La ambiciosa transformación del sistema de carga más importante del país sufre una demora en su cronograma inicial. Las autoridades ajustan los pliegos definitivos mientras avanzan con la valuación de activos y analizan las consultas de grandes empresas interesadas.
El Gobierno nacional ha decidido posponer el lanzamiento de la privatización del Belgrano Cargas y Logística S.A. para el primer trimestre de 2026. Este cambio representa un ligero corrimiento respecto al plan original, que aspiraba a publicar los términos del pliego antes de fin de 2025. El objetivo final es concluir todo el proceso de adjudicación y traspaso hacia mediados del próximo año, según informaron fuentes oficiales a este medio.
El operativo, considerado la piedra angular del plan oficial para reactivar el transporte ferroviario de mercancías, ahora se encuentra en su etapa final. En este momento, los equipos técnicos están abocados a realizar las complejas valuaciones de cada uno de los activos de la empresa estatal, que incluyen locomotoras, vagones, miles de kilómetros de vías y talleres. Paralelamente, se están realizando las últimas revisiones legales del pliego y se analizan las consultas presentadas por los consorcios privados que ya han manifestado su interés en participar.
Un modelo de privatización novedoso y fragmentado
A diferencia de las privatizaciones ferroviarias de los años 90, el modelo actual aprobado por el Decreto 67/2025 propone una desintegración vertical y un sistema de acceso abierto (open access). Esto significa que no existirá un único pliego que entregue toda la operación a una sola empresa. Por el contrario, los diferentes componentes del ferrocarril se licitarán por separado:
-
El material rodante (locomotoras y vagones) será vendido mediante remate público.
-
Las vías férreas y los inmuebles se concesionarán a través de licitaciones públicas nacionales e internacionales.
-
Los talleres ferroviarios también serán concesionados para su uso mediante licitación.
Este esquema permitirá que una empresa pueda participar en todas las licitaciones o solo en algunas. «Con este esquema no se obliga a que si una empresa quiere manejar los talleres deba, además, ser administradora de la traza ferroviaria», explicaron fuentes del Gobierno a Infobae. El sistema de open access garantizará que múltiples operadores privados puedan usar la misma red pagando un canon, bajo la obligación de la empresa gestora de otorgar ventanas de paso.
Obras clave y el destino de los fondos
Los fondos recaudados por la subasta del material rodante tendrán un destino específico: se colocarán en un fideicomiso para financiar, por única vez, la renovación de vías en los tramos con mayor volumen y demanda. El Gobierno ya identificó dos corredores prioritarios para esta inversión: la renovación de unos 300 kilómetros en el ramal San Martín y mejoras de capital en las vías del ramal Belgrano.
Un requisito obligatorio para quien gane la concesión de las vías será la finalización de la circunvalación ferroviaria de Santa Fe, una obra iniciada en 2019 que actualmente tiene un 50% de avance. Las autoridades consideran esta infraestructura como clave para incrementar el volumen de transporte. «Buscamos que para los próximos 18 meses se duplique», señaló un funcionario, con la meta ambiciosa de cuadruplicar la carga transportada en un plazo de cuatro años.
Grandes jugadores en la mira y el debate por el RIGI
El proceso ha captado el interés de consorcios de primer nivel internacional. Entre los interesados se destacan un pool de cerealeras liderado por Aceitera General Deheza (AGD), que incluye a gigantes como Bunge, Cargill y Louis Dreyfus. Otro actor de peso es Grupo México Transportes (GMXT), un operador ferroviario con experiencia en México y Estados Unidos, que estima una inversión potencial de 3.000 millones de dólares en el país.
Sin embargo, un punto de fricción clave es el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Algunas compañías buscan garantías previas de que sus proyectos ferroviarios podrán encuadrarse bajo este régimen de beneficios. Desde el Gobierno, si bien reconocen que las inversiones «aplican perfectamente al RIGI», aclaran que no pueden prometer una aprobación ex ante, ya que cada proyecto debe pasar por la evaluación de un comité específico.
Una vez perfeccionados todos los contratos de concesión y venta, se procederá a la disolución y liquidación de Belgrano Cargas y Logística S.A., marcando el cierre definitivo de un proceso que busca revolucionar la logística argentina atrayendo capital privado para una red hoy subutilizada. Información extraída del medio Ámbito.




