Sin embargo, el conjunto de Guillermo Barros Schelotto fue un verdadero escollo que le puso difícil su búsqueda por volver a la competición continental. A tal punto que hizo necesario trabajar mucho en medio de un campo en malas condiciones y sufrir para lograr una victoria que, como venía el trámite, huele a agónica.
Bastaron 5 minutos para que los dirigidos por Gustavo Alfaro se pusieran en ventaja a través de Ignacio Pussetto, la gran figura, tras una gran maniobra individual y una definición precisa al ángulo derecho de Guillermo Sara. Aquello no era una sorpresa. Más bien fue todo lo que pasó luego en esa primera mitad. Porque desde el minuto 32 al 43, Boca convirtió tres goles y apagó la ilusión de la gente: el empate lo firmó Emmanuel Mas con la cabeza, Walter Bou lo puso en ventaja y Oscar Junior Benítez terminó dando el último golpe.
Se olía una historia terminada con final triste para el Globo, pero el complemento dio más sorpresas: Huracán salió decidido a reconfigurarse y así revivió el espíritu de los hinchas. Y así como Boca supo ser contundente en poco tiempo, el local hizo lo propio. En 9 minutos lo empató a través de los cabezazos de Diego Mendoza y Andrés Chávez, ex delantero azul y oro, que pidió disculpas.
Pudo ser para cualquiera. Por momentos, los de Parque Patricios tuvieron oportunidades de ganarlo, pero entre las malas decisión y el buen partido de Sara todo se hizo cuesta arriba. Y del lado boquense, con tantos espacios, también tuvieron contragolpes -mal terminados- que pudieron haber dejado sin esperanza a Huracán.
Luego de la coronación del equipo de Guillermo Barros Schelotto, su visita al Tomás Adolfo Ducó no tomaba relevancia. La obligación era del rival. Por supuesto, hasta que Ariel Holan, entrenador del Rojo, decidió hablar en la semana, influyendo para que el ojo estuviese bien abierto a lo que pasara en el duelo entre el Globo y el xeneize: «Ojalá Boca vaya con todo a jugar ese partido. La misma preocupación que tengo yo es la que Guillermo tiene pensando en el miércoles si Palmeiras pone suplentes (los de la Ribera esperan que Junior no gane para poder pasar a octavos de final».
El Mellizo no se dejó influir y presentó un equipo suplente, cuidando a jugadores importantes pensando en el duelo ante Alianza Lima del miércoles, en La Bombonera, en donde se determinará la suerte de Boca en la Libertadores. Lo que sí quedó demostrado es que el campeón no fue a ser el invitado a la fiesta e intentó pisar fuerte, sin especular con que podía dejar sin participación internacional a un rival duro cómo Independiente.
Huracán se fue feliz por remontar un encuentro que parecía perdido, aunque en el vestuario quedó la sensación amarga de, ahora, tener que encender el televisor para estar pendiente de lo que puede pasar con sus tres perseguidores. Aunque si el panorama se hace totalmente negro, también existen otros caminos por los que puede clasificarse, pero, en definitiva, nada queda en manos del Globo. Mientras tanto, Boca sigue de fiesta. Al menos hasta el miércoles, en el que puede haber alivio o una noche triste.
Fuente: la nacion