La justicia cordobesa condenó hoy a un año de prisión condicional al peluquero Germán Gómez por la muerte del perro Chocolate, que fue despellejado en enero 2017 y sufrió una agonía de varios días, en la localidad de San Francisco.
El caso se transformó en símbolo de la lucha contra el maltrato animal en la provincia, sin embargo la justicia dispuso que Gómez permanezca en libertad dado que carece de antecedentes penales y la condena es de ejecución condicional.
El tribunal lo halló culpable del delito de violación de domicilio e infracción a la ley 14.346 por crueldad y maltrato animal, y consideró que infringió torturas al cachorro de tres meses.
Además, el peluquero de 37 años deberá realizar tareas comunitarias durante dos años en un municipio y notificar de sus actividades durante igual período.
Los fundamentos de la sentencia serán conocidos el 13 de junio y el defensor de Gómez, el abogado Sergio Corón Montiel, no descartó apelar la decisión a la Cámara.
El juez Guillermo Rabino hizo lugar al pedido del fiscal Gieco que solicitó la pena máxima pero que cuyo cumplimiento sea condicional.
Durante los alegatos de la defensa, el abogado defensor pidió la absolución del peluquero sustentado en la falta de pruebas que lo ubiquen en el lugar del hecho, faltas de pruebas técnicas y la aparición de la supuesta arma que se habría utilizado para lesionar al animal.
En tanto, la querella, encabezada por la presidenta de la Fundación Bio Animalis, Gretel Monserrat, había solicitado la misma pena pero de cumplimiento efectivo en prisión.
En diálogo con Télam, la abogada Monserrat manifestó que están muy conformes con el fallo que le otorgó la pena máxima que establece la ley por maltrato animal y que no van a apelar.
«Obviamente que la pena es de ejecución en suspenso y sabíamos que esto sería así y nosotros desde la querella vamos más allá y pedíamos prisión efectiva, pero era muy difícil que ello sucediera», añadió.
Y, consideró que «lo destacable es que se ha sentado un precedente enorme en la Justicia; es un paso importante el que se dio y es por lo que luchamos todos los abogados animalistas del país, ir avanzando cada vez más».
«Inclusive ya está también dentro de la comisión del anteproyecto del Código Penal, la elevación de las penas cuyo antecedente nombra la causa del cachorro ‘Chocolate'», concluyó la abogada.
Antes de la sentencia de hoy, la abogada se había quejado de que en materia de Derecho Animal «tenemos una ley que es del año 1954 y es evidente que necesita una actualización, una modificación inmediata, porque tiene muchos vacíos normativos y axiológicos».
Chocolate era un cachorro de tres meses que fue despellejado el 2 de enero de 2017 y murió luego de agonizar ocho días a causa de las heridas que recibió en el barrio La Milka de la ciudad de San Francisco.
Durante el juicio, Gómez aseguró que «nunca vio» al perro el día que atacaron a Chocolate en la vivienda lindera, que él sólo se dedicó a cortar el pasto y que se enteró «por trascendidos» entre los vecinos sobre el hallazgo del cachorro.
Roberto Ferrero, el veterinario que atendió a Chocolate hasta su muerte el 10 de enero, sostuvo ante el tribunal que «al animal le quitaron el cuero con un corte que le ocasionó la pérdida de una oreja y que afectó gran parte de la base craneana y se extendió sobre el lateral izquierdo del cuerpo».
Chocolate fue cremado y sus cenizas fueron colocadas en un memorial a metros de los Tribunales donde se realizó el juicio.
La muerte del perro impulsó movilizaciones para reclamar por justicia y el pedido de que las penas por maltrato animal sean endurecidas.