El seleccionado de Rusia, que sustentado en su localía buscará acceder por primera vez a los octavos de final en su cuarta participación mundialista, jugará ante Arabia Saudita, dirigido por Juan Antonio Pizzi, en el cotejo inaugural de la XXI Copa del Mundo de fútbol.
El partido, que tendrá como árbitro al misionero Néstor Pitana, en el segundo mundial de su carrera, ya que también estuvo en Brasil 2014, se jugará en el Estadio Olímpico Luzhniki, en Moscú, desde las 12 y será por el Grupo A que completan Uruguay y Egipto, que medirán el viernes próximo.
Rusia tiene a la Copa del Mundo en casa y ni así es considerada para superar por primera vez la fase de grupo luego de haber participado en tres mundiales (1994, 2002 y 2014), sumando nueve partidos con dos triunfos, dos empates y cinco derrotas.
La falta de méritos para acceder a los octavos de final no es antojadiza, los rusos no ganan desde el 7 de octubre pasado cuando vencieron 4 a 2 a Corea del Sur, en Moscú, para sumar siete partidos sin vencer con tres empates y cuatro reveses, uno de ellos ante Argentina como local el 11 de noviembre por 1 a 0 con gol de Sergio Agüero.
El equipo que dirige Stanislav Cherchesov atraviesa un momento muy bajo y tendrán que alentarlo mucho parar que avance ante el poderoso equipo uruguayo y Egipto.
El seleccionado ruso no tiene figuras y sólo se puede hablar de un par de valores más destacados que el opaco esto y ellos son el arquero Igor Akinfeev (CSKA Moscú), el delantero Fyodor Smolov(Krasnodar).
Arabia llega a Rusia para jugar su quinto mundial luego de participar en 1994, 1998, 2002 y 2006, totalizando 13 cotejos con dos triunfos, dos empates y nueve reveses, siendo la de Estados Unidos 1994 su mejor actuación accediendo a los octavos de final y quedar eliminado frente a Suecia por 3 a 1.
Pizzi, quien fue campeón de la Copa América Centenario con Chile en Estados Unidos 2016, asumió como técnico de los árabes en diciembre pasado reemplazando al bosnio Krunoslav Jurcic, sumando nueve partidos con tres victorias, un empate y cinco reveses.
«Los hijos del desierto», así se conoce al equipo árabe, cuenta como figura con el delantero Mohammad Al Sahlawi, quien en la eliminatoria asiática para el mundial hizo 16 goles en 14 cotejos.
Un local que no asusta a nadie y un equipo árabe que apunta como voluntarioso y con escaso talento, el partido inaugural no asoma como seductor, pero la magnitud del evento y la fiesta inaugural es la excusa para que este compromiso sea relevante.
Ambito