiva regional, hay grandes brechas. Nos damos cuenta de que no está bien».
Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa, y Ariel Fiszbein, director de educación del Diálogo Interamericano Fiszbein remarcó que el documento no pretende ser una biblia, sino una guía que oriente el debate. El informe, a cargo del pedagogo Mariano Narodowski, se ordena en tres ejes principales.
-Preparar la docencia de calidad
El trabajo insiste en la definición de nuevos estándares, en establecer expectativas claras para alumnos y docentes de acuerdo a los desafíos que plantean los nuevos modelos de enseñanza, tendientes a una visión por proyectos en vez de enciclopedista.
«No se puede pensar en forma aislada de lo que ocurra en la escuela», dijo Andrés Delich, director de OEI en Argentina.
-Reclutar y retener a los buenos docentes
Se habla de una carrera «meritocrática». Hoy no existen incentivos financieros o institucionales para seleccionar a los mejores candidatos. Los aumentos salariales en la carrera docente dependen de la acumulación de antigüedad y no de los resultados educativos. Quienes quieren crecer deben «salir del aula» y tomar un cargo de dirección. Los directivos, por su parte, tampoco pueden intervenir en el proceso de la selección.
Ya la Ley de Educación Nacional estipula una carrera con dos opciones: quienes se desempeñan en el aula y quienes desempeñan funciones directivas y de supervisión. El artículo está vigente, pero no se cumple. El esquema legal «mejoraría» la falta de beneficios más allá del paso del tiempo, que hace que los mejores docentes dejen de dar clase para convertirse en directores.
«La carrera docente estatal jerárquica, con nulos incentivos a permanecer en el aula frente al alumno y con bonificaciones solo por antigüedad, debería dar lugar a incentivos a la innovación, a la capacitación y, especialmente, a la responsabilidad por los resultados obtenidos», insiste el informe.
Hoy, continúa el documento, los salarios de los docentes están por debajo de ocupaciones con similar e incluso inferior nivel de formación, lo cual da un «combo poco atractivo» para que los jóvenes elijan la carrera.
-La evaluación del docente
El año pasado se llevó adelante por primera vez el operativo Enseñar, que evalúa el nivel de conocimiento de los estudiantes de profesorados de todo el país. Los resultados se conocerán en las próximas semanas. En esa línea, el informe destaca la importancia de los datos públicos como «insumos» para mejorar la formación.
La propuesta de la OEI es conformar un «proyecto escuela». Cada institución debería responder con resultados ante un diagnóstico previo que plantee los aprendizajes a alcanzar por cada docente.
Se trata de un plan de mejora con metas concretas que pueden reformularse durante el receso invernal y que se evaluaría a fin de año tras la difusión de los resultados.
Para responder a las propuestas estuvo Cecilia Veleda, directora ejecutiva del Instituto de Formación Docente (INFoD).
En primer lugar, brindó un diagnóstico dramático: hay 1.437 institutos de formación en todo el país, donde estudian el 80% de los futuros docentes. La gran mayoría elige los estatales.
En ellos, la mitad deserta en el primer año. En segundo año, ya abandonó el 70%. «Estos informes deberían llegar a los gobernadores, de quienes dependen cambios estructurales. Si bien el Ministerio de Educación nacional tiene un rol de liderazgo para orientar los cambios, muchas veces es de regulación sin capacidad efectiva para mover las transformaciones. Si los gobernadores no comprenden la complejidad de esta problemática, va a ser muy difícil lograr cambios significativos», remarcó Veleda.
(Maximiliano Fernández-Infobae)