Luego de marchas y contramarchas, el acto central por el 204° aniversario del llamado «Combate Naval de Montevideo» – instituido como «Día de la Armada» – se desarrolló este mediodía en el Edificio Libertad, sede de la jefatura de Estado Mayor de la fuerza.
Si bien en un principio se había pensado en realizar un acto más grande en las inmediaciones del apostadero naval Buenos Aires, frente a la Dársena A del puerto metropolitano, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, decidió hacer un evento mucho más austero en virtud del momento que atraviesa la Armada por la desaparición del submarino ARA San Juan. Las inclemencias del tiempo obligaron finalmente este jueves a trasladar la conmemoración al salón de actos «Libertad», ubicado en el tercer piso del edificio.
Como se redujo el espacio, la fuerza anuló la convocatoria a la prensa y obligó a limitar la cantidad de integrantes de las distintas delegaciones que habían sido convocadas, lo que generó polémica en la previa del inicio del discurso oficial. Tampoco estuvo presente el ministro Aguad, quien fue reemplazado por el Secretario de Estrategia Aldo Chighizola, acompañado de los máximos jefes de las otras fuerzas armadas y del Estado Mayor Conjunto.
Tampoco fue autorizado el ingreso a un reducido grupo de familiares de los 44 marinos desaparecidos con el ARA San Juan, entre ellos Luis Tagliapietra, papá del teniente de Corbeta Alejandro Tagliapietra, e Isabel Polo, hermana de un cabo principal.
En dialogo con Infobae, los familiares manifestaron su pesar por esta decisión ya que ellos mismos se definen como «parte de la familia naval». Una vez finalizado el acto, el vocero naval, el Capitán de Navío (submarinista) Enrique Balbi, se acercó al grupo de familiares que habían sido marginados y los invitó a dialogar con el jefe naval Vicealmirante José Luis Villan.
Una ceremonia cargada por la emotividad y cierta tensión
Lejos del tradicional despliegue que la Armada suele hacer para festejar sus aniversarios, la ceremonia de hoy fue más que sobria. Enmarcada por la presencia de todas las banderas correspondientes a cada unidad de la flota de mar, infantería de marina, fuerza de submarinos y aviación naval y luego de la ejecución del Himno Nacional, el jefe interino de la fuerza fue el único orador, centrando sus palabras en los duros momentos que atraviesa la institución naval. Casi no hubo aplausos.
«Debemos enfrentar todas las situaciones, todas las que se nos presenten, con la misma entereza y humildad de quienes nos precedieron. Este día de la Armada nos encuentra en una situación muy especial, este día amerita un particular reconocimiento a nuestros 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, nuestra última tragedia. Esa tragedia que ha enlutado a la Nación toda y en especial a los hombres y mujeres de las FFAA», aseguró.
Villán fue enfático al señalar: «Esta situación nos obliga de manera inflexible a encontrar la verdad de lo sucedido. Toda interferencia a la obtención de la verdad se torna inmoral».