En Samara, Brasil le ganó 2-0 a México y avanzó a los cuartos de final del Mundial de Rusia 2018, con goles de Neymar y Firmino. Ahora, la Verdeamarela espera por el resultado de la llave entre Bélgica y Japón para conocer a su próximo rival.
Ambos seleccionados protagonizaron un arranque vibrante de partido, aunque la máquina de Tite apretó el acelerador luego de la primera media hora para adueñarse de la pelota y exigir a Francisco Ochoa en dos oportunidades de la mano de Ney y Coutinho. Los mexicanos, en tanto, contrarrestaron con los desequilibrios de Hirving Lozano y algunas apariciones de Javier Hernández, pero estuvieron erráticos en el último toque.
La inclusión del veterano Rafael Márquez, de 39 años -único jugador que ha sido titular al menos una vez en cinco Mundiales- fue la principal novedad en el equipo del colombiano Juan Carlos Osorio, que aguantó los embates brasileños en el complemento hasta que a los cinco minutos Neymar se iluminó y empujó la pelota a la red, tras una enorme combinación con Willian, justo cuando Ochoa se transformaba en figura.
De esta manera, el ex Barcelona igualó la marca de Lionel Messi en las Copas del Mundo con seis tantos y quedó a uno de los siete de Cristiano Ronaldo, aunque con una gran diferencia: el brasileño lo logró en 2 participaciones (2014 y 2018) contra 4 del argentino y el portugués (desde 2006).
Con el marcador a su favor, los de Tite se agrandaron y apelaron a las individualidades para ampliar el marcador. México, obligado a buscar el gol, perdió la paciencia a los 27 minutos y casi sufre la expulsión del ingresado Miguel Layún en la jugada más polémica del partido.
El lateral izquierdo le propinó un pisotón al delantero del PSG entre el empeine y el tobillo, cerca de la zona en la que sufrió la fractura en el quinto metatarsiano que lo marginó cerca de cinco meses de las canchas y puso en peligro su participación en el Mundial, aunque se salvó de la roja luego de que el árbitro revisara la jugada a instancias del VAR.
En los últimos minutos, México salió a buscar la igualdad con uñas y dientes, pero se descuidó y sufrió otra gran maniobra de Neymar, que remató al arco y obligó a Ochoa a servirle el rebote a Roberto Firmino para que sentenciara el partido por 2-0 y así sellar la clasificación.
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